Xavier Rojas falleció el 28 de enero del año 2010… Le sobrevive el teatro.

Por: Colaborador Invitado — 29 de enero, 2010

Falleció a los 89 años el director de teatro Xavier Rojas, fundador del Teatro El Granero, creó un nuevo concepto del teatro en México. El deceso fue en su casa de la ciudad de México, este jueves 28 de enero cerca del mediodía…

“Asisti más como admiradora de su obra que como autoridad, pues tuve la oportunidad formidable de presenciarla y compartirla. Trabajaremos para reconocer su gran legado, porque, siendo el teatro un arte efímero, una de las cosas más fantásticas es poder recordar el talento de quienes tantas horas le han dedicado”, Consuelo Sáizar, presidenta de Conaculta.

Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes lamentan el sensible fallecimiento de una de las figures más prominentes del teatro mexicano del siglo XX, el maestro Xavier Rojas.

Director de escena, dramaturgo, formador de varias generaciones de actores y creador del concepto de Teatro de Círculo que lo llevó a fundar foros como la Casa del Arquitecto y el Teatro El Granero, Xavier Rojas falleció a los 89 años de edad en su domicilio de la Ciudad de México la tarde del pasado jueves 28 de enero.

Las instituciones de cultura del país y la comunidad artística le rendieron un homenaje de cuerpo presente hoy viernes 29 de enero en el teatro que lleva su nombre El Granero Xavier Rojas, del Centro Cultural del Bosque.

Con un aplauso fue recibido el cuerpo del director y dramaturgo, al llegar a la que con cariño se refería como “mi segunda casa”, el Teatro el Granero. Teatro pequeño, de cámara, donde vivió sus más sonados éxitos en los años cincuenta y sesenta, teatro en círculo en cuyo centro estuvo dos horas el féretro y hasta donde acudieron amigos, familiares, directores, actores y funcionarios para hacer guardia. Después de dos horas el féretro salió para el Panteón Jardín.

En una entrevista, el maestro Xavier Rojas, quien durante varios años vivió solo, dijo: “Me siento muy orgulloso de haber logrado lo que he querido… No me siento solo, ni le temo a la muerte porque es un fenómeno natural al que vamos todos. Un día probaremos qué es la muerte y sabremos entonces si es exquisita o no. Yo me iré tranquilo, porque nunca me he peleado con nadie, ni con la vida misma, porque me ha dado lo que he querido y más”.

Xavier Moreno Monjarráz (su nombre de pila), nació en la ciudad de Puebla en 1921, donde, desde niño tuvo una especial atracción por el teatro de títeres. En la Ciudad de México realizó estudios de antropología y fundó el grupo Teatro Estudiantil Autónomo en 1946.

Asimismo, en el Instituto Politécnico Nacional dio forma al grupo Poliart para llevar el teatro a las plazas, mercados, rancherías, hospitales y asilos, dando origen así un modo de hacer teatro con un enorme contenido social.

En la década de los años cincuenta del siglo XX, junto con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, fundó los Teatros Círculo: uno en la Casa del Arquitecto y otro en la entonces Unidad Artística y Cultural del Bosque (hoy Centro Cultural del Bosque): el Teatro El Granero, el cual desde el año 2003 lleva su nombre por decisión del INBA.

Durante varios años, Xavier Rojas dio vida al Teatro El Granero, donde montó y dirigió obras como ¿Quién teme a Virginia Wolf?, de Edward Albee; Largo viaje de un día hacia la noche y El deseo bajo los olmos, ambas de O’Neill; Rencor al pasado, de Osborne; Los desarraigados, de Jorge Humberto Robles; El vigilante, de Pinter; Los duendes, de Luisa Josefina Hernández; La señorita Julia, de Strindberg; y Te juro Juana que tengo ganas, de Emilio Carballido, entre otras.

En los años noventa había dirigido ya más de mil puestas en escena. En esa década regresó al Teatro El Granero para llevar a escena, bajo el sello de la Compañía Nacional de Teatro, la obra El eclipse, de Carlos Olmos, la cual dio una de las temporadas más largas que se recuerden en este recinto, obteniendo numerosos premios de la crítica especializada.

