
Por: Claudia Magun — 16 de noviembre, 2010
“Mamá corazón de acero responde a la necesidad de hablar de los problemas que atañen a la sociedad contemporáneaâ€, Rodolfo Guerrero.
¿Será muy dificil para los niños entender la lectura de Bertolt Brecht? Rodolfo Guerrero nos dice que definitvante no es asÃ. Explica que acercar a los peques a un texto como el de este gran dramaturgo alemán, revolucionario del teatro mundial, es una tarea complicada pero no imposible.
Que se puede crear una historia utilizando el viejo recurso de meter al mismo autor en sus recuerdos y con esto aprovechar la idea de adentrarse a los caminos de la escritura de una de sus mayores obras…
Esto es lo que hace el director de Alborde Teatro con Mamá corazón de acero, una pieza tetral infantil que tiene como propósito responder a la necesidad de hablar de los problemas que atañen a la sociedad contemporánea de una forma didáctica pero a la vez divertida.
“Entendemos que su mundo está lleno de preguntas y les respondemos de manera directa, franca, honesta e intentamos abrir espacios para que ellos se hagan otras preguntas que tienen que ver con su entorno actualâ€, Rodolfo Guerrero.
Mamá corazón de acero es un texto de Antonio Zúñiga inspirado en la obra Madre coraje de Brecht, que sensibiliza al público infantil y adolescente sobre uno de los problemas más graves que enfrenta el mundo actual como es la guerra y su sentido revolucionario, asà como el viacrucis que sufren las madres actuales al enfrentar las relaciones con los hijos.
Es el personaje que busca con sus cantos abrirnos un mundo de sueños de juventud, de niños que dibujan en el pueblo caballos que corren por el campo, de sueños de libertad en un paÃs que no sabe mucho de si mismo.
Es literalmente un canto de esperanza a la historia de paÃses como el nuestro que ha marcado nuestro mundo contemporáneo. La furiosa señora encarna al tiempo de la vida, en el que los niños-hombres del mundo comienzan a ser maduros y se convierten en grandes hombres, hombres de ideas y valores, si es que les alcanza la vida para descubrirlos.
“Los ojos no pueden cerrarse y nos parece interesante que los niños puedan reflexionar, de una manera lúdica y esperanzadora sobre el acontecer polÃtico que se está viviendo. Hablar de la guerra no es fácil y los niños son los primeros que deben aprender sobre los valores de la paz, la vida y la libertad. De ahà es que decidimos acercarnos a Brecht, un autor de profundas ideas polÃticas, para ponerlas en el escenario, en un tono más lúdicoâ€, Rodolfo Guerrero.
Para Alborde Teatro, que siempre está en busca de nuevos vuelos, el llevar a escena esta producción le significa seguir explorando las fronteras, las geográficas y las estéticas, las del lenguaje, las de la ficción y la realidad. Las fronteras donde se acerquen las ideas de este gran hombre de teatro a la imaginación de los niños.
El entender este texto puede ser muy complicado, es todo un reto el lograrlo y, para que a los niños les llegue es todavÃa más complejo, para alcanzar esto Alborde cuenta con un equipo de artistas de gran experiencia y solvencia probada que corroboran que mediante una buena explicación actoral se puede dar entender una idea de contenido filosófico que no por esto deje ser gozoso.
El grupo actoral que sumo Guerrero para esta propuesta es integrado por dos dos elencos que alternan funciones: Norma Angélica, Yolanda Abbud, Sandra Rosales ó Margarita Lozano; Gilberto Barraza, Gustavo Linares, Nikolás Caballero ó Juan Bernardo Flores y Antonio Zúñiga.
Alborde Teatro, es una compañÃa eminentemente chihuahuense que se ha caracterizado siempre por realizar espectáculos infantiles exigentes donde se trate al niño como un espectador inteligente posedor de una activa imaginación y aguda percepción crÃtica.
Un teatro que origine a los nuevos y potenciales públicos, que sin complacencias funde en ellos, a través de un acercamiento lúdico, una relación afectiva y constante a lo largo de sus vidas. Un teatro que sea considerado por ellos para siempre.
El trabajo de Alborde está pensado en una constante realidad cotidiana por lo cual el grupo se centra en dos vertientes para su desarrollo: Una que explora los mundos y las realidades emanadas y dirigidos al público adulto, o sea al espectador convencional. La segunda es una vertiente experimental que escarba en los mundos y las realidades de los niños.
Mamá, Corazón de acero, en temporada hasta el 28 de noviembre en el Teatro Julio Castillo del CCB, no pretende cambiar al niño, pero si hacerlo más consciente de sus opciones, es una historia que busca en un lenguaje sencillo ubicar al niño y al adolescente para abrir el espectro del mundo que nos está tocando vivir y que estamos heredando… Es una aventura reflexiva que tiene la intención de que los niños salgan del teatro con muchas preguntas.
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