
Por: Colaborador Invitado — 20 de enero, 2014
El pasado domingo 12 de enero, como parte de su temporada invernal, la Orquesta Sinfónica de MinerÃa (OSM) nos regaló una tarde espectacular en el Auditorio Nacional con un concierto que nos llevó al corazón de Broadway, al interpretar piezas de las obras musicales más importantes que se han presentado en ese escenario neoyorquino.
Se trato de un espectáculo lleno de gozo y ligereza con música popular de gran calidad e interpretada magistralmente bajo la dirección de José Areán, quien llegó incluso a bromear con el público, en medio de un ambiente festivo.
Este programa especial que llevó el tÃtulo de Broadway incluyó música de Los Miserables, My Fair Lady, El Rey León, y West Side Story. Además, este nuevo proyecto de la Sinfónica de MinerÃa incluyó una memorable interpretación de Rapdosia en Blue de George Gershwin y cerró con una sorpresa muy mexicana: el Huapango de Moncayo, una manera inolvidable de comenzar el año.
El concierto empezó con la música de Les Misérables, el musical basado en la novela de Victor Hugo, compuesto por Claude-Michel Schönberg y ambientado en la Francia del siglo XIX, siguiendo la historia del ex convicto Jean Valjean en busca de su redención. Una historia que goza de gran actualidad gracias a su reciente adaptación al cine. Hay que recordar que la partitura de esta obra ganó en su momento el premio Tony, el máximo galardón otorgado al teatro estadounidense.
Luego tocó el turno a la música de My fair lady (Mi bella dama), quizá una de las comedias musicales más famosas de todos los tiempos (se le ha llamado “el musical perfectoâ€), basada también en un texto literario, en este caso, sobre Pigmalión obra del dramaturgo George Bernard Shaw.
En esta interpretación, la Orquesta Sinfónica de MinerÃa nos llevó a recordar la historia de Eliza Doolitle, aquella florista londinense a la que, por una apuesta, un profesor de fonética enseña a hacerse pasar por una dama de la alta sociedad.
Acto seguido, el maestro Areán nos introdujo a una de las muchas sorpresas de la noche, al dar la bienvenida al pianista mexicano Mauricio Náder quien interpretarÃa junto a la OSM la aclamada Rhapsody in Blue de George Gershwin, una de las piezas más populares de la música clásica norteamericana, escrita –dice la leyenda–, en solo tres semanas. El talento de Náder nos hizo ver cómo esta obra de jazz sinfónico ayudó a encumbrar ese estilo musical y a rendir tributo al blues afroamericano llevándolo al teatro.
Luego de un pequeño (y al parecer, inédito) accidente con el piano Steinwey, la OSM continuó este recorrido por Broadway con otra obra que, si bien fue pensada para niños, se ha convertido en un clásico contemporáneo del gusto de todos, al grado de ser uno de los espectáculos con mayor recaudación en la historia de Broadway –más de 1000 millones de dólares–: El Rey León, con canciones de Elton John.
El recorrido musical por el teatro estadounidense llegó a su fin con la interpretación de las “danzas sinfónicas†de West Side Story, compuestas por el gran maestro Leonard Berstein para esta obra inspirada en Romeo y Julieta, una historia de amor que convierte a Verona en el Nueva York de los 50 y a las dos familias de los enamorados en dos pandillas de inmigrantes, puertorriqueños y polacos.
Pero la sorpresa más grande estaba por llegar pues, luego de unas palabras de un exultante José Arean, y ante un público satisfecho, la OSM interpretó una de las composiciones más representativas de México: el Huapango de José Pablo Moncayo, que erizó la piel de una audiencia emocionada.
Es de destacar la labor de Areán, director asociado de la Orquesta Sinfónica de MinerÃa, titular de la Filarmónica de la Ciudad de México, y uno de los más reconocidos y versátiles directores mexicanos.
No por nada este egresado de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y del Conservatorio de Viena ha colaborado con organismos orquestales en Alemania, Austria, Argentina, Estados Unidos, Francia, Holanda y Suiza, además de México, asà mismo ha participado en la música de varios largometrajes, como Bajo California, Seres Humanos y La virgen de la lujuria, de Arturo Ripstein.
Este concierto que se presentó en el Auditorio Nacional, forma parte del programa invernal que celebró la Sinfónica de MinerÃa, luego de un año lleno de actividad (dentro y fuera de su sede en la la Sala Netzahualcóyotl), se trata de un concepto diferente que ha combinado diversos géneros musicales con otras disciplinas como el canto y la danza.
Prueba de ello que es apenas una semana después de trasladarnos a Broadway, el domingo 19 de enero la OSM presentó un evento que llevó por tÃtulo Danzas sinfónicas, en esta presentación la música fue escenificada por un grupo de talentosos bailarines llevados de la mano de la coreógrafa mexicana Ruby Tagle.
Al dar asà la bienvenida al 2014, la Orquesta Sinfónica de MinerÃa retoma la idea de realizar galas más populares, como son los conciertos que festejan las Fiestas Patrias de septiembre, una iniciativa que demuestra su compromiso con una apertura a un público más heterogéneo, que no tiene más que acercarse y disfrutar de la música sin importar si asiste regularmente o no a las salas de conciertos. No nos queda más que celebrar la iniciativa de este tipo de eventos y desear éxito a empresas como ésta, que buscan atraer a nuevos espectadores a la música sinfónica.
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