Por: Arturo Carrasco — 11 de julio, 2011
¿Qué tienen en común una francesa, el mole, las telenovelas y un charro con mamitis? Virulo nos da la respuesta
Alejandro GarcÃa Villalón (La Habana, 1955), mejor conocido como Virulo, sobrenombre dado por su profesora de primaria y que después serÃa retomado por su madre, es un artista único que a lo largo de su carrera (en la que ha obtenido diversos premios y distinciones como el otorgado por el Ministerio de Cultura Cubana por su aporte al desarrollo del humor), suma a los distintos escenarios internacionales de su agenda una temporada más en el Teatro Casa de la Paz de la Universidad Autónoma de México (miércoles y jueves hasta el 21 de julio), espacio en el cual ya antes ha probado el éxito con espectáculos muy aplaudidos como, Buena Risa Social Club y Sexo soprano y castrato.
Ni conmigo ni sin mÃ, es una propuesta más de Virulo, quien con su acostumbrada ironÃa, ahora conquista al público con un toque psicológico basado en esa tendencia de los seres humanos a la autodestrucción, a hacernos daño, y en esa extraña dualidad de odiarnos y amarnos al mismo tiempo.
Para este cubano, quien fuera uno de los fundadores del movimiento Nueva Trova Cubana allá por el año de 1973, el humor representa la esencia misma de su trabajo, por lo que propone alternativas a las definiciones instituidas y declara que el humor no distrae: concentra; el humor no acepta: cuestiona; y finalmente no gratifica: inocula el veneno de la duda.
Por esta razón toda su obra se ha caracterizado por contener una buena dosis de ironÃa y humor negro. Éstas, a decir del cantante cubano, son la sal de la vida, las que le ponen gracia a las cosas y ayudan a decir más de lo que se suele advertir en la vida. “Al ironizar sobre un tema dejas abierta una puerta a la imaginación y a la fantasÃa de cada quienâ€.
Asà las cosas, su talento que ha sido reconocido en toda América y España, ha encontrado en el humor la herramienta idónea para realizar una crÃtica social y cuestionarse la vida en todas sus vertientes como la polÃtica, la sexualidad, la comida y las diferencias culturales, entre otros tantos temas que han encontrado un medio de expresión en su arte.
El cantautor, quien se define como un idealista pragmático, con el espectáculo Ni conmigo ni sin mÃ, busca reunir lo hecho en varias de sus actuaciones y discos, de tal suerte que podemos disfrutar una muestra diferente de su talento y comicidad en cada una de estas presentaciones. Asà por ejemplo recordar piezas de distintas lÃneas y sabores, por ejemplo Latin lover, amor al primer añejo, El colibrÃ, El chile habanero, El mole, Comes y te vas, Sospecho, El charro chaparro; entre muchas más de su amplio repertorio pero todas con un denominador común: la combinación de música de trova, su singular forma de interpretar, el buen humor y el colmillo fino para exponer todo y a todos con sus debilidades.
Ni conmigo ni sin mÃ, un singular concierto que ofrece algo más allá de la tradicional trova cubana, ya que si bien las distintas piezas que interpreta Virulo en estas veladas de La Casa de la Paz contienen ese ritmo de suavidad y melodioso de la música caribeña también nos dan la oportunidad de soltar la carcajada y dar al traste con la solemnidad de la polÃtica.
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Bueno me deja una tristeza no tener en la actualidad la obra de “el tÃo toto, el totomoyo”, como podrÃa obtenerla ?