Eduardo II, terrible realidad que representa sangre y gozo…

Por: Claudia Magun — 1 de septiembre, 2008

Eduardo II, bajo la dirección de Martín Acosta se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, sep 2008 No resulta difícil para cualquier teatrero encontrar un texto que retrate perversiones, humillaciones, mezquindad y otras tantas degradaciones del comportamiento humano, en los distintos capítulos de la realeza europea.

En este rubro, destaca la monarquía inglesa, misma que ofrece algunos de los materiales más extensos de inimaginables perversidades como la corta pero intensa vida de Eduardo II, rey de Inglaterra y señor de Irlanda, la cual representa uno de los materiales más atractivos para cualquier autor que quiera plasmar la total degradación que puede enfrentar un hombre marcado por su condición monárquica.

Cuarto hijo de Eduardo I y de Eleonor de Castilla, este noble e insignificante hombre que antepuso sus gustos y privilegios ante cualquier situación de Estado vivió uno de los pasajes más oscuros de la historia, su intensidad humana representa hasta para el más prolífero y perspicaz escritor el material perfecto para fundar el texto más insólito.

Este personaje es llevado a la literatura a través de la pluma de Christopher Marlowe, considerado el primer gran autor de teatro inglés y cuya vida resulta tan oscura y dramática como la de cualquiera de sus personajes que triunfaron en los escenarios londinenses, como Tamerlán el grande, la historia del conquistador Timar (primera de sus obras representada en 1587); Doctor Fausto, primera adaptación dramática de la leyenda de Fausto, antecesora a la poética obra de Goethe.

Eduardo II, bajo la dirección de Martín Acosta se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, sep 2008 Además, de la famosa tragedia del rico judío de Malta; el mito romántico de Hero y Leandro; o La matanza de París, que retrata los acontecimientos ocurridos durante la Masacre del Día de San Bartolomé en 1572; la lírica popular de El pastor apasionado, las traducciones de las Elegías de Ovidio y la primera parte de Farsalia de Lucano; la traducción de Ovidio, de la cual muchos ejemplares fueron quemados como consecuencia de las medidas represivas del arzobispo John Whitgift contra lo que consideró material ofensivo.

Así, el asesinado Marlowe -dramaturgo fundamental nacido en Canterbury en el siglo XVI, del cual Shakespeare se ocupará de explotar-, da voz a estas trágicas figuras a través de su alma atea en un bella sonoridad del lenguaje y fuerza emocional donde los protagonistas sufren un drama histórico que va más allá de la imaginación o perversidad de cualquier pluma.

Martín Acosta dirige Eduardo II en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, sep 2008 De esta dramática crónica Martín Acosta, retoma algunos momentos, harto sangrientos y terribles para tratar de hacernos entender el trasfondo de una historia que hasta el día de hoy resulta profundamente escabrosa… Con 20 años en la visión de Acosta, Eduardo II es una ambiciosa producción de UNAM-INBA y Teatro de Arena, donde el trabajo de este director, como expresó Enrique Singer, director de Teatro UNAM: “incita a que el espectador se mueva, se conmueva y experimente una conmoción interna”.

Una versión contemporánea que representa el ayer y el hoy, con aquellos maquiavélicos personajes que como la mente del autor -gran admirador de Maquivelo- se mezclan con temas de homosexualidad, poder y religión, cuadros escénicos que van desfilando a nuestra vista en intensas escenas muy dignas de analizar, donde se explota lo mejor y lo peor de aquellos tiempos donde parecía que Dios no existía pero siempre era mencionado para conveniencia de aquellos que buscaban el poder, sin importar quien sería y que le pasaría a aquel que lo perdía.

Martín Acosta dirige Eduardo II en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, sep 2008 Eduardo II, un personaje descrito por la compañía Teatro de Arena como “el hijo perfecto del imperfecto mundo isabelino; brutal, tan brutal como visitar una carnicería, bello como la mirada de los enamorados; incómodo como el limón en las heridas; patético como dark room al amanecer. Es un discurso poético y político. Es una postura ideológica y una novelita para adolescentes calenturientos”.

Representada por primera vez en nuestro escenario nacional es protagonizada por un elenco integrado por 18 actores y dos actrices, entre ellos Gabino Rodríguez en el papel principal, Nailea Norvind, Ari Brickman, Asur Zágada, Marco Nozagaray, Roldán Ramírez, Guillermo Villegas, César Soledad, Adrián Ladrón y Mario Oliver, Eduardo II, un trabajo colectivo con la bien concebida escenografía de Raúl Castillo; el importante diseño de iluminación de Matías Gorlero; el extraño vestuario de Mario Marín del Río; y Joaquín López Chaz en el diseño sonoro, entre otros muchos más que colaboraron en este proyecto teatral que a muchos la entienden como dice Martín Acosta: “una narración desbocada que habla de lo triste que puede ser que no podamos tener lo que queremos, porque se trate de un simple hombre o un de todo un rey, nos damos cuenta de que los seres humanos no podemos alcanzar la felicidad”. Otros, como algunos dirían, se revelarán a presenciar momentos escabrosos que pueden incomodarlos o a aguantar casi cuatro horas de imágenes indecentes.

Martín Acosta dirige Eduardo II en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, sep 2008 Eduardo II tendrá una larga temporada, según la costumbre en nuestra Ciudad, con 50 funciones, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario hasta el 30 de noviembre y, una segunda temporada en el Teatro Jiménez Rueda del INBA, el próximo año.

Eduardo II, una traducción de Alfredo Michel, dirigida por este hacedor de teatro que se ha desempeñado como director, dramaturgo, escenógrafo y docente, en una exploración de un ejercicio muy estimulante donde Martín Acosta trata de llevar su visión y sus virtudes teatrales.

“Es sorprendente que una obra de esa época hable con tanta franqueza y libertad de un tema que incluso hoy en día es tan escabroso. Nos puede llevar a una reflexión muy sana y necesaria”, Martín Acosta.

Eduardo II, es teatro negro salido de una cantina junto al Támesis. Es el puñal que mató a Marlowe. Es el amante despechado que dejo una serpiente entre las sábanas. Es el dolor. Es el mundo de la intolerancia. Del miedo a lo otro. A lo diferente. A lo incontrolable. Es una obra llena de imperfecciones, como la luna. Y como la luna, desata mareas.

6 respuestas a “Eduardo II, terrible realidad que representa sangre y gozo…”

  1. mariana dice:

    esta super padre la obra

  2. marcos alan dice:

    ps la verdad la obra esta muy chida la neta vale la pena ir a verla ps si es muy divertida y didactica mis felicitaciones atodo el elenco q produce esta obra atodos felicidades y gracias por hacer esa obra

  3. RODRIGO dice:

    hola buueno pues solo quiero dejarles meis felicitaciones por que la obra es muy interesante y pues es muy lamentabla que no tengan mucho publico pero pues queria de jarles el comentario de que abusaron de los desnudos no se me izo muy intereseante eso ya que pues habia ecenas en las cuales no se entendia por que los desnudos pero haciendo un lado eso fue una muy buena presentacion gracias att su servidor rodrigo y les deceo exito

  4. Miguel Aangel Torres dice:

    Excelente Puesta en Escena!!!
    De lo mejor que he visto en teatro!! Felicidades y gracias por hacer buen teatro.

  5. jorge salazar dice:

    Felicitaciones a todo…a todo el elenco. Una puesta en escena intensa, dramatica y que llega lejos lejos y muy muy dentro.Duele.
    Gracias muchachos por su pasión y entrega.

  6. CANDE SAY dice:

    muy bonito, bien padre

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.