
Por: Claudia Magun — 4 de abril, 2007
No hay duda que las funciones del crecimiento van acorde al desarrollo imaginativo de intelecto, para los niños la sensibilidad creativa se liga a distintas áreas de aprendizaje. Por supuesto los niños de hoy, desde temprana edad, reciben un sinnúmero incontrolable de estÃmulos, desde que se levantan hasta que se acuestan son enajenados con acciones sensoriales, visuales, auditivas y demás aceleradas actividades que rigen su supuesta educación.
Sin embargo, las ocupaciones infantiles son dedicadas, en la mayoria de los casos, a cubrir la cantidad de tiempo libre, no la calidad de este. El rendimiento pos escolar, llamese clases particulares, o las actividades de divertimento, como son las fiestas, la televisión, los juegos electrónicos y otros tantos entretenimientos son la actividad que ayuda a complementar las horas del dÃa. Pero en la mayoria de los casos, la estimulación artÃstica que requieren los niños para su desarrollo cultural y espiritual es considerado como una decisión para el futuro, un gusto propio para cuando se es adulto.
Sin embargo en las sociedades europeos u orientales, se considera que además del equilibrio que el niño necesita entre educación y diversión para conseguir un estado anÃmico que impulse su crecimiento, se requiere de un adecuado acercamiento a la estimulación artÃstica para con esto facilitar el buen desarrollo psicomotor, además de una mejor evolución emocional e intelectual.
La música clásica es uno de los géneros que más influye en la sencibilidad de quien la escucha. La música no sólo activa nuestras neuronas, sino que influye en la concentración, la memoria, y por ende, en el proceso del aprendizaje.
En este sentido, una de las propuestas artÃsticas más importantes que acontecen en nuestra ciudad son los Conciertos Familiares -antes llamados Conciertos Infantiles-, que la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ofrece cada año en este mes de abril.
Brujas, duendes, magos y otros seres fantásticos, animales bailando en el carnaval, además de una melódica fiesta por los momentos mágicos de Cri Cri, son las visiones musicales que en esta Temporada 2006, la OSN lleva al escenario de Bellas Artes para divertir con un colorido pentagrama a los niños y sus papás.
Con funciones dobles los domingos de abril, la OSN inició, el pasado domingo 25 de marzo una breve temporada de cuatro programas infantiles que concluirá el 29 de abril con un homenaje a Francisco Gabilondo Soler Cri CrÃ, en el primer centenario de su nacimiento.
En esta serie de conciertos la Filarmónica -que pronto estrenará director artÃstico con la calidad de la batuta del maestro Carlos Miguel Prieto– ha invitado al narrador Leonardo Mortera quien cada domingo lleva a los niños por una aventura donde las notas se transforman en historias y anécdotas que les permite ir más allá de las notas musicales.
Además, participan en el atril como directores huéspedes, Raúl Gutiérrez, David Hernández Bretón, Gordon Campbell y el maestro Román Revueltas, quien en el último programa de los Conciertos Familiares hace una invitación a los niños de ayer y hoy para recordar a El Ratón Vaquero, La Muñeca Fea, Métete Teté, El Comal y la Olla, Las Cinco Vocales y muchas otras canciones llenas de fantasÃa.
Las experiencias en los primeros años de vida permanecerán para siempre y la familiaridad generada con los diversos géneros artÃsticos impulsarán el potencial epiritual y como consecuencia el comportamiento del buen ciudadano. Impulsar el acercamiento a las artes son parte esencial de las actividades de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Los Conciertos Familiares, una experiencia particular que permanecerá para siempre…
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