Infantil

Mar de silencio, una leyenda de pescadores y seres marinos…

Por: Susana Fernández — 2 de marzo, 2006

Larry Silberman, director de Mar de Silencio La historia de Koto, un pescador que regresa a su aldea después de una guerra de tres años y se encuentra con su amigo Sumori y con Kishima, el amor de su vida se hilvana con Hiro, un capitán que vive en la aldea ubicada en la montaña y es rechazado por su padre que lo humilla y lo desprecia.

A partir de ahí Hiro le hará la vida imposible a Koto, “lo ve como blanco de su venganza, por lo que su padre le hizo a él”. Lo humilla, lo va aplastando hasta que Koto sienta que no sirve para nada y decide quitarse la vida.

Al suicidarse en el mar aparece una cosmogonía marina, en la que una tortuga parlanchina ayuda a Kishima a encontrar a su marido. En el océano Koto se encuentra con seres fantásticos y le ocurren cosas que lo hacen volver a la vida y entender que ésta vale la pena y que tiene que luchar por su hijo, por Kishima, por su amor y por él…

Esta es la historia que nos cuenta Mar de silencio, una obra infantil basada en una leyenda de pescadores y seres marinos en la que se aborda el maltrato y la importancia de tener confianza en uno mismo y en los seres queridos para no ser atropellado y humillado por los otros. En este contexto Larry Silberman, director de la obra, asume el reto de hacer la versión latina de Mar de silencio, obra del dramaturgo inglés Robin Kingsland -originalmente producida por el Quicksilver Theater de Inglaterra-, un atractivo texto con una estructura dramática sólida que aborda un tema con el que todos los espectadores se pueden identificar: la pérdida de la autoestima.

“Siempre he trabajado problemáticas cotidianas, de manera humorística o muy crítica para confrontarla con hechos reales, pero distorsionados para que dramáticamente sean atractivos y no moralistas. Mar de silencio habla sobre el maltrato, el abuso. Nos ningunean, nos dicen que no valemos nada, algo que frecuentemente pasa entre los compañeros de la escuela, los amigos, incluso entre el hermano mayor y el menor o entre los padres y los hijos. El contexto de Kingsland nos pareció interesante, por un lado es muy atractiva obra estéticamente y por otro lado es muy contundente, y está tratada con mucha crudeza por eso quise asumir el reto y respetar la propuesta del autor. Así es la realidad en la que vivimos, y es bueno que los niños vean lo que pasa y lo que pueden hacer para superarlo, para que su vida en la realidad sea mejor” Larry Silberman.

Mar de silencio se presenta en el Teatro Orientacion del Centro Cultural del Bosque Mar de silencio está basada en el trabajo del actor para sugerir, crear y transformar los espacio con base en su trabajo y en la utilización de objetos. La obra plantea tres escenarios: la playa, el interior de una casa y el fondo del mar, esté último espacio es donde se desarrolla gran parte del montaje y se resuelve de una manera sorpresiva para el público.

La historia de Mar de silencio sucede en un pueblo japonés de pescadores recreado en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque. Traducida por Alberto Lomnitz, en una coproducción de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Grupo 55, Mar de silencio, cuenta con la actuación de Aracelia Guerrero (La anciana y la tortuga), Bernardo Gamboa (Koto), Abigail Soqui (Kishima), Salvador Jiménez (Hiro y el dragón) y Larick Huerta (Sumori, rey del mar y padre de Hiro).

El diseño de escenografía está a cargo de Jorge Ferro, el vestuario es de Edyta Rzewuska, la música original de Leopoldo Novoa y las máscaras son una creación de Guillermo Méndez.

“En el Grupo 55 creemos que todos los temas se pueden tratar con los niños. Lo importante es ser sensibles, tener buen gusto, manejar el humor y la ternura de manera balanceada con las escenas que pueden ser crudas para que el espectáculo sea atractivo. Abordar este tipo de temáticas con los niños es fundamental para que lo puedan hablar con sus padres y maestros, es la mejor manera de solucionar los problemas. No hay que tenerle miedo a ningún tema, nosotros recomendamos la obra para niños mayores de ocho años pero no por el tema sino por el tratamiento” Larry Silberman. Fotos: Jorge Carreón

Los comentarios están cerrados.

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.