
Por: Fritzi Mazari — 26 de junio, 2015
Con piezas de Sibelius, Nielsen y Scriabin, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México concluye el Segundo Segmento de la Primera Temporada 2015, un concierto donde la música transitará por pasajes que reflejan tristeza, sensualidad y fatalidad…
Bajo la batuta del maestro José Areán y la participación especial del pianista Gonzalo Gutiérrez, el ensamble capitalino iniciara el programa con la sonoridad etérea del Vals triste una creación del compositor finlandés Jean Sibelius (1865-1957) de gran melancolÃa musical, que en ciertos momentos parece rozar a la muerte y convertirla en sonido.
Después, el público podra apreciar el piano del maestro Gonzalo Gutiérrez, quien interpretará Prometeo–El poema del fuego, última obra orquestal del compositor ruso Alexander Scriabin (1872-1915).
“Scriabin fue muy revolucionario. Prometeo armónicamente es una pieza muy aventurada, la preocupación incluso no es fijar melodÃas de la usanza tradicional, sino que él va permutando un acorde con el que construye muchas cosas que suceden entre el piano y la orquestaâ€, Gonzalo Gutiérrez.
El pianista mexicano, nació en la Ciudad de México donde inició sus estudios musicales en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Estudió el piano con Manuel Delaflor y Néstor Castañeda, posteriormente con István Nadás y Ludovica Mosca en Barcelona, España.
Ha sido solista de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, asà como del ensamble del Conservatorio de las Rosas; ha colaborado con la Orquesta Sinfónica Nacional, con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, con el Ensamble Ónix y con el ensamble del CEPROMUSIC.
A nivel internacional, Gonzalo Gutiérrez, se ha presentado en diversas salas como el Tokyo Opera City Recital Hall, el New York Americas Society, el Boston University Concert Hall, entre muchos otros recintos.
En este último concierto de la OFCM, el maestro Gutiérrez ejecutará por primera vez esta pieza de la cual refiere, “Prometeo no es propiamente una pieza para piano, su interpretación se integra de manera orgánica a la Filarmónica, en una fusión con las cuerdas y las maderas”.
“Para nosotros como intérpretes, es algo fantástico poder fundirte por momentos con la orquesta y en momentos tomar la parte protagónica, el piano en esta sinfonÃa tiene esa necesidad camaleónica de no estar siempre en primer plano, incluso hay momentos de silencioâ€, Gonzalo Gutiérrez.
Prometeo–El poema del fuego se estrenó el 2 de marzo de 1911 en Moscú, bajo la dirección de Serge Koussevitzki; cuatro años después, el 21 de Marzo de 1915, en el Carnegie Hall, la Orquesta Sinfónica Rusa dirigida por Modest Altschuler la presentó con Marguerite Volavy al piano, en un concierto donde se interpretaba por primera vez con un teclado de luces hecho especialmente para proyectar distintos colores según las notas musicales.
La última pieza que ha elegido el maestro José Areán para cerrar con broche de oro este último programa de la Temporada, es SinfonÃa No. 5, obra cumbre de Carl Nielsen (1865-1931), cuyo trágico clÃmax representa el desarrollo musical y filosófico del compositor danés.
Disfrute de la música de los grandes autores con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, mañana sábado 27 (a las 18:00 horas) y el domingo 28 (a las 12:30 horas) de junio en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes.
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