
Por: JazmÃn Aguilar — 7 de julio, 2013
En un homenaje a la actuación en vivo que la banda británica The Rolling Stones ofreció el 18 de julio de 1978 en el Auditorio Will Rogers en Fort Worth Texas, como motivo del US Tour de 1978 donde presentaron su álbum de estudio Some Girls, el Auditorio Nacional de la Ciudad de México proyectó el pasado 25 de junio el filme de este concierto para todos los seguidores de esta agrupación Ãcono de la historia del rock.
En esta invitación que se desprende del ciclo Conciertos Legendarios, el escenario de Reforma dio acceso en medio de una total euforia, risas y deseos de recordar viejos tiempo a mujeres, jóvenes y sobre todo a muchos señores, que rondaban entre la mediana y tercera edad que sobresalieron entre los espectadores, con ansias de que comenzara la función, asà eligieron sus lugares libremente buscando alguno donde se pudiera apreciar mejor la proyección.
Después de un par de segundos en plena obscuridad dio inicio al filme con una entrevista de quince minutos que se hizo al vocalista Mick Jagger en 2011, una situación poco incomoda ya que la audiencia se incomodó al percibir que no tenÃa subtÃtulos en español pero aun asà prestó fiel atención, luego de un par de minutos la inconformidad se hizó presente y la mayorÃa comenzó a divagar con sus acompañantes.
La conversación con Jagger fue breve, en esta habló sobre la situación que vivió la banda a finales de los setentas al ser considerada obsoleta en pleno auge del género disco y punk, además cómo esta problemática fue el impulso para realizar el albúm Some Girls, el cual subió directamente hasta la cima de las listas mundiales y se convirtió hasta la fecha en su álbum más vendido en Estados Unidos y el resto del mundo al rebasar los 10 millones de discos vendidos.
Entre otras cosas, Jagger también tocó temas como cuál fue la fusión que utilizaron para realizar este disco tan controvertido, a lo cual el cantante respondió que manejaron a su favor las circunstancias empleando caracterÃsticas especÃficas del punk, formaron canciones aceleradas con letras cÃnicas y fuerte crÃtica social además de hacer una mezcla entre rock, rhythm and blues y el blues clásico de los Stones con dos nuevas tendencias de mediados de la década de los setentas la música disco y el punk rock.
Luego de esta introducción llego el momento que esperaban todos, sin dejar a un lado los aplausos cargados de emoción, los aires de los setentas deambulaban por el lugar, la pantalla reflejaba el júbilo del público en aquella época, la moda disco lucÃa en sus atuendos y la jovialidad de sus sonrisas no escapo del recuerdo de alguno de los presentes.
Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts arribaron al escenario de aquel concierto setentero interpretando canciones de lo era su último sencillo y algunas de sus álbumes pasados, iniciaron bajo las letras de Chuk Berry con Let it rock que poco tardo en darle ritmo a la audiencia, después le siguió All down the line con un sabor más a blues y continuando con este género tocaron Honky tonk women; después de tres melodÃas más, se dio paso a la primer pista de Some girls con I miss you que comprobó la evolución de sus notas al incluir en su cadencia el toque disco de New York en fusión con el rock clásico.
Continuó el concierto con la contagiosa euforia de Jagger al incitar al público con su presencia colmada de talento y sensualidad, en algunas interpretaciones se intercalaba con Richards, en otras con Wood haciendo aún más excitante el momento, canciones como Respectable prendieron más con ese compás que guÃaba la guitarra y la baterÃa, para no perder la esencia de su primer ciclo, tocaron Tumbling, la cual se dice que conserva los acordes del género country con los coros femeninos de fondo.
Para culminar con el concierto los Stones se despidieron con Brown sugar del albúm Sticky fingers y cerraron Jumpin’ Jack Flash denominada por los Stones como “Delta blues supernatural a la manera del Swing londinense”.
Asà resultó este super concierto de los Stones que el Auditorio presentó en su gran pantalla, un video documental que hizó recordar a muchos aquellos años en que el grupo inglés los hizó cometer una que otra travesura que hoy no quieren recordar.
A los de nuestra generación que no vivimos aquellos conciertos nos identificamos con sus canciones y nos dimos por enterados del porque sus Satánicas Majestades son la leyenda viviente del rock y que bien valen la pena estas transmiciones, porque aun cuando no sean en vivo son una experiencia bastante similar, porque la adrenalina corre. Ojalá y pronto lleguen más de los Conciertos Legendarios que presenta el Auditorio Nacional…
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