Por: C. Magun y S. Fernández — 6 de octubre, 2014
De un estilo ecléctico que se ve reflejado en la amplia variedad de autores que trae consigo en su iPod, que lo mismo contiene a Peter Gabriel, Schubert, Beethoven, Adele, Amy Winehouse, Billie Holiday, Bob Dylan, Celso Piña, Donovan, Herbie Hankok o James Taylor, José Areán, actual director de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), es el ideal del músico de nuestro tiempo, abierto y dispuesto únicamente a lo mejor.
“Para mà la música es una, no hay diferenciación. Existe la buena música, las otras son medianas y malas, y existen en todos los géneros†comenta el también director asociado de la Orquesta Sinfónica de MinerÃa, mientras platicó con InterEscena, como siempre con ese tono amable que le conocemos y esa actitud donde prevalece la cordialidad y la pasión que le despierta la música.
Comprometido con su trabajo al frente de la OFCM, el maestro Areán comentó sobre las lÃneas que toma en cuenta para integrar la programación en cada temporada que realiza el ensamble capitalino en sus presentaciones en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yolliztli y en espacios no convencionales –los llamados FAROS (Fábrica de Artes y Oficios) que existen en diferentes puntos de la Ciudad, la Alameda Central, el Bosque de Chapultepec y otras plazas públicas–, además de los retos que esta tarea implica.
“Una metrópoli como la Ciudad de México, de hecho un paÃs como México, requiere una polÃtica cultural de inclusión y ésto quiere decir no solamente tener un programa de accesibilidad de precios sino también significa ir a lugares a donde probablemente las personas ni siquiera están informadas de que existe o no tienen la posibilidad de venir a la sede de la Filarmónica. Entonces es importantÃsimo para una Orquesta que representa a la Ciudad y que está claramente alineada en la inclusión y en la apertura de públicos el ir a diferentes lugares. De hecho somos la Orquesta que más viaja dentro de la Ciudad y eso es muy importante para nosotrosâ€, José Areán.
En una ciudad donde se trabaja acorde a lineamientos que cambian cada seis años y donde la cultura no es precisamente una prioridad que se refleje en recursos económicos, al menos esa es la percepción de quienes suscribimos la presente, la pregunta se hace de forma cuasi automática, ¿ésta es una polÃtica que surge como lineamiento de la Filarmónica o del Gobierno de la Ciudad de México?
“Es una polÃtica que comparto profundamente con una ciudad progresista y desde hace 17 años, totalmente liberal. Si uno concibe la cultura no sólo como una cuestión ornamental sino como una parte esencial de la educación, de sensibilidad y, por supuesto, como un derecho universal, entonces lo lógico es que se tenga una polÃtica de acercarse a públicos de todo tipo. No sólo me refiero únicamente a la salidas, sino también habló de una apertura de programación que tiene que ver con muchÃsimas diferencias que hacemos en nuestra propia programaciónâ€, José Areán.
De nuevo, en la conversación aparece ese sentido ecléctico que caracteriza al hombre que hace algunos años dirigió –de forma más que exitosa valga hacer la aclaración– el Festival de México en el Centro Histórico, una visión bastante amplia que le ha permitido conformar programaciones tan diversas como variopinto es el público de nuestra capital y que se hace notar en los conciertos de la OFCM, la cual se caracteriza por la constante aparición de música contemporánea que no siempre es fácil de escuchar empero que el maestro defiende con argumentos y conocimiento de causa.
“Creo que en esta ciudad hay público prácticamente para todo, lo que está mal es tratar de utilizar, la ‘pÃldora amarga’ digamoslo de algún modo, de la música contemporánea en un contexto de un repertorio tradicional. Los públicos que quieren escuchar un género u otro no necesariamente son compartidos. A veces, sà hay un público que quiere oÃr tanto a Tchaikovsky, como a Beethoven y también música contemporánea, pero el público que gusta de la música contemporánea suele ser muy especÃfico, entonces la polÃtica que hemos llevado ya desde hace algunos años en la Filarmónica, es programar conciertos básicamente integrales. Es decir, si abordamos la música contemporánea, hasta la mexicana, sobre todo en septiembre, pero todo lo vamos a montar en un sólo contextoâ€, José Areán.
