
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de octubre, 2015
Para todos los gustos pero con especial dedicatoria a los amantes del bel canto, en este inicio de otoño, habrá muchas oportunidades en el Auditorio Nacional para escuchar a las grandes grandes voces que triunfan en los escenarios del mundo. Para empezar, el martes 6, a las 20:30 horas, en una gala de apertura de jornadas peruanas en México, Viva Perú 2015, reaparece el tenor ligero más importante de las últimas tres décadas, Juan Diego Flórez, poseedor de una bella e inconfundible voz que alcanza el registro agudo con facilidad y destreza, siempre virtuoso y carismático sobre la escena.
Flórez, quien de muy joven se inició cantando covers de los Beatles y Led Zeppelin, ha estado en el Auditorio a teatro lleno y también ofreció, en su primera visita al paÃs, un concierto memorable en la Sala Nezahualcóyotl. Especialista en bel canto, de Rossini al primer Verdi con múltiples incursiones en su predilecto Donizetti, estos serán los compositores recurrentes de la noche, sumando a Bellini y quizás a Mozart. Tratándose de una celebración peruana en México, no faltarán canciones del paÃs andino y ya sabemos cuál florido tÃtulo estará en el programa o como encore de la noche.
El paso de Juan Diego Flórez por México, en medio de una apretada agenda de conciertos a ambos lados del Atlántico, nos demuestra su interés por reavivar acá su presencia, máxime cuando se ha señalado a un tenor mexicano, Javier Camarena, como su sucesor en los próximos años.
Sin necesidad de comparaciones ni de fanatismos, Flórez ya tiene más que ganado su lugar en la lÃrica y, como pudimos escuchar recientemente, mantiene intacta su voz y su frescura escénica. Siempre es bienvenida una alternancia que, a fin de cuentas, nos beneficia a todos y, en primer lugar, a los tenores mencionados. Hay lugar para todos y muchos años por delante para corroborarlo.
La muy esperada temporada de Ópera en vivo desde el MET de New York comienza el sábado 3 de octubre con una de las óperas consentidas del gran público, El trovador, de Giuseppe Verdi, ópera que junto con La traviata y Rigoletto conforman la trÃada perfecta de la primera etapa de éxitos consecutivos del compositor italiano. Il trovatore se estrenó en Roma en 1853 y podrÃamos afirmar que, desde entonces, no ha dejado de cantarse, dentro y fuera de Italia, en las temporadas anuales de los grandes y pequeños teatros de ópera del mundo.
No es para menos. Aparte del argumento salpicado de personajes novelescos y un exaltado dramatismo que siempre logran emocionar a la audiencia, las melodÃas de la ópera, aun para quienes las hemos escuchado un sinfÃn de veces, siempre nos sorprenden por su enorme fuerza y una lÃnea de canto que no parece agotarse en ningún momento. Imparable, siempre efectiva y difÃcil de olvidar por un buen rato, las arias, dúos, concertantes y coros de El trovador forman parte del inconsciente del melómano y nadie pretenderá borrarlas.
Un ingrediente extra para esta función del sábado 3 de octubre, que comienza a las 12 horas del mediodÃa, es el reparto que la conforma, dos cantantes rusos muy conocidos del público mexicano por haber pasado en varias ocasiones por el Palacio de Bellas Artes de esta capital, la soprano Anna Netrebko y el barÃtono Dmitri Hvorostovsky, bajo la dirección de Marco Armiliato. Además, la oportunidad de poder calibrar a tenor surcoreano Yonghoon Lee, joven tenor asiático con importante presencia en los escenarios operÃticos, asà como revisar la puesta que hace unos años pudimos ver en el Auditorio, en aquella oportunidad con Sondra Radvanovsky como Leonora.
Una pieza que ya es un obligado, Carmina Burana regresa al Auditorio bajo la dirección musical de Alondra de la Parra y los bailables a cargo de danzantes cubanos de la compañÃa Danza Contemporánea de Cuba en una coreografÃa creada por George Céspedes y el bailarÃn Rasta Thomas como invitado de lujo.
