Jorge Federico Osorio cinco décadas de vivir la música de los grandes compositores

Por: C. Magun y S. Fernández — 8 de septiembre, 2015

Uno de los pianistas mexicanos más reconocidos en nuestro país, aclamado por su maestría y dominio absoluto del instrumento, Jorge Federico Osorio celebra 50 años de trayectoria con un recital, este martes 8 de septiembre, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

“Es de especial relevancia para mí conmemorar mis 50 años de trayectoria profesional en el Palacio de Bellas Artes, por el significado que ha tenido este recinto en mi formación musical. Aún recuerdo cuando asistía a los conciertos y a la ópera, desde que era muy niño. Toqué por primera vez en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes en junio de 1964. Me presenté tras haber ganado el concurso Juventudes Musicales el año anterior. Pero fue en Guadalajara donde ofrecí mi primer recital oficial y profesional, en 1965”, Jorge Federico Osorio.

Para quien fue distinguido en octubre de 2012 con la Medalla Bellas Artes al mérito artístico por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes, este año de celebración ha sido de gran relevancia para su carrera, ha festejado este medio siglo de trayectoria con importantes presentaciones, como su debut con la Orquesta de Filadelfia, en este concierto interpretó Noches en los jardines de España, pieza del compositor andaluz Manuel de Falla.

En agosto, Jorge Federico fue invitado por el Bard Music Festival de Nueva York a participar en un homenaje al compositor mexicano Carlos Chávez de quien interpretó el Concierto para piano (el cual estrenó en el 2001 en el Cervantino), con la American Symphony Orchestra conducida por Leon Botstein.

También se presentó en el Festival de Ravinia al lado de la Orquesta Sinfónica de Chicago, interpretando el Concierto para piano No. 1 de Brahms, bajo la batuta del famoso James Conlon, uno de los directores más importantes del ámbito orquestal norteamericano con quien ha sostenido una relación de trabajo por varios años.

Una de sus giras más relevantes de este 2015 fue la que realizó en el mes de julio como solista invitado de la Orquesta Filarmónica de la Universidad (OFUNAM), un viaje muy significativo en el marco del Año Dual del Reino Unido y México, donde el pianista fue invitado por el maestro Jan Latham-Koenig para presentarse en escenarios de Cambridge, Guildford, Basingstoke y Londres donde conquistó al público británico con Rapsodia en azul de George Gershwin.

Así, hoy martes 8 de septiembre llega el Homenaje que el INBA le rinde en el Palacio de Bellas Artes, para este programa el maestro Osorio ha seleccionado obras de su particular predilección pero que jamás ha tocado en el recinto de mármol, entre las que se encuentran Nun Komm’ der Heiden Heiland de Johann Sebastian Bach y Ferruccio Busoni, Preludio y fuga sobre un tema de Händel de Manuel M. Ponce, Sonata para piano No. 10 de Wolfgang Amadeus Mozart, Fantasías Op. 116 de Johannes Brahms y Sonata para piano No. 21 de Franz Schubert.

“Elegí estas piezas porque a pesar de que estos compositores siempre han sido muy cercanos a mí, nunca las he tocado en el Palacio de Bellas Artes”, Jorge Federico Osorio.

Calificado por el periódico ibérico El País como un artista “de altura: confiado, comunicativo, riguroso y cálido” y por Los Angeles Times como un pianista “que siempre trae nuevas ideas, lecturas elocuentes y un virtuosismo sin esfuerzo”, Jorge Federico Osorio debe sentirse orgulloso y muy halagado por este Homenaje que el INBA le rinde para reconocer cinco décadas de esfuerzo y dedicación a un arte que lo ha llevado a representar el nombre de México en importantes circuitos de la música culta, sin embargo…

Honor a quien honor merece, más allá de un Homenaje, la presencia de un artista demanda el respeto de las autoridades que en la conferencia de prensa celebrada, hace unos días, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio brillaron por su ausencia dejando al artista sin un protocolo mínimo de bienvenida.

Lamentablemente esto no es novedad, así lo hicieron con el maestro Carlos López, pilar de la Compañía Nacional de Danza que no mereció ni conferencia previa a su Homenaje, ya ni decir de la Temporada de Danza en Bellas realizada en agosto pasado donde figuras que celebraban años de trayectoria vivieron el mismo desaire de las autoridades que tampoco estuvieron presentes en las conferencias de prensa que anunciaban su próxima actuacíon.

¿Qué se puede decir de un anfitrión que no te recibe con el respeto que te mereces? Valdrá que recordemos que Bellas Artes es un recinto de los artistas y para los artistas y el legado que cada creador aporta a esta institución continuará aun sin la presencia de quien administra la casa.

Más allá de reglas básicas de cortesía, la presentación de Jorge Federico Osorio en el Palacio de Bellas Artes es motivo de celebración para ese niño que evoca sus recuerdos con la Séptima Sinfonía de Beethoven, aquel pequeño con un puñado de dulces, que sentado en la segunda fila de la Sala Manuel M. Ponce, disfrutaba la música mientras su madre impartía clases. Hoy ese niño se ha convertido en un gran pianista que con la magia en sus manos nos recuerda que la buena música es un regalo que cualquiera puede disfrutar.