Daniel Catán… Homenaje póstumo en Bellas Artes

Por: Arturo Carrasco — 4 de octubre, 2011

Daniel Catán: Homenaje póstumo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en el Palacio de Bellas Artes, octubre 2011 “Catán fue uno de los músicos que impulsó al idioma español en el contexto de las obras para ópera, logrando con ello que algunas de las casas más importantes del mundo incluyeran obras en ese idioma en su repertorio. Se reconoce sus aportes al escenario musical de México y el mundo con este magno concierto”, Eduardo Díazmuñoz.

El pasado sábado 24 de septiembre el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rindió un sentido tributo al maestro Daniel Catán quien falleció el pasado 8 de abril de este año. En este concierto dedicado al compositor se contó con la presencia de la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, y de la directora del INBA, Teresa Vicencio, además de la viuda de Catán, Andrea Puente y sus hijos.

El maestro Catán es reconocido como un notable compositor en el panorama musical y operístico de México, un músico propositivo y visionario que con inteligencia y sensibilidad hizo de sus creaciones grandes encuentros con la música, el teatro, la danza y la literatura.

En sus diversas composiciones, que le hicieron sumergirse en diversos ámbitos (música orquestal, ópera, composiciones para cine y televisión), siempre destacó por su capacidad imaginativa y espíritu innovador, lo cual hizo de sus obras un referente obligado dentro del repertorio de las compañías artísticas del INBA y de otras importantes instituciones, tanto nacionales, como internacionales.

Eduardo Díazmuñoz dirigió a la Orquesta del Teatro de Bellas Artes en el Homenaje póstumo que el INBA rindió a Daniel Catán en el Palacio de Bellas Artes, octubre 2011. Foto: ALR/ CONACULTA En este emotivo homenaje se contó con la participación de La Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección del maestro Eduardo Díazmuñoz, así como las destacadas voces de Amanda Squitieri, Olivia Gorra, Encarnación Vázquez, Octavio Arévalo, David Robinson, Jesús Suaste y José Adán Pérez; además de la presencia del ensamble de percusiones Tambuco; todos ellos brindaron una noche excelsa al público además de la oportunidad de conocer más de la amplia obra de este reconocido mexicano.

Daniel Catán (1949-2011), quien realizó estudios de Filosofía en la Universidad de Sussex, con una especialización en música por la Universidad de Princeton, gracias a su amplia producción tuvo el mérito importante de haber sido uno de los creadores que, hacia el final del siglo XX y en los albores del XXI, revaloró en México la ópera como un medio de expresión válido y viable.

Y es que en su trabajo siempre aportó una expresión muy personal y, a la vez, cimentada en las diversas influencias que asimiló a lo largo de su carrera en México, Inglaterra y Estados Unidos.

Su música diáfana y comprensible era para muchos de sus contemporáneos algo extraordinario, otros la situán como estructura fuera de la notación simbólica de una composición musical, de ahí que sus obras cobraron cierta suspicacia. Sin embargo, a la larga logró conquistar público y colegas por medio de sus óperas. Además, Daniel Catán fue el primer compositor mexicano cuyas óperas fueron representadas exitosamente en los Estados Unidos, país en el que vivió y se desempeñó como destacado profesor de música y composición.

Tambuco, ensamble de percusiones de México, presente en el Homenaje póstumo que el INBA rindió a Daniel Catán en el Palacio de Bellas Artes, octubre 2011 Encuentro en el ocaso (1980), La hija de Rappaccini (1991), Florencia en el Amazonas (1996), Sal si puedes (2004) e Il Postino (ópera de 2009 y que este mes será representada en este mismo escenario de Bellas Artes y en el Festival Cervantino), son cinco de sus partituras más conocidas, y con las cuales renovó el pulso de la tradición operística en México.

Para este homenaje, su amigo y principal encargado de la realización del evento Eduardo Diazmuñoz, integró un programa que reunió lo mejor de su obra con algunos fragmentos de arias y suites sinfónicas, como Florencia en el Amazonas, El vuelo del águila, Morenica me llaman, la cual se escuchó en la voz de Amanda Squitieri. Por su parte Tambuco, recordo al maestro con la suite sinfónica de Salsipuedes, titulada Aires caribeños.

Daniel Catán: Homenaje póstumo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en el Palacio de Bellas Artes, octubre 2011. Foto Gina Ferazzi / Los Angeles Times Por supuesto que la Orquesta del Teatro de Bellas Artes ofreció un emotivo encuentro con Rappaccini, representado por el aria Belladona, cicuta, mandrágora, la cual fue evocada por Jesús Suaste, quien también cantó Todo va sucediendo por sí solo. Al final de la velada, los aplausos, llevaron a Diazmuñoz a la interpretación de ese famoso bolero de Catán que se conoce como Comprendo.

En esta noche, además se conocieron diversos testimonios de amigos y colegas que tuvieron la oportunidad de colaborar o conocer a este talentoso hombre que fue definido por uno de sus amigos, el historiador Enrique Krauze, como un músico filosófico y literario.

Este merecido homenaje donde se sintió la música y poesía de Daniel Catán inició con un minuto de aplausos –en lugar del tradicional minuto de silencio– en su honor y concluyó con una afectuosa demostración al talento de este apasionado de la música, una deliciosa velada donde el público asistente en todo momento reconoció la enorme capacidad de este mexicano cuya obra ya puede considerarse un hermoso regalo a la humanidad.

“Este fue un homenaje no sólo a la obra, sino a la vida y trayectoria creativa de quien fuera uno de los músicos que más trabajó por México en el extranjero”, Andrea Puente.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.