Mayumana, un nuevo sentido del tiempo y el espectáculo

Por: Colaborador Invitado — 20 de junio, 2012

“La única razón por la que el tiempo existe es para que no todo ocurra a la vez”, Albert Einstein… Sin embargo en Momentum pasa de todo.

¿Cómo explorar el tiempo más allá del pasado (aquello que ya sucedió), el presente (lo que está pasando en el momento) y el futuro (aquello que pasará)? Sólo se me ocurre una respuesta: crear un nuevo concepto del tiempo.

Desde mi particular punto de vista, creo que este es el origen de Momentum, espectáculo que hoy llega a nuestro país para presentarse en breve temporada en el Centro Cultural Telmex.

Es una aventura que se estrenó en Madrid a finales de 2008 y ha sido visto por más de 100 mil personas en sus primeros 5 meses de vida. Desde entonces, más de 750 mil espectadores han sido cautivados por la particularidad de este show en diferentes escenarios del mundo.

Creado por Eylon Nuphar y Boaz Beman, junto con Roy Ofer y los consultores artísticos Ido Kagan (Mayumaná), Giuliano Peparini (Franco Dragone Empresa) y David Ottone (Yllana Teatro de España), Momentum es un proyecto multidisciplinario lleno de energía de este colectivo israelita que explora la conexión entre tiempo, ritmo y precisión escénica. Una compañía global conformada por un mezcla multicultural que desarrolla un lenguaje universal basado en arte, energía y sobre todo creatividad.

Una experiencia diferente que redescubre el significado del espectáculo a través de un ejercicio del movimiento donde se puede percibir el corazón de la danza y la música.

Un ensamble de ritmos que provocado por maderas, cuerdas, metales, agua y otros muchos elementos resume a una fantasía musical que se enriquece con el uso de magia escénica —como pantallas, luces, sonido y tecnología de punta como medidores de tiempo y sensores de movimiento desarrollados específicamente para el show— y algunos elementos cotidianos para armar una experiencia distinta que si bien no descubre el hilo negro, sí sorprende a través de una dimesión desconocida.

“El tiempo es la fuerza motriz y fuente de inspiración para el impulso. En el escenario, podemos traducir el concepto de tiempo en los efectos visuales, el ritmo, escenografía, sonidos y movimiento. Dejamos que el equipo de Mayumana y el público haga sus propias interpretaciones del tiempo, mezclarlo todo en un lugar y crear un espectáculo un poco diferente cada noche”.

Diez modernos juglares en escena, que literalmente hacen de “todo”, bailan, brincan, crean música, dominan la fuerza física, hacen alarde de una carismática simpatía y, sobre todo, mantienen el gusto por la vida montados en una aventura que no tiene limites, que a veces pareciera teatro de la calle y en otros momentos espectáculo de Broadway.

Un diálogo preciso del tiempo entre artistas y público que crea un balance entre lo conocido y lo nuevo… Que determina cada Momentum

“Momentum fue elegido por Eylon y Boaz que son los creadores de Mayumaná, en relación a que lo movimientos y las música todo está relacionado con el tiempo. Por eso, hay unos relojes en el escenario que hacen que nos movamos a su son o que la música suene al ritmo de ellos y además es una novedad que viene ahora a Mayumaná con Momentum en cuanto al espectáculo”, Aka Jean Claude Thiemele.

Un espectáculo para toda la familia que a partir de los efectos más simples alcanza un nivel tan sofisticado que nos lleva por una experiencia visual que como lo dice el significado de Mayumana, –palabra inspirada en la palabra hebrea Meyumanut que significa destreza– nos conquista con el talento virtuoso de sus intérpretes.

Y es que Mayumana logra lo imposible: que el tiempo se mueva más lento o más rápido, que las manecillas del reloj se disparen y cambien el ritmo de la danza… que se activen los efectos de la luz y el sonido, que la tecnología en 3D reconozca a las personas y responda a los movimientos y ejercicios gestuales.

Si tú me preguntas que viste y porque te lo recomiendo, te diré que Momentum es una fiesta de color, fusión de ritmos y golpes ininterrumpidos en una interacción especial que surgió con aquellos que asistimos y tuvimos la suerte de ver el significado que tiene el tiempo, en un espectáculo, que como debería ser la vida, no se estanca, todo lo contario, constantemente se renueva y y escapa de todos aquellos rituales escénicos.