Del jazz y otras pociones mágicas

Por: Oswaldo Valdovinos — 4 de septiembre, 2005

De entre los ritos de iniciación hay algunos que nos marcan para siempre, sobre todo cuando se trata de entrar al universo de la música, pues si hay algo que define en gran medida nuestra personalidad son las primeras melodías que llegan a nuestros oídos.

Géneros y subgéneros hay tantos que sería ocioso enumerarlos, pero sin duda uno de los más entrañables que han logrado sobrevivir al paso de las décadas y se muestra joven a pesar de tener más de cien años de vida: es el Jazz.

Este género musical caracterizado por el uso de la improvisación y las síncopas rítmicas, (cuyo origen incluye también a los field shouters, que eran lamentos de los esclavos expresando la crueldad de sus largas horas de trabajo, a los que luego fueron incorporados algunos instrumentos occidentales y principalmente el ritmo sincopado africano) ha logrado echar raíces en nuestro país, en una constante lucha por no pasar desapercibido, en un medio donde la música temporal se instala con tal facilidad que en ocasiones es mejor apagar la radio y escuchar las voces del silencio.

Así pues, una de las propuestas radiofónicas que impulsan la difusión de este género en México, es Personajes de la música, un programa especial dedicado a mostrar la vida y obra de las grandes personalidades del jazz nacional e internacional que han marcado la historia de la música y han otorgado un legado al mundo del Jazz.

Personajes de la música se propone también mostrar las diferentes corrientes donde el Jazz ha sido parte importante a la apertura de otras corrientes como el blues y la exploración de otros géneros como el World Music, además de ser un lugar donde se brinda el reconocimiento a los intérpretes y su música. Así pues, se trata de un programa que en el transcurso de cuatro años ha mantenido al radioescucha atento a los pasos de los grandes.

Conducido por Erik Montenegro y Luis Gerardo Zavala, Personajes de la música es transmitido los sábados de las 13:00 a 14:00 horas por Horizonte, 108 de FM.

Todo rito de iniciación deja huella, y hay algunas tan profundas que no sólo se ven con los ojos, sino con el cuerpo entero y el alma a flor de piel.