AsÃ, la entrevista prosigue, sin embargo en este punto creemos que existen ideas prefijas sobre la música contemporánea y no queremos dejar pasar la oportunidad de comentarlo con quien sabe y conoce de ésta. ¿Es dÃficil la percepción y entendimiento de la música contemporánea por parte del público más tradicional?
“La música contemporánea tiene mala reputación, digámoslo por llamarlo de alguna forma. No se si realmente no es accesible para cualquiera escucha. La música de hoy, es el arte de hoy, es la música que pertenece a nuestra época, hay un gran dicho que dice: Al tiempo dale su arte y al arte dale su libertad, es un lema muy interesante porque creo que las orquestas no deben convertirse en un reflejo del pasado, tienen que ser evidencias de lo que sucede en estos tiempos para tener pertinencia porque finalmente se trata de ser un referente en la sociedad en la que vivimos. Sucede que en México tenemos muchÃsimos compositores nuevos de buena calidad que son apreciados y demandados. Su música es requerida en otras partes del mundo, entonces se me hace casi inmoral programarlos a manera de compromiso, sino por convencimiento. En los últimos 3 o 4 años hemos diseñado varios programas con estrenos mundiales o estrenos en México, de obra de compositores mexicanos, y ese acento es porque somos una institución mexicana y somos una orquesta comprometida con nuestra realidad actualâ€, José Areán.
En septiembre pasado, la OFCM se unió a los festejos por el 45 Aniversario del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro con un concierto de gala dedicado a este emblemático sÃmbolo de la Ciudad, en el cual incluyó el estreno de Metro Suite, pieza que el músico Leoncio Lara Bon compuso de forma especial para el festejo y que incluye cinco temas no clásicos que mencionan al Metro y a la ciudad: Chilanga Banda y La última calle de la soledad, de Jaime López; El metro, de Café Tacuba; Metro Balderas, de Rockdrigo González, y Voy en el metro de Chava Flores.
AsÃ, una vez más, el ensamble capitalino salió de su sede tradicional y llevó su música al Teatro de la Ciudad, sobre este tema, la pregunta se hace obligada, ¿cómo un músico con gustos tan diversos puede verse tan cómodo en un ámbito clásico, que para algunos pareciera ser más rÃgido y ortodoxo?
“Ese eclecticismo responde a mi formación y cómo me hice. Yo empecé con el piano clásico pero también tuve grupos de rock. En la secundaria, fui parte de Bon y los enemigos del silencio, fue parte de mi época rockera. Para mÃ, no fue saltar de una etapa a otra, yo soy uno, soy la misma persona, esas etapas fueron tránsitos diferentes. Yo podÃa estar el mismo dÃa por la mañana en un ensayo de Bon y los enemigos… y en la tarde tomar una clase con mi maestro de piano que era Aurelio León, un maravilloso pianista, para mà nunca existió diferencia. A veces, si le pican al radio y a las estaciones que tengo no solamente encuentras Opus 94 y Radio Universidad, sino que también esta Horizonte, 91.3. Yo oigo pop, también mucho rock, escucho Radio Ibero y lo mismo pasa en mi iPodâ€, José Areán.
En este punto, surge de nuevo la pregunta de ¿Cómo diseña la programación de la OFCM? respondiendo a una gran variedad de escuchas, al compromiso con los nuevos autores y a los estandares que sigue la OFCM.
