
Por: Claudia Magun — 2 de julio, 2012
“Los mexicanos estamos orgullosos de nuestra nación por la enorme fuerza cultural que tiene, como la música de José Pablo Moncayo, cuya obra nos distingue más allá de nuestras fronteras, los invito a conocer el gran legado de este mexicano universal”, Felipe Calderón Hinojosa.
Los organismos orquestales de nuestro Ciudad festejaron la música de José Pablo Moncayo… Las tres principales Orquestas rindieron reconocimiento al célebre compositor tapatÃo recordando el centenario de su nacimiento. Un máximo homenaje donde se escucharon las obras más representativas del autor mexicano.
José Pablo Moncayo (Guadalajara, Jalisco, 29 de junio de 1912 – Ciudad de México, 16 de Junio de 1958) estudió piano en la adolescencia y después del movimiento revolucionario mexicano ingresó en 1929 al Conservatorio Nacional de Música donde aprendió los conceptos estéticos de sus maestros Candelario HuÃzar y Carlos Chávez.
De ahà vendrÃa una brillante carrera que inició como percusionista de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida entonces por su fundador, Carlos Chávez. Su colaboración con esta institución le significó un notable crecimiento artÃstico; entre 1945 y 1947, primero obtuvo el cargo como subdirector y más tarde fue nombrado director artÃstico de esta institución. En enero de 1950 se le designó como director titular del organismo, puesto donde permaneció hasta 1954 y le significó el reconocimiento del gremio cultural en el paÃs.
En 1935, exaltado por el espÃritu nacionalista que era aún eje de gran parte de la creación artÃstica en México, Moncayo formó el Grupo de los Cuatro con sus colegas Blas Galindo, Salvador Contreras y Daniel Ayala, con el propósito de difundir sus obras y las de estos ilustres compositores. En 1942, con el apoyo de una beca del Instituto Berkshire, realizó estudios con el compositor Aaron Copland, esto le significó una de las aportaciones más relevantes en el trabajo de Moncayo.
Sin duda, la obra del catálogo de Moncayo que mayor difusión ha conseguido en México y en el mundo es Huapango, esta pieza para orquesta sinfónica sostiene una inspiración en tres tradicionales sones veracruzanos: El Siquisiri, El Balajú y El Gavilancito. Su estreno ocurrió el 15 de agosto de 1941, en el Teatro del Palacio de Bellas Artes, con Carlos Chávez –quien fue su maestro en el Conservatorio–dirigiendo a la Orquesta Sinfónica Nacional.
“La obra musical más notoria de México, sin duda es el Huapango, un mexicanismo elevado a una categorÃa universal, donde Moncayo maneja los recursos del arte de orquestar con seguridad de maestro. Una obra orquestal espléndida, brillante y siempre luminosa, que Moncayo elaboró y transformó a partir tres huapangos alvaradeños, citados en una nota por el musicólogo Otto Mayer-Serra: El SiquisirÃ, El Balajú y El gavilancito. Según la fuente que consulte, Huapango es una corrupción de la palabra fandango, o un término proveniente de la lengua náhuatl que quiere decir “lugar donde se coloca la maderaâ€, o sea, la tarima para el baile, o es una contracción de las palabras Huasteca y Pango, siendo éste el nombre alternativo del rÃo Pánuco, o es el equivalente del llamado son jarocho, o un aire popular en décimas rimadas, o un tipo de canción popular mexicana que existe en dos variedades, el huapango jarocho y el huapango rancheroâ€, cita retomada de las notas de Juan Arturo Brennan para un programa de mano.
El identificarlo sólo con el Huapango es consecuencia de la popularidad que alcanzó esta obra en el mundo, más sin embargo el legado del compositor además de este himno, comprende piezas para música de cámara, piezas para piano y varias composiciones para orquesta.
En su repertorio se le atribuyen más de 30 partituras, de las cuales se pueden mencionar la ópera La Mulata de Córdoba (1948) con libreto de Xavier Villaurrutia; Muros verdes para piano solo (1951); sus piezas orquestales Amatzinac (1935), SinfonÃa (1944), Sinfonietta (1945), Cumbres (1953) y Bosques (1954); asà como el ballet Zapata: Tierra de temporal (1949) y el Homenaje a Cervantes para dos oboes y orquesta de cuerdas (1947), entre otras.
