
Por: Colaborador Invitado — 13 de agosto, 2013
Magia, máscaras, música y buen humor. ¿Qué más podemos pedir en el teatro? ¡¡¡Claro!!! Una buena historia, de esas donde te rÃes, te emocionas, te sale una que otra lágrima (eso sÃ, muy escondida) y te quedas con un buen sabor de boca. Pues todo esto y un mucho más te sucede en la puesta en escena de Mi amigo Max, una propuesta de la CompañÃa a vuelo de pájaro, teatro itinerante que lleva la dirección de José Caballero.
“En la historia que vamos a contar, un simple accidente callejero hace surgir el maravilloso fenómeno de la amistad entre dos seres que parecen situados en las antÃpodas de la existencia: una niña estudiante y un anciano vagabundo. Ella lleva al hombre un nuevo aliento, él le da a ella su sabidurÃa y su viejo oficio: la magiaâ€, José Caballero.
Max (Alberto Palavicini) es un hombre extraordinario. Es un gran mago que por una mala jugada del destino se quedó –literalmente– a vivir en la calle y se volvió un vagabundo. Hizo de su casa un callejón y en huacales guardó sus trastes y cobijas, pero también lo de más valor, sus memorias y su libro de trucos y magia.
Por casualidad, porque no cualquiera se cae a una coladera, conoció a Olivia (SofÃa Vogel), una niña inquieta y vivaracha de doce años que se ve en aprietos y en principio atemotizada por su aspecto, se negaba a pedir la ayuda de Max, un viejo indigente quien lejos de procurar un daño, está dispuesto a ayudar a la pequeña.
Sin embargo, este singular y caótico encuentro, fue el inicio de una gran amistad. Porque Max, a pesar de su condición, es una gran persona que le enseña a Olivia que en situaciones de crisis y a pesar de los problemas que haya, todos tenemos la fortaleza suficiente para salir adelante.
Y todo ello lo aprendemos mientras observamos en el escenario como Max, a pesar de estar enfermo y cansado, de un solo soplido hace que las hojas rotas de un periódico luzcan como nuevas, o que de las orejas de Olivia salgan ciruelas, o después de realizar algunos pases mágicos salgan ramos de flores.
Además de abordar el tema de la amistad, la escritora de esta obra, la dramaturga Berta Hiriart, habla de las impresiones a primera vista, de cómo la desconfianza puede abstraernos del auténtico sentido humano de solidaridad. También expone el abuso del que a menudo son vÃctimas los niños por parte de los compañeros de la escuela.
Y para ello, Max le enseña a Olivia –y a todos nosotros– el valor de la confianza que debe existir entre los miembros de una familia, entre los vecinos y entre todos aquellos que pueden ser vÃctimas de la violencia sin razón o sufren del hoy tan nombrado bullying.
Para darle más teatralidad a estos temas, la obra está contada a través de una técnica de máscaras (Yadira Pérez y Jimena Delgadillo fueron las encargadas de la hechura de las máscara, asesoradas por Alicia MartÃnez Ãlvarez, de Laboratorio de la Máscara), un elemento esencial para la construcción de los personajes. Por otra parte para realizar la escenografÃa y la iluminación, a cargo de Patricia Gutiérrez Arriaga, se tomó como punto de partida los dibujos realizados por dos niños, a quienes se les pidió imaginar una calle y algunos de los personajes de la obra.
El resultado es un escenario en el que predominan los tonos pasteles y claros, donde no hay necesidad de muchos objetos o utilerÃa para llamar la atención del público. Por su parte, la música que es ejecutada en vivo gracias a la guitarra y los efectos de sonido hechos por Jesús Herrera y Eunice Rocha (quienes también son los rudos), es un básico que aporta el lado divertido e inocente a la historia.
En suma, no hay que perderse esta obra de Berta Hiriart que se presenta todos los sábados y domingos, hasta el 25 de agosto, en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, pues es una obra que puede acompañar a los niños en el proceso de toma de decisiones y en su moraleja lleva un mensaje muy importante para los peques: el darse cuenta de que no todo es como se ve. Verdaderamente vale la pena disfrutar de Mi amigo Max, pues además de divertirnos lleva a la reflexión a chicos y grandes, sin soslayar la inteligencia de los niños… Asà que ven a encontrarte con Max!!!
“El teatro no es ocupar una butaca, se trata de que el público complete con sus pensamientos, con sus emociones, lo que el autor propone, finalmente eso es lo que logra una obra teatral completaâ€, Berta Hiriart. Fotos: Fernando Cruz.
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