
Por: Colaborador Invitado — 25 de enero, 2014
La obra fue escrita en español ex profeso para instrumentos tÃpicos y en esta ocasión el propio autor participará como solista con la jarana huasteca y jarocha, junto a Guillermo Soriano y Emilio Perujo, en los guitarrones. La dirección concertadora estará a cargo del maestro Arturo Quezadas Luna, director artÃstico de la Orquesta TÃpica.
Como un reconocimiento a la importancia del color particular que brindan los instrumentos tÃpicos nacionales, el compositor mexicano Jesús EchevarrÃa, creó en 1997 la obra Misa mexicana, pieza de largo aliento con siete movimientos, que será recreada en una función especial, el próximo viernes 31 de enero, con la Orquesta TÃpica de la Ciudad de México, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY).
En esta ocasión el propio Jesús EchevarrÃa participará como solista en la jarana huasteca y jarocha, junto a Guillermo Soriano y Emilio Perujo, en los guitarrones. Asimismo se contará con las voces de la soprano Ivonne González, la mezzosoprano Jennifer Sierra, el tenor Enrique RodrÃguez y el barÃtono Raúl Torres. La dirección concertadora estará a cargo del maestro Arturo Quezadas Luna, director artÃstico de la Orquesta TÃpica.
Jesús EchevarrÃa compartÃo en entrevista que la idea e inspiración para componer esta pieza, surgÃo al darse cuenta que la misa es uno de los musicales más antiguos que sigue vigente y que cumple una necesidad social.
“En mi estancia en Baja California observé que habÃa misas para bendecir los viñedos o bodas, entre otras celebraciones, es decir, observé que la sociedad requiere esta música, pero también al mismo tiempo me di cuenta que no habÃa una misa mexicanaâ€, detalló el compositor.
AsÃ, después de esta reflexión y con el respaldo de una beca que le otorgó el Instituto de Cultura de Baja California para creadores con trayectoria, EcheverrÃa comenzó a componer Misa mexicana a lo largo de 1997.
“La compuse tomando en cuenta la música tradicional mexicana de varias regiones del paÃs, como es el huapango, el son jarocho, música de mariachi y seguà el orden de la liturgia tal cual lo presenta la misa católica, pero dándole este toque de música tradicional mexicanaâ€, Jesús EchevarrÃa.
Misa mexicana se estrenó en Baja California en el 2001 en el marco de las Fiestas de la Vendimia de esta ciudad, para festejar las cosechas de vino. Posteriormente, fue ejecutada en los estados de Chihuahua y Yucatán. En 2011 fue interpretada por vez primera en el Distrito Federal por la propia Orquesta TÃpica, pero sin la actuación especial del maestro Jesús EchevarrÃa dentro del cuerpo musical.
Según él compositor, “es la primera vez que se concibe en forma grande†una misa mexicana, en español que además combine aspectos tradicionales y regionales con la música sacra, aunque refiere que la misma iglesia en México hizo ya algunos experimentos, esto a partir del Concilio Vaticano II (reunión convocada en 1869 por el Beato Papa Juan XXIII, una puesta al dÃa de la Iglesia, donde se pretendió renovar algunos elementos de la misma, mediante la revisión de fondo y forma de todas sus actividades).
“Entonces se empiezan a decir misas en los idiomas de cada paÃs y se libera del canon de la música sacra; cada párroco en cada sesión, empieza a hacer experimentos con estudiantinas, grupos de rock, muchas cosas suceden…â€, aseveró el autor.
Mezcla de música tradicional-regional y sacra
Misa mexicana es una obra de largo aliento que fue escrita para orquesta e instrumentos tÃpicos (salterio, bandolón, bajo sexto, marimba, guitarra séptima mexicana, mandolina, huéhuetl y teponaztli). Está compuesta por siete movimientos: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei, Comunión y Gracias a Dios, mismos que combinan los acordes pausados de la música sacra, con la intensidad y fuerza de la tradición-regional del paÃs. A diferencia de las misas tradicionales caracterizadas por la solemnidad, esta pieza es muy festiva, porque finalmente —asevera el autor— “es una celebración a la vidaâ€.
“En ella”, continua, “el tenor Enrique RodrÃguez cantará con falsete huasteco, cosa totalmente inusual. Ahà aporté un color y una técnica particular de México. Los instrumentos que vamos a tocar a parte de los que tiene la Orquesta TÃpica y cualquier Orquesta Sinfónica, son dos guitarrones y guitarras de golpe mexicanas (huapanguera, guitarra colorada, jarana huasteca, vihuela y vihuela mariachi) que aportan un color peculiar a la música”.