La cita el miércoles 7 y jueves 8 de octubre en el escenario del Auditorio, una producción que entreteje la belleza del arte de la danza, la armonÃa coral y la música del compositor alemán Carl Orff para que el espectador se sumerge en la poética de los cantos medievales.
La convocatoria es segura pero ya es hora de pensar en otras obras con idénticas posibilidades de concebir un espectáculo llamativo y lucidor. La nueva sacerdotisa de la danza contemporánea, la española Blanca Li, invitada al Festival Cervantino, hará una parada en el D.F., el lunes 19 de octubre, para dejarnos ver su aclamada creación Robot!, la cual, como su nombre lo indica, está plagada de androides que danzan y hacen música. Esperemos que no se repita la constante de las historias de ciencia ficción: la rebelión de las criaturas.
La segunda ópera que nos llegará desde New York es Otello, también de Verdi. A diferencia de El trovador, ésta es una ópera de la última etapa creativa del compositor, más asentado, reflexivo y consciente de haber asimilado otras corrientes de la segunda mitad del siglo XIX, con especial interés en Wagner, de quien renegó durante muchos años para terminar reconociendo su importancia en la música post-romántica.
Con la conducción de Yannick Nézet-Séguin, Otello se presenta el miércoles 17 de octubre, con la actuación del tenor Aleksandrs Antonenko como protagonista y la soprano Sonya Yoncheva interpretando el papel de Desdemona.
Por suerte para el espectador sensato y quien esto escribe, hartos de llamaradas de petate disfrazadas de vanguardia, hemos visto algunas fotos de las puestas en escena que nos tocarán en esta nutrida temporada y, prometen no defraudar lo que siempre esperamos de las óperas del MET: grandes voces y espectáculos deslumbrantes e imaginativos que compitan por los aplausos.
El sábado 31, a las 10:00 horas (temprano, por la duración de la obra), le toca a Richard Wagner, deleitar a la audiencia con su mágica Tannhäuser, con James Levine como director y la presencia del tenor sudafricano Johan Botha de la mano de la soprano alemana Eva-Maria Westbroek en el papel de Elisabeth.
Para el dÃa 31 de octubre, a las 20.00 horas, a manera de brillante cierre de este mes, el hispanomexicano Plácido Domingo, celebrará los primeros 55 años de su debut en México y, por ende, de su sostenida carrera como tenor que comenzó cantando en la tesitura de barÃtono y que, después de décadas de ser el tenor más solicitado y consentido por el mundo de la ópera y también de la canción popular y la zarzuela, ha incorporado personajes de barÃtono en sus más recientes presentaciones. No es la primera vez que Plácido canta en el Auditorio, de hecho, ésta será su quinta ocasión y, para variar, será tan exitosa como las anteriores.
No sabemos cuál será el programa pero, con seguridad satisfará a todos y no desilusionará a nadie. PodrÃa ser que nos presente algo de su último trabajo discográfico, Encanto del Mar, un mundo mágico lejos del dramatismo de la escena operÃstica donde Plácido Domingo fusiona música de varias culturas mediterráneas, con canciones como Dominio, Mediterráneo y Aranjuez de RodrÃguez.
Una producción Ãntima acompañada por un ensamble pequeño que lo acompaña en una atmósfera diferente a lo que antes han escuchado sus admiradores. Lo que sà podemos asegurar es que tendremos que estar ahà y coincidir con Consuelito Velázquez, como si fuera esta noche la última vez…
De lo poco en la Ciudad de México, por aquellos de los cortes de presupuesto, Octubre en el Auditorio Nacional nos reserva la presentación de dos grandes tenores, Juan Diego Flórez y Plácido Domingo, cada uno en sendos conciertos; transmisiones en vivo de ópera del MET; y danza contemporánea con Carmina Burana y la invitada cervantina Blanca Li. Nada mal para los gustosos de los buenos espectáculos en la capital…
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