Diana Damrau y Nicolás Testé en la Sala Nezahualcóyotl

Por: Enrique R. Mirabal — 2 de noviembre, 2015

Para finalizar la coda de (escasos) cantantes internacionales que nos han visitado en este 2015, el cierre le corresponde a una diva favorita de los grandes teatros y salas de concierto del mundo y, francamente, a quien no esperábamos oír por acá hasta que su agenda no fuese tan apretada como ahora.

Diana Damrau, la soprano de coloratura del momento, imparable en su estelar ascenso y en el momento cumbre de su carrera, sin rivales a su altura, pese a que la avalancha rusa puede dar sorpresas, cantará en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario en una Gala Bel Canto acompañada de su esposo, el bajo-barítono francés Nicolás Testé. El soporte orquestal corre a cargo de la Orquesta Sinfónica de Minería dirigida por Srba Dinic. Podría decirse que la conjunción de factores apuntan a excelentes resultados a corroborar in situ.

Damrau ha manejado su carrera siguiendo los pasos convencionales de lógica gradación en la que deberían moverse todos los cantantes: comenzar por los papeles más ligeros, acordes a la edad y a sus cuerdas vocales, diversificando en géneros pero no en registro como ha hecho la joven soprano alemana que canta con igual solvencia la ópera como la opereta y los musicales.

De hecho, en su primera aparición profesional cantó My Fair Lady. Como marcan las reglas, siguió con Donizetti (Adina, Rita y Norina), la Rosina de Rossini y algo del Mozart menos espectacular antes de llegar a uno de sus roles consagratorios, la Reina de la Noche de La flauta mágica, ópera en la que también ha cantado la Pamina en una misma temporada en el MET de New York.

A propósito del MET , debemos recordar que los asistentes a las proyecciones del MET Live en el Auditorio Nacional la habrán disfrutado en Rigoletto y Le Comte Ory, esta última junto a Juan Diego Flórez. En el muy cercano 2016, volverá al escenario del MET en HD con Los pescadores de perlas de Bizet

De su natal Alemania, Diana Damrau pasó con rapidez a los mejores teatros de Europa donde ha sido reconocida como una de las grandes por crítica, púbico y directores artísticos de festivales como el de Salzburgo en el que es invitada habitual.

Las grabaciones no se hicieron esperar tanto en CD como en DVD. Es posible ver y escuchar conciertos y representaciones grabadas en vivo por la soprano, siempre con un nivel óptimo de calidad y con interpretaciones que podrán comparase con otras cantantes, se le ha equiparado con Edita Gruberová pero, con objetividad, se agradece la mesura de Damrau versus la estridencia de la eslovaca.

Con el semi-retiro de la Dessay y la evolución de la Netrebko hacia roles más dramáticos, puede decirse que Damrau queda al frente de las sopranos de su tesitura, tanto en Europa como en Norteamérica.

La Gala Bel Canto con la Orquesta Sinfónica de Minería está creada de manera tal que podremos calibrar, cómodamente, los alcances de la soprano y del bajo-barítono a través de un programa en el que, como su denominación indica, predominará el belcantismo italiano pero al que se suman algunos momentos de la ópera francesa romántica (Gounod y Massenet) y también de la alemana (Beethoven y Wagner) codo a codo con los imprescindibles Bellini, Donizetti y Verdi. La soprano de coloratura se lanza, muy segura, con todas sus facultades al máximo con una selección de arias y dúos retadores y demandantes.

Para empezar, ha escogido I Capuleti e I Montecchi, la casi siempre olvidada obra de Bellini que llamó la atención del dúo Angela Georghiu/Roberto Alagna décadas atrás. De Bellini, Diana Damrau ha cantado La sonnambula y no pretende, por ahora, acercarse a Norma, una tentación para muchas sopranos que no reparan en los pros y contras. También cantará el ágil y festivo vals Je veux vivre del primer acto de Roméo et Juliette de Gounod que le permitirá seguir cerca de Shakespeare para continuar más tarde en el repertorio francés con Manon de Massenet.

Para abrir ¡Y cómo! la segunda parte, la dificilísima escena final del primer acto de La traviata de Verdi: É strano… Sempre libera, cavatina y cabaletta a toda marcha con varios fantasmas rondando la memoria del melómano y, por ende, obligándolo a las inevitables comparaciones. Más adelante, retomará a Verdi con la difícil y rítmicamente deliciosa Mercé, diletti amiche de I vespri siciliani, un tour de force de coloratura que fue uno de los momentos más fallidos del concierto que Renée Fleming ofreciera en Bellas Artes por meterse en un repertorio que no tiene nada que ver con su voz.

En esta ocasión, deberá ser el reverso de la moneda. El final de la noche está dedicado a Beethoven y su única ópera, Fidelio. De muy buen gusto y como demostración de los variados matices de la voz de la soprano así como muestra de su repertorio alemán pero quizás anticlimático después de tantos agudos y sobreagudos ¿No estaría mejor colocada la selección de esta ópera al comienzo de la segunda parte?

El bajo-barítono Nicolás Testé debe sacar su casta en sus arias (cantará a Wagner, entre otros compositores) y en los dúos con la Damrau para no quedar como Mister Damrau. Recordemos el concierto de Netrebko en Bellas Artes con el lastre de su acompañante. Muy diferente será esta vez, por supuesto, baste escuchar alguna grabación del francés para comprobar que es un artista competente, digno acompañante vocal de su esposa.

La Orquesta Sinfónica de Minería, la mejor alternativa orquestal para este concierto internacional que se presenta el próximo jueves 5 de noviembre en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. Después de esta Gala en la Ciudad de México, Diana Damrau y Nicolas Testé, son invitados de la Orquesta del Teatro del Bicentenario, dirigida por el mismo Srba Dinic para ofrecer un concierto el próximo 14 de noviembre en otro gran escenario, el Teatro del Bicentenario de León Guanajuato.