Teatro Telcel una nueva aventura para OCESA Teatro

Por: Claudia Magun — 4 de septiembre, 2013

Con una visión de Empresa y no como iniciativa Social, OCESA abre el Teatro Telcel, un nuevo espacio en Plaza Carzo anunciado como el recinto más vanguardista de América Latina…

Con el reconocimiento mundial como la empresa teatral más exitosa de México, OCESA Teatro se lanza con mil cuatrocientos butacas –y máxima tecnología– para llevar más de las grandes producciones musicales de Broadway y otros lares del mundo al público mexicano.

Al frente de Federico González Compeán (Dirección General de Nuevos Proyectos de OCESA), el grupo mexicano presentó a la prensa las nuevas instalaciones del Teatro Telcel, un proyecto millonario que de la mano del multifacético Morris Gibert, quien desarrolla, promueve y produce los espectáculos teatrales de la división Teatro de OCESA –parte esencial de la estructura de CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento)– emprenderá nuevos proyectos –ya muy probados– para presentar en este espacio arquitectónico desarrollado por el español Antón García Abril del Estudio de Arquitectos Ensamble, así como el diseño de la sala y el escenario a cargo del arquitecto mexicano José de Arimatea Moyao.

Una tarea muy certera con la que OCESA ha demostrado que la industria del teatro –al igual que los espectáculos en vivo– puede ser un negocio que por su valor comercial cotize en la Bolsa de Valores como una de las plataformas económicas de este país. Es así que a lo largo de más de una década han llevado al público a disfrutar una buena parte de lo mejor del teatro musical.

Una próspera iniciativa que inició en 1997 con La Bella y la Bestia en una primera aventura que llevó a Roberto Blandón y Lolita Cortés a una temporada por más de un año en lo que fuera el Teatro Orfeón. Después vendrían muchas más oportunidades para una nueva generación de actores que se iniciaron en la difícil tarea de enfrentarse al reto de los musicales como lo fue la experiencia de Rent, una producción que probó la existencia del talento latente en nuestro país.

En 1999, OCESA Teatro se lanza en la primera gran empresa y estrena en noviembre de ese año El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber, una apuesta espectacular, ambiciosa y perfecta, totalmente a la altura del montaje de Nueva York y Londres. El fantasma cumplió 400 representaciones y cosechó todos los premios de la crítica especializada ese año, este inminente éxito los colocó como la gran empresa que hoy navega en las altas esferas del musical en español apostando en escenarios de Argentina, España y otros países de habla hispana.

Al año siguiente llegó El hombre de La Mancha de Dale Wasserman, otra muestra de la nueva época del teatro musical en México con el que también cautivaron al público en una temporada de 450 funciones. En esta obra se presentaban Roberto Blandón, Eugenio Montessoro, Susana Zavaleta y el magnífico actor Carlos Cobos en papel se Sancho panza.

En el 2001, fue el año de Jesucristo Superestrella de Lloyd Webber y Tim Rice, esta experiencia llevó la dirección de Hansel Cereza, miembro del teatro catalán de La Fura dels Baus.

Con Chicago, surgió una de las grandes figuras del musical, en esta fabulosa obra coreográfica creación de Bob Fosse fue que se inició la carrera de Bianca Marroquín, quien en su actuación como Roxi llegó a demostrar su talento hasta la escena del mismo Broadway en Nueva York.

En marzo de 2002, se estrenó en el Centro Cultural Telmex El full monty, un musical muy cómico surgido de la pluma de Terrence McNally, un escritor que ha llevado a la escena teatral neoyorkina muchos aciertos para la taquilla.

Ese mismo año llegaron Los Miserables, la magistral obra de Víctor Hugo que Cameron Macintosh convirtió en el musical más importante de todos los tiempos. En Broadway se estrenó en 1987 y para marzo del 2014 se espera su reestreno en el Imperial Theatre de la calle 45 en la ciudad de los rascacielos.

Esta puesta en escena es uno de los grandes aciertos que OCESA ha montado, con tan buenos resultados que la temporada se extendió hasta el 30 de septiembre de 2004, tras haber sido vista por más de 800 mil espectadores en más de 700 funciones. Para México, ¡un verdadero milagro!!!

