Desde un lugar llamado Vértigo

Por: Colaborador Invitado — 1 de febrero, 2006

El Vertigo de U2 Casi un año después de su lanzamiento y con cerca de un centenar de presentaciones alrededor del mundo, llega a México la más reciente gira de –sin duda y con perdón de los Stones– la mejor banda de Rock de los últimos tiempos: U2.

El Vértigo tour se siente ya en la pulsión de las ondas radiofónicas de la ciudad y en la conversación de los jóvenes, continuando así la vorágine iniciada desde las fechas de venta de boletos, cuando se agotaron las localidades en muy poco tiempo, repitiendo la tendencia del resto del mundo.

Nueve años después de su última presentación en nuestro país (Pop-Mart tour, Foro Sol, diciembre de 1997), durante la cual se suscitó un incidente provocado por la prepotencia del hijo del ex presidente Zedillo, entre el estado mayor presidencial y el equipo de seguridad de la banda, y cuyo saldo sería un lesionado del staff y una legión entera de admiradores tácitamente vetados; nueve largos años después regresan los irlandeses creadores de algunos himnos del rock contemporáneo como Bad.

Tras la ausencia y el vacío que significó no presenciar el Elevation tour (2001), que conceptual y escenográficamente presenta similitudes con la actual gira, ha llegado el momento de un reencuentro espectacular los próximos miércoles 15 y jueves 16 de febrero entre los europeos y sus fieles seguidores en México.

U2 en el Estadio AztecaCon un repertorio que conjuga el presente inmediato (canciones tanto del How to dismantle an atomic bomb como del All that you can´t live behind), con los orígenes musicales de la banda (Boy) y algunas versiones nuevas (Achtung baby) sin dejar de lado las canciones ya clásicas (Where the streets have no name, Pride, With or withouth you), entre muchas otras, Paul David Hewson (Bono), David Evans (The Edge), Larry Mullen Jr. y Adam Clayton, se preparan a enfrentar un gran reto: tocar en el foro más grande que hayan pisado en México, el estadio Azteca.

La primera parte se ha cumplido: los promotores han anunciado que las localidades para las dos fechas están, al igual que todos los conciertos previos de la gira, agotadísimas. La otra parte es menos difícil: inflamar las pasiones de sus fans. Aunque no podemos soslayar dos elementos que podrían complicar las cosas como son las dimensiones del estadio mismo y el hecho de que la zona de cancha será general y, al parecer, no contará con asientos. En este sentido el reto será para los propios espectadores quienes ya mostrarán qué tan maduros y respetuosos con el otro pueden ser, en materia de espectáculos masivos.

Bono: entre los buenos samaritanos Aunque las circunstancias son distintas, no es fácil alejar el fantasma del concieto de Café Tacuba en el Zócalo cuando la avidez de los espectadores por llegar cerca del escenario o el deseo de acrecentar el slam provocaron algunos accidentes. Por supuesto, deseamos que éste no sea el caso.

Sin duda uno de los mayores atractivos de la gira Vértigo es el hecho de que todos, absolutamente todos los boletos de nivel cancha serán escaneados con computadoras del staff, cuando la gente entre al estadio; los que resulten elegidos al azar tendrán el gran privilegio de pasar al interior de una elipse que se construyó como prolongación del escenario y para allegar a Bono con sus fans. Esta idea del propio grupo busca brindar la oportunidad de que cualquier fan esté más cerca de ellos y no, como ocurre tradicionalmente, sólo los que pueden pagar localidades muy caras o los que van a hacer fila desde varios días antes del concierto.

Destaca también que en la página oficial de U2 se anuncia que el grupo invitado para abrir los conciertos serán los estadounidenses Secret Machines, agrupación originaria de Dallas que según la revista Rolling Stone mezcla en sus sonidos la sicodelia de Pink Floyd con la percusión de Led Zeppelin y coros inspirados en The Who. Habrá que escucharlos.

Esperemos que Bono interprete Walk On o Kite Una de las novedades en esta gira es la inclusión de Monterrey y su estadio Tecnológico en el circuito (12 de febrero), a donde por cierto también llegarán los Rolling Stones, quedándonos claro que los compas regios aprecian algo más que a Alicia Villareal o que efectivamente la película 7 Días impactó tanto a Bono como asegura el actor Jaime Camil.

El caso es que con el inicio de este mes parece que la euforia empieza a crecer y seguramente llegará al punto del vértigo enloquecedor cuando esa noche del miércoles 15 estemos de nuevo frente a frente con la banda y podamos decirnos Hello, hello, con la misma pasión como en aquéllos tiempos del ZooTV tour (Palacio de los Deportes, 1992 y que por cierto no aparece enlistado en la página oficial) cuando vimos el sueño hecho realidad. O la noche exacerbada del Pop Mart, o incluso tiempo atrás, cuando gozamos en concierto a la banda pero en el cine con la proyección de Rattle and Hum.

Sea como sea el plazo está por cumplirse. Esperemos que en su repertorio de estas fechas se tomen el tiempo de brindarnos algo de lo que no tuvimos de su pasada gira: la bellísima Kite o la impactante Walk On, además de las rolas que habrán de hacer de estas tres noches, otra vez, sueños tangibles y para la posteridad.

Un… dos… tres… catorce… trece días para el Vértigo.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.