
Por: MarÃa Esther Beltrán MartÃnez — 4 de febrero, 2012
Málaga, España.- Fernando Arrabal hizo acto de presencia, en el marco del XXIX Festival de Teatro de Málaga. Arrabal es creador del grupo pánico con Alejandro Jodorowsky y Roland Topor. De este grupo surge El jardÃn de las delicias, contundente obra del Teatro Pánico que disfruto el público andaluz.
La obra dirigida por Rosario Ruiz Rodgers reflexiona sobre la liberación de las ataduras sociales, identidad y violencia, en una visión ritual en la que hay humor y horror, en la que se mezclan realidad y elementos onÃricos y absurdos.
Poder describir El jardÃn de las delicias es complejo, vemos una escenografÃa que nos lleva al interior de una casa donde permanece una mujer que nos descubre Arrabal, una actriz con una personalidad distorsionada. En ella descubrimos el sueño de libertad, los deseos y los sueños que puede tener cualquier ser humano, pero también los complejos que causa una sociedad atada a creencias religiosas y severas.
Lais, una gran actriz retirada que contesta a sus admiradores en un programa televisivo desde el salón de su casa, donde vive con el hombre-bestia Zenón y con sus ovejas. Las preguntas que contesta hacen aflorar sus vivencias y creencias, realizando un viaje interior/exterior en el que conoce a Teloc, hombre-mago y posterior amante de Miharca, excompañera del internado de monjas de su infancia y amiga del alma en el mundo de la inocencia.
La pérdida de la inocencia y el mundo que se abre y se pliega a la vez con las personas que están dentro, mezclándose real o fantásticamente, intrigando o inmolándose, conducen a la transmutación final en el huevo mÃstico junto a Zenón, en un ciclo que se nos aventura eterno.
La dirección de la obra juega con diversos elementos: imágenes de la pintura de la que toma tÃtulo la obra, personajes sacados de un cuento o resultado de la lucha por la libertad de las ataduras sociales en un texto de palabras que son poesÃa en algunos fragmentos y en otros son espátulas que abren heridas para mostrar las identidades religiosas y sociales.
La narración no es lineal sino poliédrica. El espectador se ve sumergido en diferentes saltos de tiempo es testigo de sueños y deseos, en el que intervienen elementos audiovisuales y el lenguaje fÃsico de actores y actrices es en algunos momentos agotador.
Para la presentación de El jardÃn de las delicias, el Festival del Teatro se vistió de gala para recibir al polémico y singular autor, quien llegó cómo es él con un singular atuendo y actitud: “He venido vestido con el traje más preciso que tenÃa: de trascendente sátrapa, con la insignia frontal de la orden de la Gran Tripa. Ruego que me disculpen, pues me han retrasado los obreros, los fotógrafos, los estudiantes. Ha sido una procesión. Echaban flores a la virgen, que era yo. Celebro estar en Málaga, porque como sabéis soy malagueño, tan malagueño como Picasso. Y es que cuando nacà en Melilla, en el 32, Melilla era provincia de Málaga, por lo que es normal que vuelva aquà con ocasión del montaje patafÃsico, también pánico, obviamente con ramas de surrealismo, incluso dadá, el mejor dadá, de El jardÃn de las delicias. Por eso, inmediatamente después de volver de Corea, no voy a Ankara a ver e Pic nic del Teatro Nacional, ni a Nueva York a ver Carta de amor, porque este momento es excepcional, este montaje de –recalcando cada sÃlaba- Cur… ti… do…res de Teatroâ€.
Se referÃa a la producción Curtidores de Teatro y Proyecto Bufo, la primera puesta en escena en castellano de la pieza que pone en evidencia la riqueza de un texto cargado de simbolismo que Arrabal comenzó a escribir entre rejas en Carabanchel (el autor aludió en varias ocasiones a su papel de “chivo expiatorio†y al “ministro mentiroso†que quiso encerrarle y, según sus palabras, dejarle morir tuberculoso en la cárcel).
Esta puesta en escena vio la luz a mediados de 2011 en Madrid, en presencia de Arrabal, quien expresó su gran satisfacción y emoción por ver, por primera vez, su obra representada en castellano. En Madrid, Valladolid y Santander ha cosechado excelentes crÃticas y gran aceptación por parte del público.
Arrabal es un solitario. ProlÃfico escritor, ha publicado dos volúmenes de más de cuatro mil páginas de teatro, trece novelas, varios centenares de libros de poesÃa (ilustrados por DalÃ, Magritte, Picasso o Saura), ensayos, libros de ajedrez y su famosa Carta al General Franco, escrita en vida del dictador. Ha dirigido también 7 u 8 largometrajes. Fue premio nacional de superdotados a los diez años y Nadal de novela 40 años después.
Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, Nabokov Internacional de novela, Espasa de ensayo, World’s Theater, Mariano de Cavia de periodismo, Wittgenstein de filosofÃa, Alessandro Manzini de poesÃa, Legión de honor, Honoris causa de la Universidad de Aristóteles, Premio Nacional de Literatura,…También fue candidato al Nobel.
Tras permanecer tres años en el grupo surrealista, creó el Movimiento Pánico junto a Topor y Jodorowsky. El colegio de PatafÃsica le nombró Trascendente Sátrapa, sitio que ocupa junto a otros como Duchamps, Queneau, Man Ray, Boris Vian, Ionesco, Ernst, Humberto Eco, Baudrillard o Dario Fo. Sus obras de teatro se representan por todo el mundo desde hace cuarenta años.
“Sueño con un teatro en el que humor y poesÃa, pánico y amor, se fundan en una misma cosa. El rito teatral se cambiarÃa entonces en una opera mundiâ€. Fernando Arrabal.
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