Por: Paola Zamora — 18 de mayo, 2013
Aural es un espacio que desde hace tres años presenta lo más relevante de la música experimental en el marco del FMX Festival de México en el Centro Histórico y en esta 29 edición, el jazz experimental fue más allá de los simples instrumentos y de las notas básicas de jazz, blues y swing…
El pasado miercoles 15 de mayo se presentaron Sun Ra Arkestra y Cosmic Brujo Mutafuka Trio, dos agrupaciones que no conocen las fronteras musicales cuando se trata de creatividad e innovación y, en este concierto demostraron por qué merecen estar sobre este escenario. Con una audiencia joven, sobretodo, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, se vio a su máxima capacidad como muy pocas veces y estuvo listo para ofrecer una larga noche de baile y experiencia musical.
Cosmic Brujo Mutafuka Trio, como buenos teloneros, comenzó con gran fuerza, el estadounidense Marco Eneidi en el saxofón alto, el mexicano Itzam Cano, contrabajo y el suizo Gabriel Lauber en baterÃa, ambientaron la sala con composiciones que iban desde el clásico jazz hasta la libre interpretación.
Este trÃo conforma una de las alas principales del jazz en nuestros paÃs, a medida que van avanzado en el repertorio musical, su estilo deviene en una serie de notas relacionadas entre sÃ; una especie de conexión que une tanto a los músicos como a los espectadores.
Durante más de media hora, complació a los asistentes con solos de baterÃa que alternaban con intervenciones del contrabajo o del saxofón. Más de uno quedó impresionado con la organización y secuencia que el free jazz tiene, pero lo más agradable fue el apoyo y recibimiento por parte del publico asistente, el cual, poco a poco empezaba a calentar motores para la llegada del acto principal.
No es fácil estar en el escenario con una gran agrupación como lo es Sun Ra Arkestra, mucho menos estar frente a un teatro que a simple vista estaba ansioso por más jazz, pero Cosmic Brujo Mutafuka TrÃo supo salir con la frente en alto, agradeciendo con una increÃble actuación musical la oportunidad de ser parte de un espacio como lo es Aural o el FMX.
Asà llegó el tiempo de Sun Ra Arkestra, esta banda que en en verdad tiene algo especial, no sólo por sus integrantes, sino porque su concepción estuvo plagada de misticismo y armonÃa. Esta agrupación fue fundada a mediados de los años cincuenta en Chicago por el tecladista Herman Poole Blount (1914-1993), quien tras declarar que procedÃa del espacio y que era un ser celestial, se bautizó a sà mismo como Sun Ra, haciendo alusión al Dios solar egipcio.
Tan prolÃfico como controversial, Sun Ra es considerado como el pionero del afrofuturismo y promotor del despertar de la conciencia y la paz universal a través de la música. Para tal visión necesitaba un grupo que compartiera los ideales espaciales y mÃsticos, por ello fundó “Arkestraâ€, que significa unión de “arca†y “orquestaâ€, un tÃtulo muy sugerente para esta banda que tiene una clara inclinación por el jazz, la mezcla de sonidos espaciales y cosmo-religiosos.
“El jazz es algo que se ha desarrollado a través del tiempo, de diferentes estilos y géneros y con cada generación va cambiando. Cuando empezamos a tocar, la gente no entendÃa lo que estábamos haciendo, tomó una generación para que lo hicieran, por eso creo que la gente joven puede apreciar más nuestra música, les encantaâ€, dijo en entrevista el saxofonista Marshall Allen, actual lÃder de la banda.
La tercera llamada anunció lo esperado, se escuchó la emoción de la gente que empezó a tomar sus lugares, nadie quizó perderse ni un segundo y es que presentaciones como éstas solo suceden en muy pocas ocasiones, ya que ser parte de uno de los actos en vivo con mayor fuerza espiritual, musical y social, no es algo cotidiano. Las luces se apagaron y el silencio invadió el escenario del Teatro de la Ciudad.
Un escenario, 14 lugares con los instrumentos iluminados uno a uno y los músicos con trajes coloridos que remontan a un futuro no muy lejano tomaron el escenario sin más preámbulos. El calor se incrementó dentro de la sala, la primera nota salió del saxofón y los cuerpos comenzaron a moverse ligeramente. DifÃcil decidir entre pararse a bailar o quedarse sentado y admirar a las leyendas. La siguiente nota no esperó más y todos se dejaron llevar.
El Teatro de la Ciudad se inundó de una magia que serÃa inútil describir, era tanta la admiración por la agrupación que muchos no podÃan creer que tuvieran más de 50 años tocando esa clase y nivel de jazz. El hard bop sin duda estaba en las canciones, pero la influencia del swing y de los sonidos cósmicos era más sobresaliente, era imposible quedarse quieto. Se antojaba tanto poder tocar la música que más de uno se paró a bailar e incluso se acercó al escenario.
De repente los sonidos cósmicos abarcaron todas las composiciones; el baile y las proyecciones simples pero concisas transportaron a los asistentes a otro mundo, uno más allá de la tierra. Cada integrante le aportó su toque de talento y creatividad al espectáculo pero todos con el mismo objetivo: hacer que la música trascendiera por un camino de tranquilidad y armonÃa.
Llegados a este punto, habÃa una extraña sensación en el aire, el beat era tan rápido que aceleraba pero la letra era tan tranquila que calmaba, una combinación que solo Sun Ra Arkestra puede lograr, gracias a su larga y legendaria trayectoria musical.
Sun Ra Arkestra se despidió y una velada que combino baile, conciencia y talento terminaba entre aplausos y gritos. Fue más de un minuto en el que los asistentes no dejaban de pedir más y más a los músicos pero era momento de retirarse. Todos quedaron satisfechos y extasiados, comentando lo que habÃa sucedido minutos antes. Noches como esa, pocas veces se repetirán en el Distrito Federal, bandas como Sun Ra Arkestra, ninguna.
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