Con una elegante recreación del circo teatral, Cirque Style se gana la ovación de Málaga

Por: María Esther Beltrán Martínez — 22 de enero, 2012

Cuatro funciones no han sido suficientes para disfrutar del arte de Balagan. Se agotaron las localidades…

Málaga, España.- Atrapa al público el Cirque Style al presentar Balagan, espectáculo intimo y potente que agrupa acrobacia, elegancia, coreografía, commedia dell’arte, música y excelente ejecuciones circenses en el marco del XXIX Festival de Teatro de Málaga.

Cuatro funciones fueron agotadas por el público quienes disfrutaron del trabajo del ex integrante y creador de muchos números del Circo del Sol y del Circo Ruso, Mikhail Misha Matorin. Con 23 artistas entre gimnastas, saltimbanquis, trapecistas, acróbatas, bailarines y payasos procedentes de Estados Unidos, Rusia, Ucrania, China e Inglaterra hicieron posible que se disfrutara de cada una de las destrezas que maravillaron a los asistentes.

Respecto al objetivo que busca Misha en Balagan, dijo que sin duda logró que la historia central tenga que ver con el deseo de volar. “Si recuerdas tus sueños infantiles, siempre aparece esa idea. Queremos rememorar esa sensación, ese deseo, pero no lo contamos de manera demasiado literal. Incluimos todo tipo de destrezas aéreas, como vuelos, cintas y acrobacia, y también danza y clowns. Es un espectáculo de ambiente surrealista con una gran variedad de personajes vestidos con gran colorido y basados en los de la ‘commedia dell’arte’. Balagan es muy barroco y tiene muchas capas: imágenes de ensueño, actuación, coreografías, música, humor… Y está destinado a un público familiar, desde niños a mayores y también adolescentes”.

Al disfrutar de cada una de las actuaciones dejan muy claro sus inicios que es la elegancia que impera en las funciones del Cirque du Soleil que ahora siguen desempeñando en esta compañía, Balagan es uno de los primeros espectáculos que montó para teatro, hace ya 10 años, la selección para el festival fue pensada por que conjuga el recogimiento y la conexión mágica que permite el ambiente de un teatro decimonónico como el Cervantes con “la potencia y la adrenalina” que despiertan los números circenses. “Gana en fuerza por la cercanía”, indicó el creador.

Misha Matorin, es reconocido por su empeño en aproximar el ambiente y los números de la carpa a la intimidad del teatro e inventor del número del cubo aéreo de los espectáculos del Circo del Sol Alegría y Mystère.

Para él, Balagan es el más alegre y extravagante de todos sus espectáculos. Indica que perfeccionar cada una de sus habilidades lleva horas, días y años de ensayos y entrenamiento. Con el tiempo logramos que los números que presentamos parezcan simples. Cuando lo que se muestra parece fácil, es porque en verdad es algo tan perfecto que se convierte en arte.

El espectaculo está pensado para que los asistentes disfruten desde que ocupan sus butacas. En el escenario luce una gran esfera como si fuera una luna y la música invita a la fiesta. El inicio del espectáculo se da cuando los artistas principales pasean entre la audiencia interactuando con los asistentes.

Personajes comienzan a contar una historia de metamorfosis a través de la comedia y la mímica. El idioma se traspasa y elenco y público se integra en una unidad de comunicación. El talón de fondo se llena de mástiles y velas abiertas como si fuera un barco a punto de ser impulsado e inician aventuras de arte y color.

Al igual, se perciben estatuas, atletas que vuelan entre coloridas telas vaporosas y quedan suspendidos en diferentes formas que dejan en silencio la sala para seguir con ovaciones imparables.

Los instrumentos como aros y cubos se vuelven protagonistas del escenario un grupo de acróbatas estilizadas se mueven y dan vida a figuras geométricas. Mientras que el talento lleva a cabo una impresionante y moderna forma de arte que muestra fuerza, agilidad y energía, todo asombrosamente desarrollado, haciéndose uno como un cubo de acero de cuatro veces su tamaño.

Siguen sumándose números acrobáticos enriquecidos de color que lucen en el vestuario, en ningún momento hay descanso todo lleva un ritmo armónico como la misma música que no deja de tocar, pero como todo nada es eterno; y después de una hora y media las luces se apagan y el público sale del Cervantes con sonrisas y favorecedores comentarios de la experiencia que han vivido con el Cirque Style y la fiesta aerea de Balagan.