Xavier Rojas llevó a los escenarios las obras más importantes de autores como Tennessee Williams (Dulce pájaro de la juventud y Orfeo desciende), Felipe Santander (Las fascinadoras), Ramón De Valle- Inclán (Voces de gesta), entre otros muchos escritores.

Desde joven, en Puebla, para dar vida a su propia colección de títeres, escribió breves piezas que representaba ante sus amigos y vecinos. En la Ciudad de México afinó el ejercicio dramatúrgico y escribió sus propias obras: El despertar de un pueblo, Personaje Mario, Retorno, Faja de Oro y De este lado, las cuales escenificó con sus propias compañías estudiantiles.

“¡Era nuestro cuartel general!”, recordó con admiración Felipe Armas, quien haciendo honor a su apellido, se convirtió en el escudero de Xavier Rojas por más de 50 años. Asistente de dirección, productor, representante… Armas recordó a Rojas como “enérgico con los actores, le gustaba la disciplina, no toleraba los furcios ni las improvisaciones, pero sabía escuchar las sugerencias y, si estaban fundamentadas, las incluía en su trazo”.

Armas, quien consideraba a Rojas “más que un amigo, un hermano”, destacó que el maestro “no se hizo rico con el teatro, más bien vivía modestamente, y batalló mucho al principio para hacer sus obras. En el TEA nosotros nos hacíamos nuestro vestuario, nos pagábamos la comida y los pasajes”.

Además, de director y dramaturgo, Xavier Rojas desempeñó diversos puestos desde los cuales promovió el arte y la cultura. Formó parte del grupo de maestros de la Escuela de Arte Teatral del INBA y de la escuela de teatro de la Asociación Nacional de Actores. Fue jefe del Departamento Cultural del Instituto Nacional de la Juventud y durante más de 20 años estuvo al frente del Instituto Andrés Soler, donde formó a varias generaciones de actores.

En 1996, el INBA le rindió un homenaje al cumplir medio siglo de trabajo dentro del teatro, con una sesión especial realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y la edición de un libro que da cuenta de “una polifacética trayectoria en el teatro mexicano, al que Rojas está asociado por sus búsquedas y aportaciones como director, autor, crítico, productor, maestro y promotor, en los campos de la experimentación, el teatro didáctico, asistencial, indígena, popular y estudiantil”.

Los dos primeros apartados, Álbum de familia y Una vida en el teatro, con textos autorreferenciales del director de escena, ofrecen información de primera mano sobre aspectos biográficos, influencias formativas, proyectos institucionales y puestas en escena, realizados entre 1944 y 1995.

En un segundo apartado se reúnen cerca de 50 testimonios, la mayoría de ellos correspondientes a hemerografía de época, que valoran el impacto artístico y cultural del trabajo escénico de Xavier Rojas. El volumen, ampliamente ilustrado, incluye una cronología general y un catálogo de obra, ordenados ambos cronológicamente.

El 30 de junio de 2003 el INBA determinó hacer un nuevo homenaje a Xavier Rojas, agregando su nombre al teatro que él mismo fundó el 4 de septiembre de 1956 con la obra Los desarraigados, de Jorge Humberto Robles.

En su libro Medio siglo en escena, Xavier Rojas escribió al respecto: “El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, que remodelaba el Auditorio Nacional, me llevó a conocer, a espaldas de éste, un lugar ideal para construir un teatro en círculo. Se trataba de un granero donde se guardaba el alimento de los caballos que el general Mariles entrenaba para las Olimpiadas. Me pareció estupendo y en pocos meses quedó listo, conservando el nombre de su origen: Teatro El Granero”.

Xavier Rojas, director de escena, dramaturgo, maestro, creador de espacios escénicos, fundador de grupos y promotor cultural, falleció el 28 de enero del año 2010. Le sobrevive el teatro.