Jaime López en el Teatro Casa de la Paz

Por: Marcela Chávez — 6 de octubre, 2009

“Maestro de maestros”, así lo anuncian y a decir del aplauso y furor de la audiencia no cabe la menor duda de que así es…

Jaime López en Teatro Casa de la Paz Jaime López inicia en solitario acompañándose con las palmas del respetable y ese tono aguardientoso que lo caracteriza para cantar a manera de presentación “Nací en aguas revueltas un día, sin sol ni abrigo, al verme tímido y mudo, mamá fue la que dio el grito. Y aún es que ando buscando el fuego que me caliente, que vida la del salmón nadando a contracorriente”

Así inicia una gran noche en el Teatro Casa de la Paz, donde como un buen trago de tequila –que al inició raspa para después pasar cálido y tibio–, Jaime recorre no sólo un repertorio, sino para muchos de los presentes un trayecto de la historia personal, cada uno aguarda “su” canción, aquella que más le llega.

Entre el rasgueo de la guitarra y la armónica se escuchan Vagón de vagabundos, Corazón de cacto, A la orilla de la carretera, Nuestro amor es ese gato negro, Hola flaca y otras rolas más que el público sigue, chifla, canta y aplaude, Jaime no oculta su amor y convicción por el rock, que contagia y gusta a quien acudió a esta convocatoria.

Jaime López en Teatro Casa de la Paz Su colmillo se demuestra en el escenario, cambia de guitarra, dramatiza su interpretación de la Chilanga banda –sin duda la mejor y con mayor espíritu defeño cual debe de ser–, después de una primera etapa a ritmo rockero, el concierto toma otros rumbos…

Rola tras rola, el cantautor invita al escenario a Chema y Julio Aguilar (bajo y acordeón), Josué Ortega (batería) y Jorge Vargas, con ellos el concierto adquiere tintes de norteño y cumbia, ritmos que tampoco le son ajenos al cantautor que con humor y fuerza en las cuerdas arremete con orgullo por los orígenes y ese tono humorístico que entre anécdota y uno que otro comentario nos develan al López que continúa en esta carrera por el gusto de subirse al escenarios y compartir su música.

Ya con sabor a la frontera, López interpreta con singular sentimiento y mucho ritmo un homenaje al inolvidable Eulalio González “Piporro”, Por cigarros a Hong Kong. La noche continua, entre el acordeón y el sentimiento de bajo, se dejan escuchar algunos temas más, destaca –por supuesto– un popurrí muy al estilo López que incluyó dos clásicas: Qué onda ese!? y Caite cadáver, para culminar una gran noche con No ando buscando a Jesús.

Para quienes conocemos la música de este cantautor, un concierto como éste se antoja y se persigue, espero que así sea. Jaime López tiene aún una fecha más –miércoles 7 de octubre– en el Teatro Casa de la Paz. Como dice el presentador al inicio de su actuación “Están los que deben, los demás serán bienvenidos”.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.