Ramón Vargas: 30 años dedicado al canto

Por: Enrique R. Mirabal — 18 de octubre, 2012

30 de octubre: Gala de aniversario en Bellas Artes…

Todas las celebraciones posibles para reconocer el talento son bienvenidas y, cuando se trata del tenor más internacional de México, está muy bien tirar la casa por la ventana (en ello confiamos). Tal es el caso del Homenaje a Ramón Vargas que las autoridades del INBA, la Ópera y el Palacio de Bellas Artes, su cuna, han organizado para la ocasión del trigésimo aniversario del inicio de una carrera, a todas luces y a todas voces, exitosísima.

Vargas, considerado uno de los cimeros tenores líricos a la vuelta del siglo y uno de los más solicitados en las grandes casas de ópera del mundo, debutó, modestamente, en su país natal, cuando apenas contaba con veintidós años, edad en la que aún muchas voces no se definen pero, la suya, entonces contaba con la proyección necesaria y era una especie de adelanto de lo que vendría con mucho estudio y fogueo en Europa.

Los orígenes, trivia al uso para comenzar biografías sentimentales, no podían ser más celestiales. Niño cantor en la Basílica de Guadalupe, cual querubín de iglesia barroca mexicana, dio sus primeros trinos en la liturgia y, nos imaginamos, con el repertorio popular entre amigos y parientes durante festividades.

El concurso de canto que aún da a conocer nuevas voces en México, el Carlo Morelli, fue su primer reconocimiento público al ganar el primer lugar en 1982. Debut operático el mismo año en Monterrey con Haydn y después, Bellas Artes con el Fenton del Falstaff de Verdi, en una producción que, si mal no recordamos, llevaba en el papel central al prematuramente desparecido y magnífico Guillermo Sarabia.

Quien esto escribe, lo escuchó por primera vez como Don Ottavio en Don Giovanni, dirigido escénicamente por Juan Ibáñez. Sentimientos encontrados: descubrir a prometedor tenor debutante en una puesta esperpéntica -no en el sentido valleinclanesco- como pocas ha habido en Bellas Artes.

De México a Austria a estudiar duro y constante, entrenamiento de rigor en Lucerna y el gran salto a Italia vía la Scala, y, después, el Met neoyorquino y la ruta de la fama bien ganada por los cuatro puntos cardinales. Ramón Vargas comenzó con Verdi y Mozart para moverse después en el repertorio belcantista con singulares resultados con Donizetti, Rossini y algo de Bellini.

Con apenas tres o cuatro títulos en el repertorio francés, Werther, Fausto, Manon, es considerado un referente en esta corriente operática; sin embargo, el verismo no le ha llamado mucho la atención o no lo ha considerado adecuado para su tesitura. Aparte del Rodolfo en La Bohéme, se ha acercado a Tosca y, próximamente abordará el repertorio alemán con El caballero de la rosa de Richard Strauss.

La gala de aniversario a efectuarse en Bellas Artes, repite el esquema aplicado en otras similares, especialmente una en honor a Pavarotti –a quien sustituyó en famosa función del MET que catapultó la carrera del mexicano- con selecciones de las óperas punteras en el repertorio del tenor. Habrá invitados especiales que han ocupado un lugar en la carrera del cantante, amigos y la soprano María Alejandres a quien ha apoyado desde el inicio de su carrera y que lo acompañara en el Concierto mexicano el pasado septiembre en el Auditorio Nacional.

Habrá muchas arias de bravuras, guiños con el público, esperados encores (Granada, por supuesto) y toda una legión de colegas, amigos y fans que lo han seguido dentro y fuera del país en estos últimos 30 años. Hay Ramón para rato, futuros papeles, cambios inevitables en el registro vocal y muchas sorpresas. Enhorabuena al Maestro.

Ramón Vargas Gala Homenaje
30 Aniversario de trayectoria artística

30 de octubre 2012

Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes
Director concertador: José Areán
Director de escena: Cesar Piña

Programa:
Primer acto de La boheme de Puccini
Primer acto de El elíxir de amor de Donizetti
Gala de Celebración

Cantantes invitados:
Ainhoa Arteta, María Alejandres, Lourdez Ambríz, Lecticia de Altamirano y Zaira Soria, sopranos
Encarnación Vázquez y Guadalupe Paz, mezzosopranos
Octavio Arévalo y José Guadalupe Reyes, tenores
Jesús Suaste, Jorge Lagunes y Óscar Sámano, barítonos
Rosendo Flores, Ricardo Gálvez y Charles Oppenheim, bajos