Por: Enrique R. Mirabal — 6 de septiembre, 2014
Septiembre mes de los grandes eventos… Lunes 8 en el CENART y martes 9 en el Auditorio Nacional. Dos conciertos de lujo dirigidos por Vladimir Ashkenazy, una de las batutas más prestigiada de la escena orquestal europea.
Para iniciar su gira latinoamericana, la Philharmonia Orchestra del Reino Unido ha tenido el buen tino de escoger a México como su primer puerto de entrada. No es ocioso recordar la solidez y persistencia en la vida musical de esta agrupación fundada por el mÃtico promotor musical de EMI, Walter Legge, en 1945, al término de la Segunda guerra mundial.
Los años de crecimiento y maduración de la Philharmonia Orchestra comandados por Legge terminaron en 1960 pero la orquesta continuó su consolidación iniciada con la entrada del alemán Otto Klemperer quien definió el sonido y la impronta del conjunto, si bien es cierto que antes habÃan pasado por el podio Beecham, Toscanini y los recién desnazificados Furtwängler y Karajan (extraños caminos tienen el pentagrama y las disqueras).
Después de la renuncia involuntaria de Klemperer en 1971, el ensamble británico ha tenido la suerte de contar con diversos directores de singular sensibilidad como el recién fallecido Lorin Maazel, Mutti, Sinopoli, von Dohnányi, hasta la contratación en 2008 y hasta la fecha del finlandés Esa-Pekka Salonen.
Vladimir Ashkenazy, un habitual colaborador ha recibido el nombramiento de laureado equivalente a director huésped frecuente como en el caso de esta gira latinoamericana. Ashkenazy es bien conocido del público mexicano como pianista y director. Hubiera sido una feliz coincidencia que juntara sus talentos en una misma obra como acostumbra hacer dirigiendo desde el piano tanto a Mozart como a otros compositores.
En esta ocasión, la Philharmonia ha escogido dos programas marcados por los rasgos caracterÃsticos de dos grandes escuelas de la música clásica: la alemana y la rusa. En el primer programa el lunes 8 en el CENART, Auditorio Blas Galindo, salvo la pieza de concierto inicial, La ascensión de la alondra, del británico Vaughan Williams en la que podremos calibrar la fama ascendente de la violinista Esther Yoo, el resto es alemán: el Concierto Emperador de Beethoven con Nelson Freire al piano y el cierre con la Primera sinfonÃa de Brahms.
La segunda noche, el martes 9 en el Auditorio Nacional, el programa es absolutamente ruso: extractos (o solamente la Obertura) de Ruslan y Ludmila de Glinka (generalmente reservada para encore) para seguirse con un todo Tchaikovski: el Concierto para violÃn con Esther Yoo, una vez más como solista y la Quinta sinfonÃa para finalizar.
Obviamente, para un público asiduo a las salas de concierto y que gusta de lo seguro, estas obras satisfacen sus expectativas. La tendencia que hemos confirmado en las giras de este tipo de agrupaciones con todo el potencial para atacar diversos repertorios es no asumir riesgos con obras menos conocidas o más difÃciles de asimilar; corolario: “el público latinoamericano no gusta ni está listo para recibir música más allá de los caballitos de batalla de siempreâ€, han de pensar.
Coincidencias en esta gira: la violinista Esther Yoo, nacida en 1994, ha ganado varios premios internacionales antes de cumplir los 20 años. El director, Vladimir Ashkenazy (1937), como pianista fue un joven ganador de primeros premios en los importantes concursos Reina Elisabeth y Tchaikovski.
Por su parte, el brasileño Nelson Freire, nacido en 1944 fue un niño prodigio de privilegiada memoria como para tocar obras difÃciles a los cuatro años de edad. A los doce, en 1957, ganó un premio en Brasil tocando el Concierto Emperador de Beethoven, el mismo que escucharemos esta vez pero contando el concertista con setenta años.
Freire ha llevado una fructÃfera carrera internacional en conciertos y recitales, ha tocado en las principales salas del mundo y ha sido acompañado por las más importantes orquestas dirigidas por batutas de primera lÃnea. Con un vasto repertorio clásico y contemporáneo e innúmeras grabaciones, podremos escucharlo después de cuarenta y nueve años de su primera visita a México, en 1965, contratado por la Asociación Daniel para reemplazar al renombrado Alexander Brailovsky. Fue el primer contrato oficial en su vida profesional. Bem-vindo, Nelson!
Philharmonia Orchestra
Director invitado: Vladimir Ashkenazy
Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes
Lunes 8 de septiembre, 20 horas
PROGRAMA
* Ralph Vaughan Williams: La ascención de la alondra†(The Lark Ascending)
Solista: Esther Yoo, violÃn
* Ludwig van Beethoven: Concierto para piano No. 5 en mi bemol mayor, Op. 73 “El emperador”
Solista: Nelson Freire, piano
Intermedio
* Johannes Brahms: SinfonÃa No. 1 en do menor, Op. 68
Auditorio Nacional
Martes 9 de septiembre, 20:00 horas
PROGRAMA
* Mijail Glinka: Selecciones de la ópera Ruslan y Ludmila
* Pyotr Ilyich Tchaikovski: Concierto para violÃn en re mayor, opus 35
Solista: Esther Yoo, violÃn
Intermedio
* Pyotr Ilyich Tchaikovski: SinfonÃa No. 5 en mi menor, opus 64
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