Carla Maxwell, el compromiso con la herencia artística de José Limón

Por: Claudia Magun — 1 de febrero, 2008

José Limón Dance Company, bajo la dirección de Carla Maxwell se presentó en el Palacio de Bellas Artes El pasado domingo 19 de enero, el escenario del Palacio de Bellas Artes fue el marco para celebrar la clausura de los eventos que se realizaron para conmemorar el centenario del natalicio de José Limón, una noche de Gala con la Compañía José Limón.

Creadoras, investigadoras y docentes, las personalidades cuya labor en el arte fue recompensada con la Medalla José Limón incluyeron a Isabel Beteta, fundadora del Centro Cultural Los Talleres; Martha Bracho, promotora de la danza en Sonora y la destacada intérprete y bailarina Pilar Medina.

Por su parte, Lidya Romero fue honrada por su labor como promotora del movimiento independiente de danza contemporánea en México; la trayectoria como investigador, crítico y divulgador de la disciplina le valió el reconocimiento a Alberto Dallal.

El aplauso más afectivo de la noche se escuchó para Guillermo Maldonado, destacado formador de nuevas generaciones, a quien se le otorgó el premio por su labor en favor de la danza del país. Asimismo, fue entregado un reconocimiento especial al maestro y promotor Héctor Chávez, quien ha dirigido el Festival Internacional de Danza José Limón desde hace 21 años.

Sergio Vela, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), entregó la Medalla INBAL-José Limón, a las coreógrafas Evelia Beristáin, Josefina Lavalle, Lín Durán, bailarina de talla internacional y a la maestra Guillermina Bravo, quien en su participación subrayó la importancia de rescatar el trabajo coreográfico del artista sinaloense.

José Limón Dance Company, bajo la dirección de Carla Maxwell se presentó en el Palacio de Bellas Artes Con una sala que en esta ocasión no dejó butacas vacias, el público asistió a rendir homenaje a estas figuras que gozan del reconocimiento y afecto del gremio dancístico, además de presenciar un gran espectáculo dancístico por parte del grupo neoyorkino que dirige Carla Maxwell.

En el marco de esta presentación, Interescena tuvo la oportunidad de entrevistar a esta mujer que ha trabajado por conservar la escensia del concepto estético de José Limón.

¿Qué puede decirnos sobre el programa que se presentó esta noche?
El programa consistió en tres obras maestras de Limón: Suite de Una Ofrenda Coreográfica, con música de Bach, en homenaje a la mentora de Limón, Doris Humphrey. Creada en 1964, la pieza está basada en movimientos de sus danzas y contiene variaciones, paráfrasis y motivos de catorce trabajos diferentes de Humphrey.

José Limón Dance Company, bajo la dirección de Carla Maxwell se presentó en el Palacio de Bellas Artes La segunda pieza, El Traidor (1954) con música de Gunther Schuller, utiliza la novela de Sholem Asch, “El Nazareno” como el ímpetu para su recuento de la historia de Jesús y Judas. El Traidor fue la respuesta de Limón a las audiencias de McCarthy y al clima de traición que atormentaba a las artes y el entretenimiento durante los años de 1950 en los Estados Unidos. En contra de una partitura musical de violencia, pasión y ternura, la tragedia de Judas está representada como si estuviese sucediendo hoy. Esta pieza fue recientemente reconstruida por la National Endowment for the Arts (Fundación Nacional para las Artes).

Finalmente, se interpretó Salmo (reposición en escena en 2002) con una composición musical de Jon Magnussen. Se trata del último trabajo para grupo creado por Limón. En éste, a través de una serie de rituales de ritmos y voces, Limón exhibe su genialidad en forma sinfónica.

José Limón Dance Company, bajo la dirección de Carla Maxwell se presentó en el Palacio de Bellas Artes ¿Cómo puedes explicar el legado de José Limón?
Lo que Limón nos ha dejado es un magnífico repertorio de obras de la danza que trascienden el tiempo y que son tan significativas el día de hoy como cuando él las creó. Su creencia básica en la nobleza del espíritu humano infunde a su trabajo esperanza. Algunas de sus coreografías fueron creadas como homenaje a los artistas que él admiraba particularmente como: Bach, Doris Humphrey y Frederic Chopin, mientras que otras danzas están inspirabas en personajes de la literatura que van desde Eugene O’Neill hasta William Shakespeare y Tennessee Williams.

Adicionalmente a sus coreografías, Limón nos dejó una técnica para el entrenamiento de la danza, la cual no esta codificada pero continua siendo útil para el entrenamiento de bailarines contemporáneos. La misma está basada en los principios básicos de la respiración, caída y recuperación, oposición, peso, aislamientos, movimientos sucesivos, impulsos básicos y gesticulación expresiva. Algunos se han referido a nuestra técnica como la “la técnica moderna clásica del futuro”.

¿Qué tan importante fue para ustedes presentarse dentro del contexto de la celebración del centenario del nacimiento de José Limón?
Las raíces mexicanas de Limón siempre fueron importantes para él durante toda su vida. Su coreografía siempre reflejó esto, desde uno de sus “solos” más tempranos “Danzas Mexicanas”, hasta su obra final “Carlota”. Durante su vida, la Compañía se presentó en México en 1950, 1951 y 1960. Desde su muerte la Compañía se ha presentado en México otras seis veces más. El haber podido actuar de nueva cuenta en Bellas Artes durante el centenario de José ha sido un placer y un honor.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.