
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de marzo, 2011
En esta 27 edición del otrora llamado Festival del Centro Histórico, el principal atractivo es, por supuesto, el contar con el Palacio de Bellas Artes como su sede principal y axial que atraiga a un público antes cautivo y que se desdibujó un tanto debido a la falta de seductoras ofertas acordes con el espÃritu y el objetivo central del Festival.
No se pueden recaudar fondos para el rescate o restauración de edificios y obras patrimoniales con conciertos gratuitos al aire libre, incluyente y muy plausible iniciativa destinada a captar público joven en una fiesta para todos pero no la razón de ser del evento.
Recuperado el Palacio, nada más lógico que comenzar la celebración con un programa a la altura de las expectativas del melómano capitalino. A tal efecto, la elección no podÃa ser más acertada: el estreno en México de la ópera Rusalka del checo Antonin Dvorak (1841-1904).
Varias son las razones de la idoneidad de esta obra y su rareza es la primera, el no haber sido nunca representada en el paÃs y estar cantada en checo. Éste, precisamente, es el nexo que la vincula con una de las últimas ediciones en Bellas Artes, antes de la polémica remodelación cuando Jenufa de Janacek fue la gran apuesta y el gran logro que se pretende repetir con Rusalka.
Además de la lengua checa, está la historia ambientada en los inmemoriales tiempos donde habitan las leyendas, el valor adicional de dar oportunidad para un gran lucimiento escénico que proveen las ondinas y su mundo acuático.
Romanticismo eslavo, un fragmento de la partitura muy conocido como gancho de atracción, la famosa Canción de la Luna que interpreta el personaje protagónico y la certeza de haber sido partÃcipes, como espectadores, de un estreno absoluto en México. Habrá cuatro funciones de la ópera los jueves 10 y 17, además de los domingos 13 y 20 de marzo, de manera que no hay excusas para no oÃrla.
Rusalka –estrenada en Praga el 31 de marzo de 1901– será interpretada, en su idioma original, por la soprano sueca Elisabet Strid quien interpretará el papel de Rusalka, el bajo Alexander Teliga, caracterizando a VodnÃk y el tenor mexicano José Luis Ordóñez como el PrÃncipe.
La dirección concertadora del griego Iván Anguélov, en una coproducción del FMX con la CompañÃa Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes.
La dirección de escena a cargo del universitario Enrique Singer; el diseño de la escenografÃa es de Jorge Ballina y la iluminación de VÃctor Zapatero; Eloise Kazan con el diseño de vestuario y en la coreografÃa Laura Morelos, ex bailarina principal de la CompañÃa Nacional de Danza, en mancuerna con Carlos Carillo.
A tres dÃas de la inauguración del FMX, el sábado 12 y también en el Palacio, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, dirigida por José Luis Castillo y con Leslie Howard como solista invitado, tocarán un programa en el que el punto focal estará sobre el pianista australiano, considerado el gran especialista actual en la música creada para piano por Franz/Ferenc Liszt (1811-1886).
Tratándose del bicentenario del nacimiento del músico húngaro, el pretexto para revisar su obra pianÃstica no podÃa ser más oportuno. Los conciertos para piano y orquesta que escribió tienen la intención expresa de hacer lucir al piano ¿cuándo no? por encima de cualquier destello orquestal pero, asà y todo, son muy deleitables.
Lo curioso en Liszt es que, habiendo sido un orquestador de primer orden -para constatarlo, es suficiente remitirnos a sus poemas sinfónicos y sinfonÃas corales-, haya recurrido a otros músicos para la orquestación de algunas de sus obras de gran formato: el caso más curioso fue el de Tchaikovski que recibió una encomienda a ciegas en este tenor.
Además del concierto mencionado, Howard ofrecerá un recital en la Sala Nezahualcóyotl el viernes 11, presumiblemente con un programa todo Liszt…o casi.
Otra oferta atractiva e infaltable en este fmx es el grupo italiano de música antigua Accordone, dirigido por Guido Morini y Marco Beasley con dos conciertos: el primero en Bellas Artes el jueves 24 y el segundo, el viernes 25 en el Templo de Santo Domingo, un sitio especial para escuchar música de los tiempos renacentistas y los inmediatamente anteriores o posteriores por la atmósfera y la acústica del lugar.
Digno de considerarse es el Ciclo de Música de Cámara que el violinista Philip Quint realizará con varios músicos nacionales e invitados internacionales. Además de clases magistrales, habrá la oportunidad de calibrar obras de estreno que nos den luz (o sombras) sobre la música del siglo XXI.
Los amantes del jazz tienen alternativas privilegiadas con el trÃo de Pat Metheny, importante exponente del jazz contemporáneo y considerado uno de los mejores guitarristas de jazz en el mundo, quien estará acompañado del baterista mexicano Antonio Sánchez. La presentación Metheny será el 26 de marzo, dos conciertos (17:00 y 20:30 horas) en el Teatro de la Ciudad.
Además, podrán disfrutar de la presencia de Herbie Hancock, una de las últimas leyenda vivas de la década de los 60. Este pianista, tecladista y compositor de jazz presentará el 19 de marzo en el Palacio de Bellas Artes, “The Imagine Projectâ€, un producto fÃlmico musical con profundo contenido creativo. Ambos figuras claves en el género y con muchos seguidores en México.
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