La primera versión del concierto se llevó a cabo el pasado 6 de diciembre de 2013 en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY) dentro de un programa navideño que ofreció la Orquesta TÃpica, y luego del éxito obtenido esa noche, es que ahora la Orquesta presenta una función especial y exclusiva para la Misa mexicana con la participación de Arturo Quezadas Luna en el atril.
La sonoridad de una misa mexicana
Para el compositor, su movimiento preferido es el Credo, a propósito de ser uno de los más complicados. “Es una oración muy larga y dogmática, además que la traducción al español no tiene rima ni metro, entonces ¿cómo compone uno un movimiento? Finalmente recurrà a una tradición jarocha que se llama ‘encadenar los versos’, que es a partir de la última palabra de un renglón, comenzar el siguiente de esa palabraâ€. La comunión fue otro movimiento complicado, del cual hice unas siete u ocho versiones hasta quedar convencido.
Por otra parte, Arturo Quezadas, director artÃstico de la Orquesta TÃpica de la Ciudad de México, considera que la dificultad de ejecutar esta obra se encuentra en ensamblar a los solistas huapangueros y los jarochos con los instrumentistas clásicos más el ensamble tÃpico, solistas y coro, lo cual hace que tenga su misterio y clave, además de hacerlo “un concierto monumentalâ€.
“Cuando el trÃo de huapango toca la música popular, tocan ‘safado’, asà le llaman ellos, no tocan exactamente a tiempo porque asà es la tradición. Lo difÃcil es ensamblar a todos los músicos para obtener un equilibrio de estos ritmos que a la hora de escribirlos en la hoja no son tan exactos como se deben de interpretar en este estilo ‘safado’ que no es estrictamente matemático si no de oÃdoâ€, explicó el maestro Quezadas mientras situó a esta pieza como una de sus preferidas al combinar de una manera tan afortunada los géneros populares y trasladarlos a orquesta sinfónica.
Asimismo, Quezadas Luna calificó a la composición como “un reconocimiento a la importancia de un color muy particular que brindan los instrumentos tÃpicos. Jesús EchevarrÃa está aprovechando una tradición que viene desde 1884 cuando se fundó la Orquesta TÃpica y que le da color de mexicanidadâ€.
Aseveró que de igual manera la Misa mexicana tiene una importancia social pues al ser para el pueblo y escrita en español, le da una gran capacidad de cohesión social. “Al compositor le ha importado mucho este aspecto, el arte dirigido a las masas, al pueblo mismoâ€.
Jesús EchevarrÃa
Nació en el Distrito Federal el 5 de septiembre de 1951. Actualmente es pasante de la maestrÃa en musicologÃa en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México y es compositor egresado de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, como folklorista se formó con el mexicano Héctor Sánchez Campero y aprendió violÃn huasteco con los huapangueros Rolando Hernández y Jorge Muñoz. Es integrante fundador del grupo On’ta del movimiento de nueva canción mexicana.
Actualmente reside en la Ciudad de México dedicado a la investigación y a la composición musical; además de colaborar en la Coordinación Nacional de Música y Ópera del INBA. Fue coordinador de la Camerata Ensenada Todos los Santos (1992-1998) en Ensenada Baja California, y director fundador de la Escuela de Pro Música Ensenada.
Entre sus principales obras destacan: Concierto para oboe, Suite sotavento, Suite huasteca, Canasta de frutas mexicanas, Suite Tarasca, Cantes huastecos, Flor purembe y Misa mexicana. Es autor de canciones como: Soy invierno, Cuando dos e Instintivamente pájaro. En el 2004 obtuvo el primer lugar en el concurso de composición para banda sinfónica convocada por el Sistema Nacional de Fomento Musical de Conaculta con su obra Flor purembe.
Misa mexicana de Jesús EchevarrÃa, será interpretada por la Orquesta TÃpica de la Ciudad de México, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY), el viernes 31 de enero. (Entrada Libre y cupo limitado).
Finalmente, quedó una pregunta para el autor: ¿Qué se siente escuchar y escucharse ejecutar su obra en un mismo concierto?
“Es bonito oÃr a la Orquesta Sinfónica con estos instrumentos incluidos, además que para mà es un gran placer ser parte de los músicos, creo que no es muy frecuente que un compositor pueda ejecutar su propia obra con orquesta y esto la hace una experiencia maravillosa, además que los músicos sienten algo especial al sentir al compositor entre ellosâ€. Jesús EchevarrÃa. Fotos: Antonio Nava.
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