
Por: Enrique R. Mirabal — 22 de mayo, 2008
Cuatro funciones de intenso dramatismo con lo mejor de Tchaikovsky y la voz de Ramón Vargas
Muchos años sin escuchar una ópera eslava y, de repente, dos en un mismo año. Primero, nos deleitamos con la Jenufa del checo Janacek y, para coronar el pastel, Eugenio Oneguin del ruso Tchaikovsky, una presentación de Bellas Artes por acuerdo con la Ópera de San Francisco y con préstamo de una producción danesa.
Como era de esperarse, los créditos multinacionales abundan en la puesta que tiene en el búlgaro Ivan Anguelov al director concertador, al mexicano Horacio Almada en la dirección de escena y un reparto encabezado por el barÃtono Jorge Lagunes en el rol epónimo y que se redondea con las invitadas Karine Babajanian e Irina Bikulova alterando el papel de Tatiana y la esperada aparición del tenor Ramón Vargas como Lensky, protagónico que alterna con Arturo Chacón.
Por fortuna, la inclusión del tÃtulo de Tchaikovsky en la temporada regular del Palacio no obedece a imposiciones de convenios o intercambios sino a un simple acto de justicia con el compositor y a una de las pocas óperas construidas en perfecto estado de gracia en la historia del arte lÃrico y a una composición que aviene libreto y música para ofrecernos momentos de altura en el canto y en la orquestación.
El musicólogo Alejo Carpentier, tan poco dado a la alabanza de músicos post-románticos como Tchaikovsky, encontraba en el vals del segundo acto de Oneguin, una especie de obra maestra per se por el uso del coro, sus delirantes armonÃas y el ritmo vertiginoso que eleva un baile de salón a alturas deseadas por el más conspicuo sinfonista. Y esto es sólo uno de los momentos de la ópera.
Tal vez, este vals en su versión sin coros y la polonesa que brilla por sà sola en el tercer acto sean los fragmentos más conocidos del melómano porque son escogidas a manera de encore por algunos directores en sus galas. Las arias más escuchadas, también en salas de concierto, corresponden a la Escena de la Carta que canta una Tatiana pletórica de un ideal amoroso y la que le corresponde a Lensky, minutos antes de batirse en duelo en el segundo acto.
No hay mucho que elucubrar para suponer que nuestro ilustre tenor internacional Ramón Vargas ha de haber propiciado esta puesta de Oneguin, conociendo su predilección por el personaje y el reto de cantar en ruso uno de los personajes que hasta connotados tenores como Fritz Wunderlich cantó en traducción al alemán. Plácido Domingo es de los iniciadores del gusto por Oneguin en ruso y su grabación de Kuda, Kuda… es un obligado referente y una comparación inevitable.
Con relación al personaje de Tatiana, muchas sopranos occidentales de fama nunca abordaron la ópera completa pero, igualmente, se vieron tentadas por cantar el Aria de la Carta. Elisabeth Schwarzkopf lo hizo en alemán y como curiosidad en su carrera. Mirella Freni fue la italiana más fascinada por el personaje en el siglo pasado. Ella sà la cantó en ruso.
Lo cierto es que toda la partitura está llena de hermosas melodÃas, coloridos cuadros bucólicos, bailes en grandes salones y grandes escenas de amor, en particular, la que cierra la obra de manera única en la ópera decimonónica y que, de seguro, sorprenderá y emocionará a todos.
Eugenio Oneguin (Opera en tres actos)
Música: Piotr I. Chaikovsky (1840-1893)
Libreto en ruso: Piotr I. Tchaikovsky y Konstantin Shilovski, basado en un poema de Alexandr Pushkin (1799-1837) del mismo tÃtulo.
Estreno mundial: Moscú, Teatro Mali, 29 de marzo de 1879. (Pequeño teatro del colegio Imperial y fue representada por un grupo de estudiantes).
Estreno público : Moscú, Teatro Bolshoi, 24 de abril de 1881.
Estreno en México: Teatro Esperanza Iris, 5 de julio de 1923.
Estreno en el Palacio de Bellas Artes: 4 de noviembre de 1969.
Las funciones de Eugenio Oneguin se presentarán con el elenco, los dÃas y los horarios siguientes:
Director concertador: Ivan Anguélov
Director de escena: Horacio Almada
EscenografÃa y vestuario: Peter Pabst
Iluminación: Maurico Trápaga
Elenco:
Eugene Onegin: Jorge Lagunes
Vladimir Lensky: Ramón Vargas* / Arturo Chacón
Tatiana: Karine Babajanian / Irina Bikulova**
Olga: Guadalupe Paz
El prÃncipe Gremin: Mikhail Svetlov
Larina: Belem RodrÃguez
Triquet: Mario Hoyos
Filippyevna: Mayte Cervantes
Zaretsky-Un capitán: Kostantin Jadan
Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes
Director de coros: Leszek Zawadka
Mayo 25, 27*, 29*/Junio 1**
Martes a las 8 de la noche y los domingos a las 5 de la tarde.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Asistà a la función de estreno de Eugene Onegin, desgraciadamente la producción no fue realizada como se habÃa anunciado por bellas artes en colaboración con la Ópera de San Francisco!!! Que lástima, demerito mucho
Y todavÃa faltaban otra amarga sorpresa, como fue la ausencia de Ramón Vargas.
Por que no anuncian con anticipación para no sentirnos engañados al asistir a este tipo de eventos.