Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee

Por: Fritzi Mazari — 19 de junio, 2010

“Mi estatura se perfilaba como un problema para destacar dentro del ámbito dancístico. Soy pequeña y el prototipo común de las bailarinas es que son altas. Sin embargo, la pasión por este arte me llevó a luchar por ser parte de este mundo que me llevó a vivir la mejor de las vidas”, Nellie Happee.

Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee, reseña de una tarde de anécdotas e historias sobre la vida y obra de un pilar de la danza mexicana, junio 2010 Después del emotivo homenaje que se le rindió a la maestra Nellie Happee a finales de abril en el Auditorio Nacional con la presentación de Carmina Burana y Esquina Bajan, el pasado miércoles 19 de mayo se llevó a cabo un encuentro más de Conociendo a… el cual fue una excelente oportunidad para que público, artistas y admiradores se deleitrán escuchando a esta excelente mujer, a quien se le puede definir como un auténtico placer. Porque hay que decir que la maestra además de talentosa, es muy simpática y el escuchar sus anécdotas es un verdadero deleite.

Llevado a cabo en el Centro Cultural del Bosque, este ciclo se vistió de gala para celebrar una vez más sesenta años de trayectoria y ochenta años de vida de quien ha legado metodología y dinamismo a la danza.

Querida y repetada como pilar de la danza mexicana, la maestra fue entrevistada por Carmen Correa, quien con su amplio criterio y conocimiento logró hacer de la sesión una noche emotiva, nostálgica y a la vez divertida, como es la personalidad de Happee, quien en este convivio se sintió rodeada por amigos, colegas y amantes de la danza, que se dieron cita en este recinto para rendirle un tributo más a su trayectoria artística.

Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee, reseña de una tarde de anécdotas e historias sobre la vida y obra de un pilar de la danza mexicana, junio 2010 Entre los asistentes estuvieron presentes tres grandes de la danza y por supuesto muy queridas de la maestra; Sylvie Reynaud, directora de la Compañía Nacional de Danza; Magnolia Flores, directora deL Ballet Independiente y la bailarina Rossana Filomarino.

Con ese carisma que le caracteriza, la maestra Happee, se mostró entusiasta por comunicar sus recuerdos a través de una elocuente platica que se vio enmarcada por elementos escenográficos alusivos a una de sus máximas creaciones y de las más queridas por ella: ¡Esquina bajan!.

Así, durante casi dos horas, como en una sencilla platica de café y galletitas, la creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores de Arte compartió algunas de sus mejores anécdotas durante su andar en el mundo de la danza, además de reflexiones sobre la profesión.

La pregunta obligada fue en torno al momento en que la danza la atrapó, a lo que la homenajeada respondió: “Desde el kínder demostré habilidades, en todos los bailes participaba, así que le dijeron a mi abuelita que tenía aptitudes y me llevó a la academia”.

Sin lugar a dudas este fue uno de los momentos más emotivos de la noche, ya que Happee llevó una caja donde guarda sus primeras zapatillas, con las cuales se paró de puntas por primera vez, cuando tenía aproximadamente cinco años de edad.

Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee, reseña de una tarde de anécdotas e historias sobre la vida y obra de un pilar de la danza mexicana, junio 2010 También habló sobre sus primeros lazos con las artes, cuando desarrolló su sensibilidad, algo que agradece a sus maestros de primaria: “Tuve mucha suerte con mis tutores, pues me enseñaron algo que aún me sigue enriqueciendo e influye en mi trabajo, y es encontrar la belleza que no es obvia, como la de las flores más pequeñas del campo, que todavía sigo admirando”.

La coreógrafa que se enorgullece de haber sido alumna de Madame Nijinska, recordó con profundo agradecimiento sus estancias en el extranjero (estuvo en Estados Unidos y en Francia), pues confiesa que sin esas experiencias no hubiera crecido profesionalmente.

“Es una etapa de mi vida que fue muy valiosa, porque aprendí a valerme por mí misma, algo necesario en esta carrera que es muy dura y hay que saber luchar. Asimismo, estar en esos países me enseñó a que un artista no debía limitarse a una sola manifestación, sino enriquecerse de otras para obtener una formación integral”.

Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee, reseña de una tarde de anécdotas e historias sobre la vida y obra de un pilar de la danza mexicana: Esquina bajan, junio 2010 Además, reconoció que uno de los momentos definitivos en su carrera fue cuando su pasión por la danza fue cuestionada por uno de sus maestros, el connotado Xavier Francis. Happee recordó cuando este personaje preguntó a todos los miembros de su clase la razón por la cual bailaban: “Mis compañeros dijeron discursos muy técnicos sobre su interés por bailar, en tanto yo le dije a Francis que no era masoquista, que yo bailaba por placer, por sentir el dominio de mi cuerpo, por el gusto de surcar el espacio. No le gustó mucho mi respuesta, pero –dijó con esa gracia y encanto– mírenme, eso es lo que me ha mantenido hasta hoy”.

Como formadora de varias generaciones, sobre todo de niños y jóvenes, con los cuales ha tenido gran empatía, en esta charla, la coreógrafa no podía dejar de hablar de su labor como docente, de la cual se refirió, “Siempre he respetado a mis intérpretes. Sin ellos las obras no existen. Es una suerte encontrar a bailarines que se sumen al proceso coreográfico de uno. Es satisfactorio encontrar cómplices creativos y retroalimentarnos. Ejecutantes comprometidos facilitan aún más la cadena creativa”.

Conociendo a… celebró a la coréografa Nellie Happee, reseña de una tarde de anécdotas e historias sobre la vida y obra de un pilar de la danza mexicana, junio 2010 Ante la pregunta de Carmen Correa sobre la fuente de inspiración de Nellie Happee, ésta respondió que generalmente está en la música, pero confiesa que también en sus luchas internas: “Aunque no lo parezca soy muy tímida, así que las coreografías han sido una forma sacar eso que llevo dentro”.

Los viajes también han sido una fuente de enriquecimiento para su proceso creativo; la coreógrafa está convencida que descubrir nuevas cosas de otras culturas ha sido primordial en su bagaje personal y profesional.

Enseguida la entrevistadora le preguntó sobre su presente, sobre lo que le gustaría tener en este momento, a lo que la maestra contestó: “Quisiera recuperar, si no toda mi salud, al menos una parte de ella y seguir haciendo cosas”.

Finalmente, le planteó la posibilidad de que, una vez partiendo de este mundo, pudiera estar de frente a Dios: ¿Qué le gustaría que le dijera este ser supremo cuando la tenga ante él?, a lo cual la coreógrafa respondió: “Qué bueno que te atreviste a vivir con pasión y entrega”. Con esta frase que implica sabiduría, Nellie Happee se despidió de sus amigos y seguidores.

Conociendo a… nos presentó una vez más un interesante recorrido por la vida y obra de uno de los principales protagonistas de la escena nacional, una oportunidad única para encontrarnos con el baúl de los recuerdos de Nellie Happee.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.