
Por: Enrique R. Mirabal — 29 de enero, 2019
Con sostenido entusiasmo y una cada vez más ostensible compenetración entre miembros de la orquesta y su director artÃstico Massimo Quarta, la Orquesta Filarmónica de la UNAM abrió su Primera temporada con una Gala en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural. De enero a abril de este año, los pares de conciertos habituales de cada semana nos ofrecen algunas obras poco escuchadas y clásicos de los que siempre esperamos una aproximación novedosa o singular.
La Gala inaugural con la SinfonÃa Fantástica de Berlioz tuvo la virtud de sentirse aliviada del excesivo peso dramático que algunos directores le imprimen, se sintió volátil y danzarina y, si de descripciones pictóricas hablamos, alejada del lienzo romántico de Delacroix.
De igual manera, las dos obras de Brahms en el segundo concierto en el que participó Pietro de Maria como solista al piano en el Concierto No. 2 del compositor alemán y la Primera sinfonÃa dirigida por Quarta, el temperamento de ambos italianos permeó el espÃritu germano con una frescura que no encontramos muy a menudo.
La Temporada que finaliza en abril ofrece una variedad que se agradece por algunas novedades y la inclusión de interesantes invitados, principalmente, los participantes en el Festival Internacional de Piano por iniciativa de la Dirección de música de la UNAM: Dmitri Masleev con la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rajmaninov, Guadalupe Parrondo y el Concierto en sol de Ravel, Alexei Volodin con el Concierto Número 1 de Brahms compartiendo la ocasión con la Segunda sinfonÃa de Brahms.
La iniciativa de Massimo Quarta, como director artÃstico, de incorporar como solistas a integrantes de la OFUNAM nos dejará escuchar a la excelente arpista principal de la orquesta, Janet Paulus, punteando, el rara vez escuchado Concierto para arpa del argentino Alberto Ginastera (1916-1983). La música de este compositor goza de prestigio en Europa debido a su ópera Bomarzo con libreto del inclasificable, por original, escritor Manuel Mujica Lainez. Bomarzo es la más cantada en el Viejo Continente entre todas las óperas compuestas en América Latina.
En México, la única obra de Ginastera que más se ha escuchado es su ballet Malambo que viene a ser el equivalente de Huapango para los argentinos. Aparte de la excelente oportunidad de escuchar a Janet Paulus como solista (recordamos su magnÃfico Concierto de Glière hace unos años).
En este quinto programa del ensamble universitario, su director artÃstico Massimo Quarta abordará dos obras mexicanas: nada más y nada menos que Sensemayá y La noche de los mayas de Silvestre Revueltas.
Un ambicioso reto del que, con toda seguridad, saldrá airoso el director italiano. Revueltas significó, para la música mexicana, una puesta al dÃa de las vanguardias europeas de principios del siglo XX, en especial, su asimilación con toque nativo de las experiencias sonoras de Igor Stravinsky.
Siguiendo el hilo conductor de esta Temporada, otra obra de Johannes Brahms se escuchará en marzo, el Concierto para violÃn y cello con los solistas Vladimir Pogoretsky y Meehae Ryo.
La directora es la británica radicada en Alemania Catherine Larsen-Maguire, una activa directora ya conocida por el público de la OFUNAM. Larsen-Maguire dará a conocer la obra Virga, compuesta a los 26 años por la joven compositora escocesa Helen Grime, n. en 1981.
Un concierto que reivindica el lugar de la mujer dentro de la música, algo que no se corresponde con modas ni tendencias polÃticas sino como simple derecho adquirido con un historial de grandes compositoras, desde la alemana Hildegard von Bingen, la mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, sin olvidar a Fanny Mendelssohn, Clara Wieck Schumann, las Boulanger y una lista nada corta de mexicanas contemporáneas. Nómbrelas usted, porque, de seguro, ha escuchado algunas de sus obras en la Sala Nezahualcóyotl.
Un estreno mundial de Pablo MartÃnez Teutli, El circo de las luces, comparte la sesión musical con Berlioz (La condenación de Fausto, sólo la Marcha húngara) y una Suite de Lady Macbeth de Mtsensk de Shostakovich, poderosa ópera rusa de la que estamos esperando su puesta en escenarios mexicanos o, al menos, en versión concierto. Dirige este concierto Iván López Reynoso quien se preocupa de ofrecer obras poco comunes en sus conciertos.
La sorpresa, entre lo programado de Brahms, es la versión de su Cuarteto para piano y cuerdas en la orquestación de Arnold Schönberg. Hubiera sido interesante escuchar también la música de Mahler a través de los oÃdos del dodecafonista. Dirige Marc Moncusi este décimo concierto que se complementa con la presencia del Cuarteto Sensemaya y música española de Granados y Rodrigo.
El último programa de la Temporada, los dÃas 13 y 14 de abril, incluye la Cuarta y última sinfonÃa de Brahms, dirige Massimo Quarta con el plus de poder escucharlo también como virtuoso del violÃn con el Concierto No. 1 de Bruch. Un buen cierre para esperar la siguiente temporada de primavera-verano de la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
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