
Por: Claudia Magun — 30 de abril, 2015
“Mientras querubines y coros celestiales cantan al Señor, Mefistófeles, el alma del mal, reta a Dios a dejar caer a unos de sus siervos más fervientes: Fausto…”
Mefistófeles es la ópera de Arrigo Boito, quien basado en Fausto del poeta, novelista, dramaturgo y cientÃfico alemán Johann Wolfgang Von Goethe, revela la lucha entre el bien y el mal, una partitura soberbia que descubre de manera peculiar aquello que está dispuesto a hacer el ser humano para conseguir placer, aunque para lograrlo recurra a los medios equivocados…
Un Fausto que encierra el romanticismo que el compositor italiano enraiza de la cultura alemana a partir del drama épico de Goethe, pero que como capricho le da el tÃtulo de MefÃstofeles, relegando a Fausto a un segundo plano, no por esto menos cautivador.
El Mefistófeles de Boito fue estrenada el 5 de marzo de 1868 en La Scala de Milán bajo la batuta del propio compositor. En México, se representó por primera vez el 14 de noviembre de 1888 en el Teatro Nacional, y en el Palacio de Bellas Artes, el 23 de septiembre de 1948. La última vez que se presentó en el recinto de mármol fue en 1953.
Seis décadas después está ópera, que se divide en cuatro actos además de prólogo y epÃlogo, se escuchará en este mismo escenario en versión concierto con la actuación estelar del bajo italiano Carlo Colombara, como Mefistófeles, el demonio que acompaña a Fausto, él que lo arrastra al extravÃo, al infortunio.
Colombara celebrará con su arte al personaje amargo y fanfarrón que personifica la pura racionalidad, aplicada únicamente a lo que existe de momento, sin ocuparse del porvenir, aquel que no venera a nada ni a nadie, el perfecto cÃnico que intenta persuadir los lÃmites de la naturaleza humana utilizando hasta la saciedad los bienes materiales, buscando su victoria en el dominio.
El personaje central de Goethe, Fausto, está a cargo del tenor José Luis Ordóñez, quien le da voz a este incauto personaje que con la esperanza de penetrar en el misterio de las cosas, vende su alma a cambio de la felicidad y la razón de los placeres que le propone el demonio. La victima de Mefistófeles, él que aún sin tener conciencia de ello, se ilusiona con su propuesta, con la esperanza de sosegar su ardiente ambición de saber y descubrir la naturaleza del hombre…
Al final, Fausto encuentra la virtud de alejarse de aquello que representa un estorbo en su anhelo y en su insaciable deseo de superación, asà el bien triunfa sobre el mal. Mefistófeles, se hace la ilusión de haber ganado la partida y no se da cuenta de su derrota, hasta el momento en el que ve como los ángeles se llevan consigo a la parte inmortal de Fausto.
Maribel Salazar, en el doble papel de Margarita y Helena de Troya, a quien el compositor definió como “dulce Margarita, ideal Helenaâ€, nos llevará a vivir a la Margarita, el amor real de Fausto y a Helena de Troya, el amor ideal. La primera muere y asciende al cielo al rechazar finalmente a Fausto, quien después conoce a Helena y se queda a vivir con ella en la Arcadia.
El elenco lo complementa la mezzosoprano Grace Echauri, quien interpretará a Pantalis; la mezzosoprano Rosa Muñoz –integrante del Estudio de Ópera de Bellas Artes (EOBA)–, como Martha; el tenor Gilberto Amaro, quien encarna a Wagner, y el tenor Juan Carlos López, como Nereo. Además, participa el Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes y el Coro de Niños de la Facultad de Música de la UNAM.
Mefistófeles, es el arquetipo del romanticismo que desarrolló Arrigo Boito basado en el aprecio y respeto que tenÃa por la cultura alemana y en su admiración por compositores como Bach, Beethoven, Mendelssohn y Weber.
Fue asà que surgió el drama épico en verso de Fausto de Goethe en versión operÃstica, misma que ahora se presenta como Mefistófeles en concierto, en dos funciones, hoy jueves 30 de abril a las 20:00 horas y el domingo 3 de mayo a las 17:00, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Un concierto que enmarca la conmemoración por el 60 aniversario de la Orquesta del Teatro de Bellas Arte, que bajo la dirección del maestro Srba Dinic, lleva el drama épico de un Fausto de Goethe, cuyo tÃtulo de Mefistófeles fue una decisión de Boito para diferenciar asà su obra de la ópera de Gounod, pues abordaba el mismo tema y tenÃan una fuente literaria común. Un Mefistófeles, cuya partitura encierra un milagro de condensación, construcción y poesÃa al servicio de la música.
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