El lago de los cisnes en Chapultepec… renovarse o morir

Por: Susana Fernández — 2 de abril, 2014

Convencida del cambio como elemento de crecimiento, la maestra Laura Morelos, directora de la Compañía Nacional de Danza (CND) se aventura este año a darle un nuevo toque a un clásico de la danza: El lago de los cisnes.

Presentándose en el escenario natural de la Isleta menor del Lago del Bosque de Chapultepec, esta apuesta mexicana surgió en 1976, cuando a Salvador Vázquez Araujo, director en aquel tiempo de la CND, los cisnes le recordaron la música de Tchaikovski e imaginó un espectáculo en este escenario, fue así que se descubrió esta produccion sobre la coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov… 37 años después la excelsa obra del inmortal Piotr Ilich Tchaikovsky experimenta un cambio que busca darle mayor atractivo a los ojos de los nuevos espectadores.

“Es la creación original pero le dimos un vuelco y la estructura dramática también tiene un cambio, aunque nuestra intención es que siga siendo un espectáculo majestuoso. Teníamos mucha ilusión de presentar una sorpresa positiva para el público, para atraer a aquellas personas que lo vieron hace veinte años y querían regresar. Estamos muy emocionados; hay arreglos y efectos de sonido que nos ayudan a contar la historia”, Laura Morelos.

Más apoyada en la tecnología y efectos visuales, la versión 2014 de El lago de los cisnes, da un giro al cuento tradicional que sobre “puntitas” se consolidó a lo largo de los años como uno de los eventos favoritos de la cultura mexicana y hay que reconocer que tocar una puesta que durante más de tres décadas fue probada por su éxito habla del valor de Laura Morelos.

En esta nueva producción lucen más de cinco mil luces de led que iluminan parte de la escenografía y que destacan principalmente en la guarida del brujo Von Rothbarty, además esta producción es enmarcada por un nuevo castillo que desde la llegada a la escena de la Isleta capta las miradas y curiosidad entre los asistentes, personalmente, creo que este aspecto es visualmente más atractivo sobre todo para los espectadores más jóvenes porque al fin y al cabo, El lago de los cisnes es una narración de fantasía y magia, que así como cautiva a los amantes de la danza, también atrae a simples espectadores, en especial a familias con niños y adolescentes.

“Es un ballet tradicional que todas las compañías la bailan, no queremos perder y detener esta producción, por eso es la intención de esta inversión para que permanezca un largo plazo. Otra renovación es la sonorización, arreglos y efectos de sonidos, que nos ayudarán a contar la historia sobre una princesa encantada que se convierte en cisne”, Laura Morelos.

Popularmente conocida, la historia de El lago de los cisnes es un verdadero “love story” entre el príncipe Sigfrido y Odette, el cisne blanco, con la tercera en discordia, Odile, el cisne negro, instrumento de maldad de su padre, el brujo Von Rothbarty, estos elementos siguen presentes e inamovibles en esta versión 2014 de la CND que llega al mismo escenario del Bosque, pero ensalzado con juegos pirotécnicos, una pantalla de agua en la cual se proyectan las imágenes de los hechizos del mago, además de un renovado vestuario que le da un toque de frescura y ofrece otra cara para aquellos que la vieron alguna vez, y un atractivo más para quienes asisten por primera ocasión a la Isleta menor del Lago del Bosque de Chapultepec.

Con una escueta narración y una duración de un poco más de una hora, la nueva producción de El lago de los cisnes de la Compañía Nacional de la Danza es una apuesta más por un espectáculo donde hay ballet… y todo lo demás, una nueva aventura que seguramente habrán acotaciones y mejoras y como todo entretenimiento en vivo puede ser perfeccionable para que el público pueda seguir disfrutando de un clásico que se presenta en todo el mundo empero, en nuestro país lo hace en un escenario natural.

El lago de los cisnes de la Compañía Nacional de Danza se presentará hasta el 20 de abril en la Isleta menor del Lago del Bosque de Chapultepec se recomienda llegar 45 minutos antes, por aquello de la caminata para llegar al escenario, ir abrigado y preparado para cualquier cambio climático… y sobre todo dispuesto a dejarse seducir por la magia del ballet.