
Por: Miguel G. Calero — 12 de marzo, 2018
“Gracia asombrosa/ qué dulce es el sonido/ ¡Que salvó a un desgraciado como yo!/ Estuve perdido/ pero ahora me encontré/ Estaba ciego/ pero ahora puedo ver./ Fue la gracia/ que le enseñó/ a mi corazón a temer/ y la gracia/ mis miedos alivió/ Que preciosa/ fue esa gracia al aparecer/ ¡El momento en que creÃ/ por primera vez!”, fragmento de Amazing Grace, considerado uno de los himnos más importantes de la tradición cristiana del autor inglés John Newton.
Esta fue la impactante letra elegida por la cantautora Lizz Wright para iniciar su concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la noche del viernes 9 de marzo. La increÃble música del sur de Estados Unidos contenida en el álbum Grace, catalogado por la revista The New York Times como “uno de los mejores en el 2017”, marcó el comienzo de una velada donde la belleza sonora y lÃrica tocó de forma especial el alma de aquellos que tuvimos la fortuna de ser partÃcipes de esta celebración.
Una presentación cálida enmarcada en el Festival del Centro Histórico que permitió conectar de forma Ãntima con la llamada “Diva del Soul”, Lizz Wrigth, considerada una de las voces más icónicas de la música góspel en la actualidad, un referente contemporáneo obligado para conocer la evolución que ha tenido la música afroamericana en el siglo XXI.
La combinación natural que converge en esta artista del jazz, el soul, el rock y el blues tiene un toque sin duda contemporáneo y cosmopolita que conjunta historia, ciudad, campo, naturaleza… ¡Ella y su voz son el exponente de dos siglos de música tan subversiva como espiritual!
La experiencia de este concierto fue una deliciosa mezcla estética donde la música, más allá del magnÃfico ensamble de voz e instrumentos, significó para el público un mensaje de amor y esperanza. AhÃ, en el Teatro de Ciudad se sintió la herencia cristiana del espiritual negro, la subversión del jazz y el blues como estilos contraculturales y ese contenido de gratitud y vida que parecen estar fuera de lugar en tiempos como estos.
En este concierto, Lizz Wrigth, con la actitud de quien hace un obsequió valioso, nos regaló más que la letra de canciones clásicas de las iglesias y de la música afroamericana, con su voz nos regaló su fe y su herencia expresada de forma personal, ese momento más Ãntimo en que eleva su voz a su Dios.
Grace. La nueva voz del Góspel, Jazz y American Roost fue el tÃtulo del concierto con el que Lizz Wrigth nos compartió momentos llenos de sorpresas que descubrÃan nuevas sonoridades clásicas. Cada pieza significó un momento especial que nos transportó a tiempos y lugares distintos, para aquellos que conocÃan esta música que nació en tierras estadounidense o para aquellos que la escuchaban por primera vez, la realidad se esfumó, cada nota musical era como un pincel que dibujaba pasado y presente de la historia afroamericana.
La fe, la lucha y el amor por la vida han sido los agentes de unidad de un pueblo que por años ha librado batallas y ha luchado por victorias que sigue acumulando; para Lizz Wrigth el proyecto continúa, su voz es sÃmbolo de resistencia, de amor, de contracultura y de un mensaje que contiene vida en un mundo de violencia y desesperanza.
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