“En el eclecticismo, cabe decir que aunque no hay una idea especifica, existe la idea de esta Ciudad, cuando tú la conoces y ves que es la ciudad indÃgena más importante del paÃs, una de las más grandes del mundo, una ciudad tolerante, con muchÃsimas manifestaciones culturales, que tiene contrastes brutales entre la gente adinerada y la gente de menos recursos, ves una ciudad que es un crisol… Todo cabe en esta ciudad y como programador, por ejemplo en el Festival del Centro Histórico tuve el gusto de hacer muchos experimentos y de ver que es lo que sucedÃa, rompiendo un poquito con las normas usuales de programación. Yo sostengo que el espacio público, el espacio cerrado y el espacio de Bellas Artes son tres espacios que apelan a tres públicos totalmente distintos. El público de la Ciudad de México no solamente es diverso sino que está sediento de cosas de buena calidad, tiene muchos espacios donde quiere ir y somos tantos que hay gusto para todos. En una ciudad de 20 millones de habitantes no deberÃa haber una sola butaca vacÃa en ningún teatro, en ningún cine, en ninguna sala de conciertos, pero si las hay. Somos 20 millones y hay una lucha por el público que es muy compleja y que tiene que ver con el uso del tiempo libre del público de hoy en dÃa y las enormes capacidades y ofertas que tiene esta Ciudad pero creo que el público cada vez busca también sus propios contenidos, el chiste es comunicar inteligentemente lo que uno está haciendo. En ese sentido, una orquesta no es solamente un grupo de gentes que se juntan a tocar, es también un vehÃculo representativo de una culturaâ€, José Areán.
Sobre la activa participación de la OFCM en distintos espacios, le pedimos al maestro José Areán nos platicara sobre la invitación que tienen para participar en el 42 Festival Internacional Cervantino,, además de algo de los conciertos programados para noviembre y sobre el Concierto Navideño que anualmente celebra el ensamble.
“Por invitación de Jorge Volpi, director del Festival y habiéndonos anunciado que iba a tener el tema de los 450 años de Shakespeare, empezamos a rebotar ideas acerca de un programa posible. La primera fue una clara sugerencia del maestro Volpi, West side storyde Berstein, como el reflejo en el siglo XX de Romeo y Julieta, una obra absolutamente genial. Elegimos interpretar la Suite No. 1 y las Danzas Sinfónicas de Bernstein, además vamos a tocar dos obras muy interesantes: Otelo de Dvorák, que es una obertura maravillosa, inspirada en un tema shakesperiano, y por el otro lado, una pieza rara y poco escuchada en México, el Falstaff de Elgar, todo esto en el Cervantino. Más adelante tendremos el Concierto de DÃa de Muertos, para el que programamos La muerte y la doncella de Schubert y la SinfonÃa fúnebre y triunfal de Berlioz. Entre nuestros invitados tendremos en noviembre al maestro Georg Mark y para las fiestas navideñas tendremos música de Leroy Anderson, Bach y El Cascanueces. Lo que tratamos de hacer en esta temporada es tener un vaso comunicante continuo con nuestra realidad, y la realidad es popular, por un lado están nuestras tradiciones, nuestros creadores y por el otro repertorio universal”, José Areán.
Confeso seguidor del Cuarteto de Liverpool, “los Beatles siempre me acompañanâ€, confiesa entre sonrisas, “tengo todo lo que hayâ€, José Areán es un gran amante de la música, un artista que más allá de la pose de Director de Orquesta responde a una formación basta, adoptada desde el ámbito familiar y que para despedirnos comparte con InterEscena y el público un poco de cómo fue esa formación ecléctica que le ha dado el conocimiento y pasión necesarias para apostarle a la variedad desde el atril.
“En casa, se oÃan a los Beatles y se tocaba también música latinoamericana folklórica, también escuchabamos a Bach y Händel, cuando mi papá me llevaba a los conciertos de la Sinfónica de MinerÃa, como miembro fundador. Siempre era algo como natural y uno tiene que responder a la naturaleza propia no a las ideas de ‘como uno debe ser’. En realidad, yo vivo mi vida asÃ. A veces pongo shuffle y escucho de repente a Alfred Brendel tocando al piano algo de Schubert y luego viene Janis Joplin. Creo que no obedece ni a una pose ni a una razón ideológica simplemente a una realidad que me tocó vivir”, José Areán.
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