Con la interpretación de este esté famoso Huapango como plato fuerte del programa, en el homenaje que le rindió la comunidad orquestal a José Pablo Moncayo en el centenario de su nacimiento, destacaron tres significativos conciertos en la Ciudad de México, el de la Orquesta Sinfónica de MinerÃa en el Auditorio Nacional; el de la Orquesta Filarmónica de la UNAM en la Sala Netzahualcóyotl; y el programa que ofreció la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes.
El pasado jueves 28 de junio, la Sinfónica de MinerÃa con Carlos Miguel Prieto en el atril, presentó un programa especial que llevó por tÃtulo Concierto Moncayo y su época, en esté se interpretaron obras del autor tapatÃo y de compositores contemporáneos.
El programa incluyó las obras: Sinfonietta, Zapata: Tierra de temporal, Feria (tres piezas para orquesta), Danza (Tres piezas para orquesta) y por supuesto Huapango. También se interpretaron SinfonÃa No. 2 de Carlos Chávez, La noche de los mayas de Silvestre Revueltas y Sones de mariachi de Blas Galindo.
Por su parte la OFUNAM finalizó su Segunda Temporada 2012 con un programa muy nacionalista donde se apreciaron emblemáticas piezas como lo son Tierra de temporal, Bosques y Huapango. Un concierto muy significativo dirigido por el maestro Juan Carlos Lomónaco, donde el organismo universitario también incluyó Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi, el solista invitado para esta interpretacóna fue Sebastian Kwapisz.
Carlos Miguel Prieto, también celebró la música de Moncayo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, con la participación de la flautista Julieta Cedillo, las piezas seleccionadas para este programa fueron Amatzinac, Cumbres, Bosques, Sinfonietta y Huapango. Cinco obras disÃmbolas pero unidas por un solo talento, el de José Pablo Moncayo.
Una noche muy especial el pasado viernes 29 de junio en el Palacio de Bellas Artes sobre la universalidad de este compositor, donde además de estar presente Consuelo Sáizar, titular del CONACULTA, se contó con la presencia del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Todos los mexicanos, estimo que todos, nos sentimos tocados en una vena fundamental de nuestro ser cuando escuchamos el Huapango. Ha representado y representa para todos un sÃmbolo de identidad, poderoso, fuerte, como lo fueran cualquiera de nuestros más sentidos y sublimes sÃmbolos nacionales”, Felipe Calderón Hinojosa.
Uno de los momentos que destacó en esta relevante celebración, fue cuando el mandatario realizó la entrega simbólica al titular de la Secretaria de Educación Pública, José Ãngel Córdova Villalobos, de una caja conmemorativa por los 100 años del nacimiento de Moncayo, conformada por discos y libros que documentan la obra y vida del compositor jalisciense. Asà como una edición conmemorativa en la que se rescatan 29 de las 39 obras escritas por el compositor, una decena de ellas obtenidas de los archivos de la familia Moncayo.
Este proyecto coordinado por Lázaro Azar y avalada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ofrece la oportunidad de escuchar casi la totalidad de las partituras del músico en una edición que comprende ocho CDs grabados, seis de ellos con piezas de Moncayo y dos con grabaciones desconocidas, transmisiones radiofónicas e interpretaciones bajo la batuta de Eduardo Mata y Luis Herrera de la Fuente, entre otras celebridades.
“En este volumen están contenidas todas las obras conocidas hasta el momento, lo que hemos conjuntado es un acercamiento fiel y respetuoso. De las 30 obras rescatadas, al menos 25 provienen de los manuscritos originales con las anotaciones de Moncayo. Entre las joyas que se han rescatado se encuentra la única partitura para danza realizada por Moncayo, el Ballet Tierra, mismo que será interpretado en el próximo Festival Cervantino como homenaje al compositor”, Lázaro Azar.
Fue asà que se festejo a José Pablo Moncayo en centenario de su natalicio, un reconocimiento más que válido para dignificar la calidad universal de esta máxima figura de nuestro paÃs como creador de algunas de las piezas más caracterÃsticas de nuestra identidad nacional, quien con su Huapango ha llevado la esencia de nuestra música a la escena mundial,
“Moncayo es uno de los grandes músicos del panorama nacional e internacional y por ello, como parte del Proyecto Cultural del Siglo XXI mexicano, nos hemos propuesto acercar su obra, en el marco de este homenaje, a las nuevas generacionesâ€, Consuelo Sáizar, titular del CONACULTA.
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