London Sinfonietta estrena XLIII Memoriam Viverem de Marisol Jiménez

Por: Claudia Magun — 22 de octubre, 2015

En el marco de la línea tematica de Transiciones que promueve el Festival Internacional Cervantino, el Palacio de Bellas Artes tendrá como invitado hoy jueves 22 a la London Sinfonietta, una presentación enmarcada dentro del Año Dual México-Reino Unido que tendrá posteriormente un concierto en el Teatro Juárez el sábado 24 de octubre.

“El FIC es un espacio de fiesta pero también es un espacio para reflexionar sobre la realidad mexicana y del mundo a través del arte. Hemos creado ejes temáticos vinculados con México como: Artistas en zonas de violencia, Fronteras y, en este año, Transiciones, para hablar sobre las crisis. Esa misma perspectiva nos hace que sea inevitable que un hecho tan doloroso como el de Ayotzinapa tenga un eco en el Festival Cervantino”, Jorge Volpi, director del Festival Internacional Cervantino.

En su presentación en Bellas Artes, que es dirigida por Garry Walker, el público escuchará a esta agrupación fundada en 1968 y especializada en música contemporánea con el estreno de dos obras mexicanas: XLIII Memoriam Viverem, pieza creada por la compositora mexicana Marisol Jiménez dedicada a los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y en general a todos los desaparecidos en el país; y Acoussence, obra que se presentó el año pasado en el Festival de Música Nueva Manuel Enríquez interpretada por el Ensamble Cepromusic.

La primera, es una obra que a juicio de Walker, es “muy experimental y actual con técnicas extendidas, suave y abstracta donde los sonidos se evocan con instrumentos tradicionales, como violín, piano o chelo, de formas bizarras. La obra crea un muy interesante paisaje sonoro”.

“Es interesante porque incorporará elementos no convencionales, lo que llamamos técnicas extendidas, que significa esa exploración que hacen los compositores para tratar de sacar otro tipo de notas a los instrumentos”, Garry Walker.

El segundo estreno, Acoussence, se trata de una pieza de Enrico Chapela, quien en palabras del Coordinador nacional de Música y Ópera del INBA, José Julio Díaz Infante, “es, desde hace varios años, un compositor mexicano muy importante, al grado de que es el único connacional vivo que está editado por el sello discográfico Boosey & Hawkes”.

Desde su fundación en 1968 –con el estreno de The Whale de Sir John Tavener bajo la conducción de David Atherton patrono de esta institución con base en Londres–, la London Sinfonietta ha comisionado alrededor de 300 obras y estrenado cientos más en conciertos realizados en Gran Bretaña y alrededor del mundo. Su apuesta es por la música contemporánea y no por partituras clásicas.

“Hay un grave peligro con la industria de la música clásica. Se ha vuelto como un museo de obras muertas lleno de esqueletos. En la historia de la música clásica los compositores como Beethoven y Mahler vivían su aquí y su ahora. Nosotros estamos en nuestro tiempo. Es muy emocionante estar tocando siempre música nueva que nadie más ha escuchado antes. Si se revisan los programas de las orquestas, casi no hay estrenos. No estamos oyendo música nueva. Los prejuicios existen y seguirán existiendo, pero la música contemporánea debe seguir adelante”, Garry Walker.

La presentación de la London Sinfonietta, hoy jueves 22 de octubre, en el Palacio de Bellas Artes –que además se apreciará en noviembre en el Huddersfield Contemporary Music Festival, en Gran Bretaña– se lleva a cabo con la participación de 23 integrantes del ensamble inglés en un programa donde además de las dos composiciones mexicanas se complementa con el estreno de Chamber Symphony No. 2 The Australian de Laurence Crane; además de la interpretación de las piezas Wonderful No- Headed Nightingale, de Luke Bedford; Contraflow, de Colin Matthews, y Carmen Arcadiae Mechanicae Perpetuum, de Sir Harrison Birtwistle.

La filosofía que dio origen a la London Sinfonietta se basa en el compromiso que tiene con la música que crean los autores de nuestro tiempo, percepción que consigue al yuxtaponer sonoridades que seducen a escuchas en busca de opciones sonoras más abstractas que ante la prueba del tiempo consigan perdurar en la memoria del público.

“El problema con la música que se va a tocar por primera vez es que no se puede saber si va a durar o no. Habría que dar la oportunidad a las obras contemporáneas de escucharlas más de una vez, para saber si realmente nos dicen algo. La verdadera calidad es un proceso muy parecido al nacimiento de un niño y a veces es muy doloroso”, Garry Walker.