En abril de 2004, José el soñador se convirtió en el noveno gran musical producido por esta empresa. Este original de la mancuerna Webber-Rice fue la entrada del talentoso Jorge Ballina a muchas más de las creaciones escenográficas para esta empresa. Ese mismo año, el fallecido Pedro Armendáriz se acreditó como uno de los mejores intérpretes de El Violinista en el tejado, uno de los musicales clásicos y favoritos de todos los públicos.

En el segundo semestre de 2005 OCESA Teatro y Morris Gilbert apostaron por una producción totalmente nacional: Bésame mucho dirigida por Lorena Maza llevó al espectador a escuchar, vivir y sentir el bolero en su máxima expresión.

El 2006 se estrenaron tres grandes musicales: Hoy no me puedo Levantar del español Nacho Cano; Selena, una producción original sobre la tan amada y recordada vocalista de los Dinos; y Los productores, una sátira maravillosa que surge del guión cinematográfico del talentoso Mel Brooks que después de su éxito en la pantalla grande llega en el 2001 al St. James Theatre de Manhattan y tres años más tarde al West End de Londres. En México contó con las actuaciones estelares de Pedro Armendáriz, Adal Ramones y Juan Manuel Bernal. Con estos tres musicales OCESA Teatro llegó a catorce producciones. ¿Quién dice que el teatro no deja?

Y para celebrar sus 10 años de actividad en el teatro, en el 2009, la empresa decidió volver a apostarle a la obra con la que arrancó su labor una década atrás: La Bella y la Bestia, esta temporada concluyó luego de un año. Y para cerrar con broche de oro ese mismo año se presentó Dulce Caridad, estelarizada por la que sin duda es en la actualidad la gran exponente de los musicales de OCESA, Lolita Cortés.

2010 fue el año de MAMMA MIA!, un musical inspirado en los temas de ABBA, este éxito mundial tan sólo llegó en nuestra ciudad a más de 650 representaciones en dos diferentes temporadas. El relevo fue con otro clásico, La Línea del coro (A Chorus Line), su estreno se llevó a cabo en noviembre de este mismo año y concluyó temporada en mayo de 2011, con poco más de 200 funciones. No todo es miel sobre hojuelas..

En el 2011 se sumaron dos musicales, el primero Si nos dejan, un homenaje a la música ranchera y al cine de la época de oro dirigido por José Manuel López Velarde, niño de oro del gran éxito de Mentiras; y el segundo, Peter Pan, una producción diseñada enteramente en nuestro país por Jaime Matarredona con la participación una vez más de Lolita Cortés como el pequeño que no quería crecer y Adrián Uribe en el excelente papel del Capitán Garfio.

Fue así que Mary Poppins, el mágico musical de Disney, llegó volando a la ciudad de México en el 2012, por primera vez completamente en español, con un elenco multiestelar encabezado por Bianca Marroquín y Mauricio Salas. Valdría hacer la acotación de que la Marroquín regresó a la empresa que le dio la proyección internacional que se ganó a pulso.

Obviamente a estas alturas Telmex le queda chico a OCESA por lo tanto para crecer el negocio lo que sigue es un recinto para el siglo XXI, un escenario que vaya más allá de las todas expectativas y requerimientos para montar cualquier producción por grande y compleja que sea.

El nuevo Teatro Telcel es la respuesta y es así que el próximo 17 de octubre este espacio subirá el telón con Wicked, la historia jamás contada de las brujas de Oz, una millonaria producción que actualmente cuenta con siete representaciones en el mundo –Nueva York, Londres, Corea del Sur, Japón, Australia/Nueva Zelanda– y que ahora llega a Plaza Carzo, ahí donde se vive el siglo XXI, donde se encuentra la ostentación banal y cultural, con vecinos tan importantes como son el Museo Soumaya y la Fundación Jumex.

Con Wicked, México se coloca a la altura de las grandes metropolis del espectáculo en el mundo, esta nueva empresa escénica será el punto de partida para mega producciones que podrán exaltar la capacidad técnica, el talento artístico y la visión empresarial de quien hoy ve al teatro como una fuente de inversión y generación de empleos. Wicked es el principio, de ahí vendrá El Rey León y después muchos más títulos, una muestra de aquello que sucede en la escena del teatro musical a nivel internacional.

Obvio que el Teatro Telcel está reservado para el musical no para el teatro clásico, ¿sería muy ingenuo pensar que algún día se podría ver a la Compañía Nacional de Teatro con alguna de sus obras de gran formato en este espacio? Soñar no cuesta… Felicidades para OCESA Teatro, un orgullo para la escena teatral en México.