Javier Camarena, Príncipe entre tenores… en el Auditorio Nacional

Por: Claudia Magun — 27 de mayo, 2015

Javier Camarena, Príncipe entre tenores, en el Auditorio Nacional, mayo 2015 “Más que una gala, ésta será una fiesta de la ópera, una celebración de la voz y la carrera de Javier Camarena, quien dejó de ser una gran promesa para convertirse en una enorme realidad internacional”, José Areán.

Nació en Xalapa, sus estudios de canto los inició en la Universidad Veracruzana bajo la tutela de la maestra Cecilia Perfecto y obtuvo la licenciatura con honores de la Facultad de Música de la Universidad de Guanajuato con los maestros Hugo Barreiro, Eugenia Sutti y Edith Contreras.

Desde que participó en 2004, en el “Carlo Morelli”, Javier Camarena ya era un ganador, de ahí vendría el primer protagónico con la Compañía Nacional de Ópera en el Palacio de Bellas Artes interpretando a Tonio en La hija del regimiento de Donizetti. A partir del 2005, se aventuró para alcanzar el sueño de todo cantante, conquistar Europa, fue así que llegó al Opernstudio del Teatro de Ópera de Zúrich, donde Camarena fue residente como tenor principal del repertorio italiano por siete años.

Stefano de Peppo participa en la Gala Javier Camarena, Príncipe entre tenores. Auditorio Nacional, mayo 2015 Arduos año de trabajo y constancia que lo llevaron a lograr una prometedora carrera avalada por representaciones en las principales casas de ópera del mundo, hasta la gloriosa presentación en el Met, en abril de 2014, cuando al reemplazar a Juan Diego Flórez en el papel del Príncipe Ramiro de La Cenerentola, Camarena se descubre como uno de los mejores intérpretes del género y entra a la historia a partir del reconocimiento del público.

Dos maravillosos bises que lo llevan a ser reconocido como el primer tenor en bisar en dos funciones consecutivas. Lo mismo le sucedió en noviembre del mismo año, en el Teatro Real de Madrid, en esa ocasión sería con el aria “Ah! Mes amis quelle jour de fête” de la ópera La Fille du Régiment de Gaetano Donizetti.

“Para mí un bis es el reconocimiento del público a la labor como artista. Es ver coronado 20 años de trabajo y eso es algo que como intérprete me llega”, Javier Camarena.

Carsten Wittmoser participa en la Gala Javier Camarena, Príncipe entre tenores. Auditorio Nacional, mayo 2015 Hoy, Javier Camarena es uno de los consentidos de los grandes escenarios, es reconocido como una de las figuras más prometedoras y carismáticas de la escena internacional, pero esto no lo detiene para regresar a su país.

Después de su participación en Maria Stuarda, en el Gran Teatro Liceo de Barcelona, el tenor estuvo en enero de este año en México para presentar su segunda producción discográfica titulada Serenata, integrada por boleros y canción fina mexicana. Un concierto íntimo, en la Sala Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), donde la voz de Camarena y el piano de Ángel Rodríguez llevaron al público a escuchar canciones como Bonita, Enamorada, Qué seas feliz, y otras tantas melodías que recuerdan la música de Luis Arcaraz, José Antonio Zorrilla, Consuelo Velázquez, Agustín Lara, Álvaro Carrillo, Roberto Cantoral y Armando Manzanero.

En aquella ocasión, el tenor anunció que en mayo realizaría la gira por México, en la cual ofreció galas operísticas y recitales por diferentes escenarios de la República, un recorrido que finaliza mañana, jueves 28 de mayo, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

Orquesta Sinfonica de Mineria, dirigida por Jose Arean participa en la Gala Javier Camarena, Príncipe entre tenores. Auditorio Nacional, mayo 2015 Una noche de Gala que se anuncia como Javier Camarena, Príncipe entre tenores –título que alude a la frase con la que fue bautizado por The New York Times, tras su legendaria presentación del año pasado en el Metropolitan Opera–, donde se escucharán estas canciones que le vienen de sus recuerdos, que le salen del alma, temas que han acompañado a generaciones y forman parte del romanticismo que sostiene la identidad de los mexicanos. “Son historias que hacen recordar, suspirar y disfrutar con la pareja o hasta acompañar el tráfico”, Javier Camarena.

Además, la parte operística del programa integrará arias, dúos, tríos, cuartetos y sextetos de obras como El barbero de Sevilla y La Cenicienta de Gioachino Rossini, incluyendo la famosa aria Si, ritrovarla io giuro, que ha hecho legendario al tenor mexicano por su actuación en el Met.

Javier Camarena, Príncipe entre tenores, en el Auditorio Nacional, mayo 2015 También se escucharán fragmentos de La sonámbula de Vincenzo Bellini, El rapto del serrallo de Mozart, así como de Lucia de Lammermoor y La hija del regimiento de Gaetano Donizetti; de esta última se incluirá la magistral interpretación de Camarena de Ah! Mes amis quel jour de fete!, que bisara el tenor a petición del público del Teatro Real de Madrid.

Javier Camarena, Príncipe entre tenores, un gran cierre para esta gira en México donde el tenor estará acompañado por siete solistas de talla internacional, como los bajo-barítonos Stefano de Peppo y Carsten Wittmoser y cinco talentosos mexicanos cuyas carreras desea impulsar Camarena: las sopranos Rebeca Olvera y Karen Gardeazabal, la mezzosoprano Guadalupe Paz, el tenor Juan Enrique Guzmán y el barítono Josué Cerón.

La música estará a cargo de la Orquesta Sinfónica de Minería, dirigida por el maestro José Areán y la parte coral será enmarcada por las voces del ensamble EnHarmonia Vocalis, dirigido por Fernando Menéndez.

“Estoy muy emocionado de presentarme en este imponente escenario. Es un proyecto que venía acariciando desde hace algunos años y por fin se concreta. En Mexico existe una reconocida afición por la ópera, que conoce mi voz y mi trayectoria, pero ahora queremos llegar a un público más amplio, como el que asiste al Auditorio Nacional”, Javier Camarena.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.