José Areán, el reto: sapiencia, gusto y mucha paciencia…

Por: Claudia Magun — 1 de enero, 2008

José Areán, el reto ante la dirección de la Compañía Nacional de Opera La ópera en México cuenta con una gran tradición respaldada por grandes voces que triunfan en los escenarios internacionales. Para la Compañía Nacional de Opera (CNO) 2007 significó un año de expectativas y de gran responsabilidad para el director del organismo, José Areán.

Músico de formación, con antecedentes de rocanrolero y una amplia trayectoria en la administración de las artes, el maestro Areán después de una larga y fructífera dirección al frente del Festival de México en el Centro Histórico se enfrentó a un panorama y público exigente que reclamaba en un extenso pliego petitorio en los medios y en el va y viene de la comunidad, un plan de trabajo integral que proyectara producciones con calidad en todos los sentidos. En resumen, darle esplendor al arte del belcanto en su sede: el Palacio de Bellas Artes.

Con este difícil reto ante si, José Areán inició esta ardua labor con la producción de El barbero de Sevilla, primer encuentro con el Teatro Colón de Buenos Aires.

Sobre esto, los logros alcanzados y lo que viene por hacer, el maestro comentó -previo café para poder empezar a “carburar” y empezar una amena charla– con Interescena.

¿Cuáles fueron las líneas de trabajo que definió al llegar a la dirección de la CNO?
El principio fue definir como eje principal la recuperación de un espacio de excelencia como es el Palacio de Bellas Artes y esto relacionado con la ópera tiene que ver con la revalorización de la Compañía hacia el interior del país y hacia el exterior.

Lucia De Lammermoor se presentó en Bellas Artes en el 2007 con la dirección de Edoardo Müller Después establecer tres líneas de trabajo, que son: Producir nosotros mismos, coproducir con los estados y con otros teatros del mundo; y la tercera, es la renta de producciones para presentarlas en México.

Como método de trabajo, éstas son las tres opciones, pero para empezar hay que comunicar mejor lo que estamos haciendo, llamar a medios nacionales y extranjeros y decir: existimos, aquí estamos, no hemos desaparecido, estamos haciendo esto, esto y estos son nuestro planes. Además, en la primera etapa, lo que ha regido sobre todo es retomar un balance entre las ideas que queremos producir, con suficiente planeación y tiempo, balanceándolas.

¿Cómo funciona una coproducción?
Puede ser de muchas maneras, por ejemplo, que decidamos trabajar con un estado de la República –o incluso con teatros extranjeros– una producción y todos ponemos el dinero, no solamente recursos humanos, se junta ese dinero y evidentemente, se potencía. Al coproducir puedes hacer cosas más grandes.

Internacionalmente todavía no tenemos planeada la estrategia, sería ideal pero no hemos encontrado el nicho exacto donde pudiéramos hacerlo.

Lo que si podemos hacer es compartir con los Estados las producciones nuestras, coproducir potencialmente, como hicimos este año, traer una renta y poder colocarla en algún otro lugar, como lo hicimos con Tijuana, y digamos que la presencia en ese sentido de la Compañía sea aglutinadora.

¿Cuáles han sido hasta ahora los resultados con las compañías extranjeras invitadas durante 2007?
Aquí quisiera hacer una aclaración, no es que hayamos invitado a una compañía, porque se entiende por “invitar una compañía”, como si viene un equipo entero y “uno compra” o “uno les presta el teatro” para que se presente. Lo que hicimos fue RENTAR una producción física, una serie de trazos, vestuarios, telonería, etc., completándola con cosas que nosotros hicimos aquí para presentar una producción que se hizo en otro lado.

Dialogues des Carmélites se presentó en Bellas Artes en 2007 bajo la dirercción Stefan Lano La compañía que vino fue enteramente contratada por nosotros, no fue el mismo elenco que cantó en Buenos Aires El Barbero de Sevilla, ni tampoco El Diálogo de Carmelitas en su totalidad, sino que fueron elencos totalmente contratados por nosotros, la Orquesta y el teatro son nuestros, son de la Compañía.

Es importante hacer esta diferenciación porque no creo que se deba de pensar que la CNO cuando renta una producción se convierte en un presentador de espectáculos, es decir, es algo radicalmente distinto, simplemente es traer una producción de afuera. Lo aclaro, porque creo que ha causado un poco de confusión esta forma de trabajo, que es nueva en México, pero es absolutamente usual en todas partes del mundo.

Se traen los aspectos físicos: el vestuario, la escenografía, etc, también se puede traer al creador de esa producción o al director de escena, quizá 1 o 2 técnicos que son los que saben armar, pero todo el resto del esfuerzo se hace localmente. Entonces no se trata de presentar una compañía foránea sino de empezar a cooperar, a compaginar esfuerzos con otros teatros. Y lo vamos a seguir haciendo este año.

¿Cuáles consideras son los logros en este año de trabajo?
Haciendo un revisión de lo que hemos hecho, lo primero que llama la atención, es el nivel vocal que se ha presentado, ha sido intachable. Como siempre en la ópera, ha habido discusiones de que si me gustó o no me gustó tal cantante, sin embargo creo que era básico recuperar el hecho de que la gente que vaya a ver a la Compañía Nacional de Opera sepa que el nivel de los cantantes que va a escuchar es de calidad.

José Areán, el reto ante la dirección de la Compañía Nacional de Opera Por otro lado, las propuestas escénicas tienen que tener una cierta consistencia, no necesariamente una línea estética, sino que lo que se haga sea algo realmente que tenga una cierta verdad escénica. Digamos que cuando uno asista a una función, la obra nos diga algo, que nos suene a que es real, que es posible, factible, que nos haga reír, que nos haga entristecernos, que nos mueva de alguna manera. Las tres producciones que hubo en este año han seguido esta línea, en ese sentido estoy satisfecho.

Por otro lado, fue importante reactivar cantantes que hace mucho tiempo no se presentaban, pero no sólo fueron cantantes también fueron creadores, por ejemplo Phillip Amand, que es un escenógrafo premiado en todo el mundo y muy importante para el teatro en México y, que desde hace como diez u ocho años no se presentaba con la CNO, ahora realizó la escenografía de Lucia de Lammermoor.

También ha sido importante hacer participe a gente nueva, como es el caso de María Moret que estuvo en la dirección de escena de Lucia, para ella fue su debut en el Palacio de Bellas Artes y para nosotros nos gustó el poder hacer esa combinación de gente que debe estar ahí y otra que puede estar ahí potencialmente y tiene que probarse.

¿Cuántas producciones se esperan para el 2008?
Yo plantearía entre seis y siete producciones. Probablemente para este año serán seis, sin contar galas, ni conciertos especiales pero mi plan es hacer seis escenificaciones.

¿La CNO es un referente para las artes en México?
No creo, se habló mucho de que por ser nacional la Compañía tenía que tener presencia en todos los Estados, yo no considero que es nacional por eso, es nacional porque es emblemática, es paradigmática o lo debería de ser. Creo que existen grandes esfuerzos en los Estados que están produciendo ópera de muy buena calidad, entonces si nosotros queremos recuperar un liderazgo, primero hay que tomarlo.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.