
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de marzo, 2009
Pickett y GarcÃa Lozano abordan por primera vez a Mozart
La producción del Don Giovanni de Mozart es la más fuerte apuesta, en lo que a capital artÃstico se refiere, del XXV Festival de México en el Centro Histórico. Con esta ópera, se inaugura oficialmente el evento por todos esperado en la primavera citadina; por otro lado, se erige como la producción operática de mayor envergadura para la CompañÃa Nacional de Opera del INBA en lo que se vislumbra para este 2009.
Las expectativas y las necesidades del público convergen en Festival e Institución con igual peso, dicho en forma coloquial, todos los huevos se han depositado en la misma canasta.
Las reglas del juego permiten la toma de ciertos riesgos o albures que pueden determinar el éxito o el fracaso de la empresa: Don Giovanni en manos de directores teatrales mexicanos parece arrastrar una pesada carga de erráticos acercamientos e inviables puestas al dÃa e interpretaciones que han lastrado la innegable fuerza de la partitura y han hecho sucumbir las más cercanas producciones: a principios de los años 80, bajo la dirección escénica de Juan Ibáñez, y en 1997, con la versión de BenjamÃn Cann y la colaboración de Alejandro Luna en la escenografÃa.
Muy lejanas las temporadas de los años 40 cuando Fernando Wagner daba lecciones de cómo acercarse a la ópera mozartiana sin traicionar la dramaturgia y los elencos reunÃan a lo más granado de la lÃrica internacional y local.
El Don Giovanni de este Festival marca la primera ocasión en que un director musical, especialista en música del Renacimiento, el Barroco e inclusive del medioevo se acerca (o se atreve) con una ópera de Mozart. Estamos hablando del reconocido artista británico Philip Pickett, fundador del New London Consort y del ensamble shakespeareano Globe de Londres.
En el repertorio del otrora trompetista y flautista abunda la música inglesa desde Purcell, Haendel, el alemán naturalizado, Locke, Taverner y alcanza las notas del conservador Vaughan Williams, además de los italianos al uso como Monteverdi, Vivaldi y et al.
Parece ser, a juzgar por sus grabaciones, que una de las improntas de Pickett es la revisión histórica de las partituras, el empeño en conservar una fidelidad de estilo, época y ejecución, que sólo puede constatarse mediante tratados y partituras conservadas.
Paradójicamente, se esfuerza en atraer a públicos mayoritarios en conciertos en los que altera (aumenta) la dotación original de instrumentos con el fin de cubrir las necesidades acústicas y ambientales de los recintos en los que se llevan a cabo las ejecuciones. Con la Orquesta de Bellas Artes, esperamos que logre una ejecución lo más cercanamente posible a la función de estreno en Praga en 1787.
Los restantes créditos de este Don Giovanni, en coproducción del Festival de México en el Centro Histórico, corresponden a la dirección escénica de Mauricio GarcÃa Lozano, la escenografÃa de VÃctor Ballina, la iluminación de VÃctor Zapatero, el vestuario de Jerildy Bosch y la dirección de coros de José Luis Eleazar.
GarcÃa Lozano ha actuado y dirigido en diversos montajes nacionales en los teatros del INBA y de la UNAM. Estos terrenos son los habituales para su desempeño con una cómoda libertad para experimentar y ensayar en tendencias y modus operandi.
Su Don Giovanni, anunciado como una celebración de la sensualidad y los simbolismos, es también su primer acercamiento a un teatro en el que la música tiene preeminencia sobre la palabra. Tomándole la palabra al director y su enfoque del narcisismo del personaje epónimo: el español Don Juan que parte de Tirso de Molina y llega a Zorrilla de paso por famosas plumas de Francia, Polonia, Rusia y del libretista Da Ponte.
No podemos evitar la asociación del término con la labor de tantos directores que, en su afán narcisista, traicionan y desvirtúan los propósitos e intenciones de los creadores en aras de una originalidad a contracorriente de poetas griegos, dramaturgos renacentistas y del mismÃsimo niño prodigio llamado Mozart.
Joseph Losey, más conocido en el mundo del cine, hizo de las suyas con Don Giovanni y ahà están los lamentables resultados en 35 mm, sólo para muestra de lo que no se debe hacer. Confiamos en que, esta vez, se haga justicia y puedan brillar unos y otros sin que se revuelva en su ubicua tumba el genio austriaco.
El internacional reparto de la ópera lo conforman: el barÃtono norteamericano Christopher Schaldenbrand (Don Juan); la soprano canadiense Kimy Mclaren, (Doña Elvira); la también soprano Catarina Coresi (Doña Ana); el tenor mexicano Raúl Hernández (Don Octavio), el ruso Mikhail Kolelishvili (Leporello), el brasileño Luiz Ottavio Faria (Comendador) y el bajo barÃtono mexicano Jesús Ibarra en el papel de Masetto.
Don Giovanni de Mozart, obra que inaugura el XXV Festival de México en el Centro Histórico se presenta en el Teatro de la Ciudad, el jueves 12 a las 20:00 horas, el domingo 15 de marzo a las 17:00 horas, el jueves 19 de marzo a las 20:00 horas y el domingo 22 a las 17:00 horas.
“Esta versión apuesta muchÃsimo a la simpleza de espacios, en el sentido de que ese espacio puede convertirse en muchas cosas. Es necesaria la participación del público para completar los universos que se están planteando, sin ser del todo abstracto, el planteamiento del espacio yo dirÃa que es simbólicoâ€, Mauricio GarcÃa Lozano. Foto Philip Pickett: Crop Haughton
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EXCELENTE¡¡¡¡
PUDE APRECIAR EL ENSAYO GENERAL EL DÃA DE HOY EN EL TEATRO DE LA CIUDAD Y ME PARECIÓ SENCILLAMENTE MARAVILLOSA, FELICITO TAMBIEN AL CUERPO DE ACTORES Y ACTRICES EN ESPECIAL A NORA DEL CUETO NOVEL ACTRIZ MEXICANA QUE PARTICIPA EN LA OBRA.
EN GENERAL A TODOS LOS CANTANTES, ESCENOGRAFOS, ETC.
LOS FELICITO A TODOS.
El Don Giovanni de Losey es estupendo.
¡Excelente y vanguardista escenografÃa y coreografÃa! Claro ejemplo de como con pocos elementos se puede ambientar todos las escenas.