
Por: Colaborador Invitado — 14 de septiembre, 2006
La ópera es uno de los géneros más difÃciles en el cual incursionar, las facultades artÃsticas que requieren aquellos que pretendan desarrollarse en esta área deberán dominar el arte de la voz, musicalidad, afinación, dicción, interpretación y no olvidar la personalidad, porque existen cantantes de voces muy perfectas que sólo se quedan en eso.
Además de esto, las oportunidades para llegar al escenario operÃstico son precarias, es un ámbito reducido, que requiere mucho trabajo, dedicación y mucha capacidad de padecer. Y por si fuera poco, limitadas son las puertas que se abren a nuevos valores. Uno de estas únicas opciones es el escenario del certamen operÃstico dedicado a la memoria del barÃtono chileno Carlo Morelli y fundado por la maestra Gilda Morelli, alma de esta justa lÃrica.
Este significativo concurso ha sido un escenario donde han confluido grandes nombres mexicanos que actualmente encabezan los elencos operÃsticos como Ramón Vargas, Carla López, Jesús Suaste, Walberto Esquivel, Héctor Sosa, Lourdes Ambriz, Ana Caridad Acosta y Encarnación Vázquez, entre otros afortunados que tuvieron la oportunidad de participar en este semillero del presente y el futuro de la ópera mexicana.
La final de la edición del XXIV Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, se llevó a cabo el pasado 29 de agosto, en el Palacio de Bellas Artes, con la musicalización de la orquesta titular del recinto de mármol, dirigida por Enrique Patrón de Rueda.
El jurado de este evento, que se ha consolidado como plataforma idónea para la proyección de nuevos valores del canto, estuvo integrado por el mismo Patrón de Rueda; el coordinador de Música y Opera del INBA, Gustavo Rivero Weber; el director del Festival de México en el Centro Histórico, José Areán; y el musicólogo Francisco Méndez Padilla.
Los premios otorgados consistieron en: primer lugar, 40 mil pesos; segundo lugar, 30 mil pesos; y tercer lugar, 20 mil. El Premio Jo y Antonio Dávalos in Memorian (para tenor, barÃtono o bajo), 30 mil; y el Premio Instrumenta, 20 mil pesos.
De la presentación del concurso, al que se inscribieron 90 cantantes, diez fueron los participantes que se presentaron en esta gran final: Rubén Mora Villegas, Alba Marina Ramos Hernández, Alejandra GarcÃa Sandoval, Hugo ColÃn SandÃn, Oralia Castro López, Angel Ruz Gómez, MarÃa Guadalupe Paz Castillo, Rodrigo GarcÃa Arroyo, Edgar Alberto Albarrán Barón y Ricardo López Romero.
La soprano Alejandra GarcÃa Sandoval, de Guanajuato -quien hizo una espléndida interpretación de las arias So anch`io la virtù magica…, de Don Pasquale, de Donizetti, y Ah, fors`è lui… Sempre libera…, de la ópera La traviata-, recibió de manos de Saúl Juárez Vega, director del INBA el premio correspondiente al primer lugar.
La mezzosoprano MarÃa Guadalupe Paz Castillo, de Tijuana, recibió el premio al segundo lugar; la también mezzo Oralia Castro López, de Sinaloa, y el tenor Angel Ruz Gómez, de Jalisco –quien además obtuvo el Premio Dávalos-, compartieron el premio al tercer lugar. El Premio de la Opera de Bellas Artes fue recibido por la soprano Alba Marina Ramos Hernández, del Distrito Federal, y el Premio Instrumenta le fue entregado al tenor Hugo ColÃn SandÃn, del Estado de México.
“Esta noche se reúnen de nueva cuenta en el escenario del Palacio de Bellas Artes diez nuevos talentos deseosos de gozar del prestigio y el estÃmulo económico que representa la obtención de un premio otorgado por este certamen, que es ya una tradición dentro de la vida musical de México. Durante más de dos décadas, la maestra Gilda Morelli ha sabido transmitir a las autoridades culturales en turno, su firme creencia en la pertinencia de un concurso de canto que coadyuve a descubrir el caudal de magnÃficas voces que abunda nuestro paÃs. El dÃa de hoy, esa perseverancia conjunta sigue fructificandoâ€, Francisco Méndez Padilla.
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