
Por: MarÃa Teresa Adalid — 1 de abril, 2012
La obra BerrRRinche muestra la violencia que surge entre la madre y el hijo que se ven imposibilitados a resolver sus conflictos filiales por la incomunicación e incapacidad de controlar sus emociones y reacciones, señala Hélène Ducharme, directora de Teatro Motus de Canadá.
En entrevista exclusiva para InterEscena, la dramaturga señala que su intención fue mostrar al público infantil cómo los seres humanos, en ocasiones, no podemos frenar nuestra ira, lo cual deriva en acciones y hechos que lastiman a otros.
“La problemática central que se presenta en Berrinche, no sólo tiene una dirección, porque tanto la mamá como su hijo, Samuel, están sujetos a realidades cotidianas que alejan su espacio de convivencia, como el trabajo, la escuela y otras obligaciones. Esto impide tener el tiempo necesario para intimar y con ello reducir la violenciaâ€, añade.
¿Cómo surge el proyecto BerrRRinche y cuál es el tema central que te interesa comunicar?
H.D: Tengo dos niños. Y pienso que escasamente se toca y habla de la violencia que puede surgir entre un niño y su mamá cuando el infante hace un berrinche. Yo lo considero una fuerza que se alberga en el interior y que, en lugar de enseñar a nuestros hijos a suprimir esa violencia, debemos enseñarlos a utilizarla creativamente y a controlarla.
¿PodrÃas abordar la relación entre la madre, Samuel y su tigre Sami?
H.D: Yo relaciono la ira con la fuerza de un tigre. Todos albergamos eso en nuestro interior, como si tuviéramos un tigre adentro, a veces el enojo puede rebasarnos y es ahà donde hay que poner atención. Un niño que aún no puede controlar la fuerza lo visualizo como si tuviera un tigre de compañero, pero en el caso de la mamá, cuando siente enojo ella puede sentir que se transforma en tigre, sus manos a garras, sus piernas a patas, pero sólo una parte, por eso la actriz se empieza a transformar en el escenario. Si un adulto permite que su ira se apodere de él, entonces es un adulto violento.
¿A qué se debe la falta de comunicación entre madre e hijo en la obra?
H.D: A la falta de tiempo, al estrés que nos produce el tráfico, el trabajo, los pocos espacios y tiempo de convivencia, a que no tenemos tiempo para nosotros, para reflexionar y disfrutar. La vida actual parece que nos apresura e impulsa a vivir rápido y por eso no podemos controlar nuestros tigres.
¿Los niños que no tienen una buena comunicación en el entorno familiar pueden llegar a tener repercusiones de adultos y problemas para enfrentar a la sociedad?
H.D: Es difÃcil decir. Creo que hay niños que pueden controlar su ira aunque sus papás no puedan hacerlo o bien no se les haya enseñado, en todo caso es una cuestión de supervivencia. No obstante, considero fundamental que los papás compartan con sus hijos este proceso de autoconocimiento.
¿Fue difÃcil adaptar la obra al lenguaje y costumbres del mexicano?
H.D: No, hablamos de un tema universal y utilizamos las técnicas de tÃteres de sombras y manipulación directa para contar la historia, además, trabajamos con creadores mexicanos. La adaptación de la escenografÃa la hizo Astillero Teatro, el vestuario es una creación de Mar y Sol RodrÃguez, la música es de Omar Guzmán y las actuaciones son de Paola Huitrón, Sergio Bátiz, Felipe RodrÃguez y Lizeth Rondero. Sólo los tÃteres fueron mitad mexicanos y mitad quebecenses, con la supervisión de Claude RodrÃguez. Es un remontaje de nuestra compañÃa en coproducción con FiguraT.
¿Cómo se realiza la alianza con FiguraT en México?, ¿Existen otros planes de hacer más coproducciones con otras compañÃas?
H.D: Fue un coup de foudre como se dice en francés. Es amor a primera vista. SabÃamos que debÃamos hacer un proyecto juntos. Tenemos ahora un proyecto de intercambio entre FiguraT y Motus. Estoy escribiendo una obra en Canadá que se llama: Luna, en los ojos de mi papá. Y es una obra a propósito de la inmigración de un mexicano a un nuevo paÃs del norte, cuyos habitantes son acróbatas aéreos. Formalmente es un encuentro entre tÃteres y acróbatas. Tenemos a Ernesto GarcÃa que va a actuar el personaje principal y Alejandra Odgers que va a componer la música. Los dos son del DF, y el equipo completo de creativos, acróbatas y actores son de Canadá.
Asà que padres neuras, ya saben BerrRRinche, de Hélène Ducharme es un espectáculo dirigido a niños entre 5 y 11 años, que se presenta todos los domingos –hasta el 22 de julio– en el Teatro Isabela Corona, un espectáculo para relajarnos antes de llegar al Dalay.
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hermosa obra me robo el corazon muchas felicidades