Ojos de Brujo, la rumba y fusión del nuevo flamenco

Por: Susana Fernández — 1 de febrero, 2007

Desde la primera visita de Ojos de Brujo (ODB) en nuestro país, en una de las pasadas ediciones del Festival de México en el Centro Histórico, esta singular agrupación española cambió el significado del flamenco para quienes éramos sus escuchas por primera vez. Y es que al escucharlos, sentirlos y bailarlos, esta banda demuestra que posee algo más que combinaciones sonoras, es una forma de entender la música como elemento aglutinante de sonidos, ritmos y colores.

Con una energía desbordante y una amalgama de notas donde se escucha algo de lo más representativo de la música española como la pasión desbordante del llamado “cante hondo” o el palmao, ODB combina además otros géneros más disímbolos como la rumba, el reggae o el hip hop, agregando así algunos de los ingredientes de la multiculturalidad que se vive cotidianamente en la península ibérica.

A decir de sus integrantes, la música de ODB se origina al investigar los puntos en común entre el flamenco y otras formas musicales y encontrar entre ellas una fusión natural sin ninguna fórmula preconcebida.

Con una, relativa, corta historia que inició en 1999, cuando grabaron su primer disco Vengue (Duende en caló gitano), esta agrupación española ha logrado seguir avanzando con una propuesta musical que ha encontrado eco en diferentes partes del mundo, desde Japón, pasando por México, Colombia o Marruecos hasta llegar a Hungría, Francia o Alemania.

Así su nombre ha ido familiarizándose en los programas de los festivales más importantes de jazz, rock y world music. Ahora con la presentación de su tercer producción discográfica Techarí, que significa Libre en su lengua gitana, ODB vuelve con toda esa carga de mestizaje y alegría que los caracteriza. Entre algunos de los temas que contiene Techarí destacan: Sultanas de Merkaíllo, Runalí, Silencio, No somos Máquinas y Corre Lola Corre, entre otros.

Con Techarí, la banda ha sido nominada, de nueva cuenta, a los BBC Music Awards 2007, hecho que reafirma la calidad y aceptación que tiene su trabajo y que demuestra, una vez más, que la música es un idioma universal. A decir de la crítica, “Techarí es la actitud ante lo que sucede en el mundo, es la sensualidad de las cosas pequeñas…”.

Es así, que con esta nueva producción Ojos de Brujo, “los hijos de la rumba callejera y el flamenco políglota celebran la libertad, la sensualidad de la música y la riqueza del ritmo contagioso”, se presentan en nuestro país para contagiar con su música el próximo 20 de febrero en la Rivera Maya y el 22 en el Salón 21 de la Ciudad de México.

Ojos de Brujo es el quejío del flamenco y la fiesta de la experimentación sonora. Música nómada y mestiza recorriendo las calles de las capitales del mundo como una nave de locos, comunicando, creando y festejando. Techarí… libertad.