Grandes voces… dedicado al barítono Roberto Bañuelas

Por: Colaborador Invitado — 1 de agosto, 2006

Una selección de grabaciones en vivo, históricas e inéditas, registradas en la Ciudad de México entre los años de 1964 a 1984, son una muestra de la presencia vocal de uno los más importantes barítonos del siglo XX, quien ha consagrado su vida al canto con una carrera artística de más de 40 años.

Grandes voces…, volumen III, es una producción del Instituto Nacional de Bellas Artes y la Universidad Autónoma Metropolitana dedicado al barítono Roberto Bañuelas.

Esta compilación, realizada por el maestro Octavio Sosa, forma parte de una colección que inició con el volumen I dedicado a la soprano Maritza Alemán, el segundo en honor a la también soprano Gilda Cruz Romo y esta tercera producción en honor a este gran intérprete nacido en ciudad Camargo.

“La trascendencia de esta grabación, se debe a que queda documentado lo que los cantantes hicimos hace ya algún tiempo. Antes no había grabaciones o la intención de tener un equipo que fuera registrando los acontecimientos artísticos, todo desaparecía cinco minutos después de la función”, Roberto Bañuelas.

Conformado por dos discos, que comprenden una selección de grabaciones realizadas en el Palacio de Bellas Artes y la Sala Nezahualcóyotl, el primer disco de esta edición inicia con un registro de 1977, cuando Bañuelas regresa a México invitado para cantar en el Palacio de Bellas Artes, interpretando el papel de Valentín en la ópera Fausto, bajo la dirección musical de George Sebastián, acompañado por Luis Lima y María Oran.

Continúa con arias de Falstaff (1983), bajo la dirección de Eduardo Mata; Pagliacci, de una grabación de 1964; Lucia di Lammermoor (1969), donde compartió créditos con Luciano Pavarotti, dirigidos por Antón Guadaño.

Las últimas piezas son; Tosca (1980), que cantó en la Sala Nezahulacóyotl, bajo la dirección de Héctor Quintanar, con Gilda Cruz Romo y Alfonso Navarrete; dos grabaciones más de 1980, que son las arias del Fígaro y Otelo, bajo la batuta del mismo Quintanar; y por último dos interpretaciones de las arias de Rigoletto y Falstaff, realizadas en los años 1964 y 1969, con las batutas de Guido Picco y Salvador Ochoa.

Por su parte, el segundo disco es conformado por duetos de óperas como Tosca, La Travista, Aída La flauta mágica, Rigoletto, El prisionero, La favorita, Lucia di Lammermoor y Don Carlo, donde se le puede escuchar a Roberto Bañuelas alternando con personalidades como Irma González, Gilda Cruz Romo, Rosario Andrade, María Julius, Hortensia Cervantes, Alfonso Orozco y Carmen Solis, entre otros, acompañados por agrupaciones tan importantes como la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México, por mencionar algunas.

“No hay duda de que es el gran barítono mexicano del siglo XX, y este disco es un testimonio de eso”, Raúl Falcó, director de la Ópera de Bellas Artes,

Grandes voces…, busca rescatar el legado que los grandes cantantes mexicanos han dejado a la ópera nacional.