Irasema Terrazas y sus Voces de Tierra

Por: Claudia Magun — 1 de junio, 2006

La tercera novela de la tetralogía Los jardines secretos de Mogador es el detonante del disco Voces de tierra, primer CD de la soprano Irasema Terrazas como solista. En esta producción de Urtext, acompañada de música de cámara, participaron, además de la soprano mexicana, la flautista Marisa Canales, la clarinetista Eleanor Weingartner, el pianista Dimitri Dudin, el guitarrista Juan Carlos Laguna y el contrabajista Víctor Flores, todos bajo la dirección del maestro Antonio Lopezríos.

Irasema Terrazas interpreta Voces de tierra “Durante el proceso de esta grabación, los temas incluidos se volvieron entrañables para mi. No se trata de obras nacionalistas o canciones tradicionales, se trata de una propuesta íntima en su contenido donde le apuesto a la poesía, al erotismo, en fin a lo que a los compositores les salió del alma…”, Irasema Terrazas.

Esta producción esta integrada por el ciclo de canciones Voces de tierra que da título al volumen, de Eduardo Gamboa, sobre textos de Alberto Ruy Sánchez; además de los temas “Por siempre Sabines” de Julio César Oliva, sobre poemas de Jaime Sabines; “Solamente sola” de Samuel Zyman, sobre poemas de Salvador Carrasco; “Canciones de ausencia” de Isaac Saúl, sobre un poema de Miguel Hernández; y “Cuatro piezas devocionales”, de Alejandro Velasco.

La composición realizada por Eduardo Gamboa corresponde a los tres movimientos de la trama novelística recreada por el escritor mexicano Alberto Ruy Sánchez; de esta trilogía dedicada al deseo -que comenzó en 1994 con la publicación de Cuentos de Mogador-, en la que el autor mexicano explora los deseos femeninos, el compositor retomó las palabras más adecuadas de esta saga erotica para musicalizarlas y encontrar otra nueva historia.

Irasema Terrazas es egresada de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, bajo la guía de los maestros Enrique Jaso y Rufino Montero; por su desempeño fue becada en Suiza, donde realizó estudios de posgrado en música barroca. Su experiencia musical abarca desde la música antigua hasta algunos estilos de la música del presente siglo. También maneja otros géneros como el oratorio, lied, chanson, ópera-jazz y la música mexicana.

A lo largo de su trayectoria ha obtenido varios reconocimientos, entre ellos los premios Revelación Juvenil y Luis Girón May a la mejor interpretación del XI Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli en 1993 y del segundo lugar del VIII Concurso Francisco Araiza en 1995; además se le concedió el Premio de la Juventud 2004 y la Medalla Gabino Barreda.

Irasema Terrazas interpreta Voces de tierra En la presentación de este compacto en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde la soprano interpretó “Voces de Tierra” y “Por siempre Sabines”, estuvieron presentes la productora del disco y flautista Marisa Canales; el escritor Alberto Ruy Sánchez y el especialista en música Juan Arturo Brennan.

“Voces de tierra demuestra un trabajo de investigación y de instigación los autores compusieron obras que conforman una especie de diario íntimo, en el que se expone su tremendo rango emotivo y ductibilidad vocal. En las canciones budistas de Alejandro Velasco se encuentra un misticismo profundo que invita a la reflexión; las canciones de Julio César Oliva encuentran en Irasema una mexicanidad inconfundible y un entusiasmo comprometido con esa manera tan profunda de los hermosos textos de Sabines. Samuel Zyman ofreció canciones de gran intensidad emotiva y una reciedumbre que, a decir verdad, solo tenemos las mujeres. Isaac Saúl es el otro compositor que conoce las capacidades de Irasema y le entregó su Canción de ausencia. Voces de tierra, también tiene la pecaminosa sensualidad y la escandalosa lujuria de los versos de Alberto Ruy Sánchez con la complicidad premeditada de la música de Eduardo Gamboa”, Marisa Canales.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.