Órgano Monumental del Auditorio Nacional, una evocación fiel a la música creada para este intrumento

Por: Claudia Magun — 6 de febrero, 2016

El órgano –un instrumento que desde sus orígenes y hasta nuestros días, después de siglos, no se ha transformado en su concepción más básica– ha sido relacionado con la música sacra, sin embargo en su repertorio alcanza un extenso catálogo de obras profanas que los autores han dedicado sus composiciones desde el periodo barroco.

Son piezas que en su sonoridad llevan al igual el dramatismo, que la alegría de las notas, elementos musicales que hacen de este instrumento un atractivo para el escucha, pero por su enorme volumen y como consecuencia de esto su música ha sido arrinconada a espacios más bien religiosos, sobre todo en nuestro país, porque en la mayoría de las grandes salas de música del mundo se descubre un significativo órgano que forma parte de las programaciones culturales de los recintos.

En la Ciudad de México uno de los foros que se enorgullece por tener un órgano de máxima calidad –se dice que fue fabricado por la empresa alemana Laukhuff– es el Auditorio Nacional. Una vieja historia que inicia con el proyecto del Palacio de Bellas Artes, pero a consecuencia del paro de la construcción por la época revolucionaria y los cambios sufridos en sus instalaciones arquitectónicas su instalación no tuvo cabida y se abandonó el proyecto y el maravilloso instrumento acabó abandonado.

Tuvieron que pasar muchos años para que –hasta 1956– el Gobierno Federal aprobó que se aprovecharan los antiguos componentes y se compraran nuevos materiales para complementar su instalación en Auditorio Nacional. Así, fue inaugurado el 23 de noviembre de 1958, con un concierto donde el maestro Jesús Estrada se encargó del programa inaugural y con esto prosiguieron conciertos regulares.

Con los años y las irregularidades de la programación del Auditorio, el destino del órgano regreso al rincón. Pero, su historia no sucumbió, de nuevo el 26 de Octubre del año 2000 se reinauguró el Órgano Monumental del Auditorio Nacional en la ciudad de México, con un magno acontecimiento, en el que se contó con la presencia de cinco destacados organistas, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez dirigidos por el maestro Enrique Barrios.

Hoy después de cinco años con presentaciones esporádicas, este notable instrumento –que en abril de 2008 festejó sus 50 años– por sus dimensiones, su calidad y su pluralidad sonora, se escuchará una vez más en un Magno Concierto donde participarán dos destacados organistas: el italiano Davide Pinna –músico invidente que funge como titular en la Iglesia Mater Ecclesiae de Sassari (Isla de Cerdeña)¬ y uno de los organistas más destacados del país, Víctor Urbán, quien se caracteriza por el amor y el respeto que profesa a este instrumento y lo honra con una intensa labor de difusión de su repertorio.

Un programa mañana domingo 7 de febrero que consta de dos partes, en la primera que estará a cargo de Davide Pinna, el público podrá escuchar Toccata y fuga en Re menor BWV 565, de Johann Sebastian Bach; The Lost Chord de Arthur Sullivan; y Suite Gótica del fránces León Boellmann.

En la segunda parte del concierto la Orquesta Filarmónica de Toluca (OFiT), dirigida por Gerardo Urbán y Fernández, enmarca la interpretación de Víctor Urbán –organista titular del OMAN– que ha escogido un programa que integra la obertura Poeta y Campesino de Franz Von Suppé; Retablo Medieval: Concertino de Miguel Bernal Jiménez; y el Final de la tercera. Sinfónia Op. 78, de Camille Saint Saëns.

Concierto Magno del Órgano Monumental del Auditorio Nacional, una oportunidad para disfrutar de la música a través de la presentación de dos protagonistas que con su profundo conocimiento y sensibilidad interpretativa nos llevan por un paseo sonoro en una evocación fiel de la música que integra este programa que rememora algunos de los autores más representativos de este histórico instrumento.