
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de abril, 2010
Gala en la Sala Nezahualcóyotl con la presencia del tenor Ramón Vargas este 10 y 11 de abril.
La música suena de nuevo en una rejuvenecida y afinada Sala Nezahualcóyotl para dar inicio a la Temporada de Primavera de la OFUNAM y a las actividades musicales en general de la UNAM. Los trabajos de remozamiento, iniciados a fines del pasado año, han reportado mejoras estructurales que perfeccionan el sonido, aÃslan ruidos y hacen más funcional, cómoda y segura la construcción de manera integral. Todo en beneficio del público y de los músicos, no faltaba más.
Como la ocasión lo amerita, la reapertura será en grande con una Gala que presume a uno de los sonoros tenores mexicanos que han ascendido a categorÃa de estrellas en los escenarios internacionales, Ramón Vargas.
La noche del sábado 10 y, de nueva cuenta, el domingo 11 al mediodÃa, la OFUNAM, bajo la dirección de su aún titular Alun Francis recrearán breves pasajes sinfónicos y acompañarán a Vargas en una selección de arias belcantistas muy afectas al tenor y a su público. A todo pulmón y con muchas ganas, será una ocasión ideal para constatar las mejoras del recinto. Al menos, al sur de la capital ya tendremos conciertos mientras que en el Centro se sigue esperando por las nuevas luces del Palacio de Bellas Artes.
La Filarmónica de la UNAM estará en activo en su sede habitual hasta el 27 de junio pero antes anduvo de gira por las escuelas y preparatorias de la UNAM y realizó un periplo de actuaciones que la llevaron hasta la penÃnsula de Yucatán y zonas aledañas con un reconocimiento especial del público de esas latitudes que, en contadas ocasiones puede acceder a conciertos de este tipo.
Entre las ofertas que nos trae la OFUNAM, destacan varios estrenos en México y la inserción de ciertos compositores que no se integran en los programas tradicionales. Tal es el caso del japonés Tokuhide Niimi con su partitura Las danzas del bosque bajo la conducción del director invitado Hikotaro Yazaki. Del checo Josef Suk, una pieza poco conocida, Praga, que puede llevarnos a reconsiderar el quehacer de este bohemio músico que también escribió sinfonÃas y música de cámara de exquisitos acentos. Más allá de las fronteras checas, Suk ha caÃdo en el olvido o más bien en un desconocimiento injusto, sirva el par de conciertos del 8 y 9 de mayo para su rescate.
Les Biches o Las ciervas, una suite del ballet homónimo de Francis Poulenc se tocará después de varias décadas; otra partitura injustamente relegada que formó parte de la cauda de los Ballets Rusos de Diaghlev. En su momento, la coreografÃa y el concepto dramático del ballet fueron considerados transgresores y alarmaron al mismo sector conservador del público que padecemos en todas las latitudes.
El concierto de clausura tiene dos ingredientes para paladares de gourmet y exigencias de nuevos sabores. El estreno en México del Salmo 129 de Lili Boulanger (1893-1918), una rara avis del fin de siècle parisino y cuya temprana muerte nos privó de tantas sorpresas que de sólo imaginarlas bastan para revalorar lo poco que alcanzó a escribir.
Hermana menor de la famosa hacedora y correctora de compositores del siglo XX, Nadia Boulanger, Lili bebió del espiritualismo oriental que contagió a tantos artistas franceses y lo plasmó en obras como la Antigua oración budista y en sus Salmos de los que escucharemos el número 129. El programa se redondea con otro plato fuerte pero de proporciones pantagruélicas en comparación con el tono mÃstico de la Boulanger. Nos referimos a la Missa Solemnis de Beethoven que, con el adjetivo del tÃtulo, promete lo que realmente cumple. Obra a la vez ambiciosa y elegante, se sirve a continuación de la más delicada música francesa. Un cierre de temporada que sostiene la curva de atención del auditorio.
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