Todo el poder del jazz de Mark Aanderud

Por: Susana Fernández — 6 de noviembre, 2005

El pasado 15 de octubre, en el marco del Jazz INBA, Mark Aanderud presentó Introducing, un disco que plasma la perfección y creatividad que distinguen sus obras.

Considerado uno de los intérpretes más importante de la escena jazzística nacional que posee un estilo definido y pulcro, Aanderud es un experimentado músico que ha tenido la oportunidad de participar en distintos foros y con diferentes personalidades conquistando siempre por su entrega y capacidad para fusionar el jazz con otros sonidos más clásicos y puristas.

Con una extensa trayectoria, 11 años de triunfos y reconocimientos (tres de ellos radicado en la República Checa), Aanderud ha volcado en esta grabación talento, experiencia y ese don que tiene para hacer de su música una caricia suave que explora y anima a través del ritmo del piano. Entre las personalidades con las que ha colaborado destacan: Magos Herrera, Géraldine Célérier, Diego Maroto, Cristóbal López, Rodrigo Castelán, Ignacio Berroa, la Orquesta Pérez Prado y Tritonía, entre otros.

Conformado por ocho temas autoría de Mark Aanderud, Introducing es una producción donde se escucha un poquito de diferentes estilos, y donde por supuesto, el jazz deja ver todo el poder y posibilidades de la improvisación y el espíritu.

Es importante mencionar que este disco es producto de amigos y colaboradores con los cuales Aanderud ya ha colaborado en otras ocasiones y que conforman este singular sexteto: Agustín Bernal en el contrabajo, Alex Kautz en la batería, Otis Ganceda en sax tenor, Rey David Alejandre en el trombón y Thad Wilson en la trompeta.

Para quienes ya conocen el trabajo de Mark Aanderud, Introducing es un disco que les dejará un buen sabor de boca, realizado con sumo cuidado y con indiscutible amor por la música.

Mark Aanderud debutó discográficamente con el álbum Trío (Ars Fluentis, 2000), al lado del contrabajista Arturo Luna y el baterista Armando Cruz. Continúa con Trío 02 (Arta Records, 2001), al lado de Vitek Svec y Pavel Razim. En ese mismo 2001 fue incluido en el disco recopilatorio The best of jazz in Prague. Un año después apareció Common differences (Agave, 2002), una obra maestra con Agustín Bernal al contrabajo y Gabriel Puentes en la batería.

El maestro ha colaborado además con gente como Magos Herrera, Géraldine Célérier, Diego Maroto, Cristóbal López, Rodrigo Castelán, Ignacio Berroa, la Orquesta Pérez Prado, Tritonía y otros etcéteras que no son alcanzados por la memoria. Hoy se encuentra en el mejor de sus momentos, con una madurez manifiesta, desafiante y sabrosa.

Su piano, sus composiciones ratifican (como si fuera necesario) la estatura que lo ha llevado a convertirse en una de las más sólidas realidades del nuevo jazz mexicano, pero al mismo tiempo, y esto no deja de ser sorprendente y sintomático, está abriendo brecha entre los públicos que no estaban habituados al jazz y que, al escucharlo, se dan cuenta de que esta música no tiene nada que ver con elitismos o exquisiteces de aparador, que todo lo que pide es ser escuchada con un poco de atención y un mucho de corazón. Salud.