Por: Colaborador Invitado — 5 de septiembre, 2013
Esta propuesta que dirige Verónica Albarrán no se trata de una obra de teatro cualquiera. La escribió Federico GarcÃa Lorca en 1923, a quien me imagino caminando por las calles de Granada en España, en una tarde cualquiera, con un traje negro, recitando un diálogo entre un prÃncipe preguntón y una niña de nombre Irene. Entonces sonrÃe y se dice para sus adentros: Dime rey zaragatero ¿cuántas estrellitas tiene el cielo?
Asà me puedo imaginar que el poeta español escribió La niña que riega la albahaca y el prÃncipe preguntón, la única pieza de teatro que hizo para niños, un cuento escénico que rescata la picardÃa de una vieja historia andaluza.
Y es que asà era este insigne escritor, pues en cada palabra plasmaba el lenjuage cotidiano de aquellos años –previos a la Guerra Civil Española–, también la música que se escuchaba, pero sobre todo, con cada palabra describe las costumbres de una sociedad rural española, y con esto expone las inquietudes del corazón humano: las pasiones, el deseo, el amor y la muerte, asà como el misterio de la identidad y el milagro de la creación artÃstica.
Asi que como ya lo mencione, La niña que riega la albahaca y el prÃncipe preguntón es un milagro de la pluma de GarcÃa Lorca, una obra recuperada por La Edad del Loro Teatro, compañÃa que fue seleccionada para realizar una residencia artÃstica –por tres años– en el Teatro La Capilla, foro sede de la CompañÃa Los Endebles, y que el pasado 14 de julio estrenaron gracias al apoyo que se recibe del programa México en Escena.
“Abordar la dramaturgia de Federico GarcÃa Lorca resulta un reto artÃstico y creativo que implica la resolución espacial, plástica y dramática de un universo poético complejo y lleno de vitalidad. Explicarse el mundo a través de la poesÃa, de las metáforas y del juego de las palabras, es adentrarse a un mundo que pertenece, por su propia naturaleza, al imaginario de los niños”, Verónica Albarrán.
Cuando se abre el telón, lo primero que se descubre ante nuestros ojos es una gran escenografÃa que es imposible no ver, escuchamos una música que se conjuga con el caminar de los actores y observamos un gran vestuario que define quién es quién en el escenario. Es entonces, ya con nuestra atención puesta en el escenario, que se escucha ¡Vendo cuentos!… ¡Les voy a contar un cuento!… y asà inicia la magia del teatro poético.
Es entonces cuando Verónica Albarrán lleva con gran tino a Mariana Moyers, Giuseppe Verástegui y Fernando Memije a contarnos la historia… Tres buenos actores que nos introducen en un breve relato de amor infantil, el de Irene, la hija del zapatero, que con ingenio y picardÃa logra conquistar al prÃncipe que cada mañana le preguntaba: Niña que riegas la albahaca ¿cuántas hojitas tiene la mata?
Sin lugar a dudas, este es un proyecto que apuesta por el arte y la cultura como alternativas de entretenimiento y placer artÃstico, ya que involucra la lectura, la música y el teatro, y es, sobre todo, un espectáculo que busca dialogar con los niños –sin olvidar a sus papás en ningún momento– a través de los versos de GarcÃa Lorca.
“Con este montaje, esperamos compartir con los niños la música de la obra de Lorca, y que de esta manera puedan interesarse por la literatura. Pero sobre todo, deseamos que la musicalidad de las palabras puedan conmover el corazón del espectador, tanto como cuando uno escucha una canción y aún sin quererlo siente el alma enternecidaâ€, Verónica Albarrán.
En este sentido, se puede decir que La niña que riega la albahaca y el prÃncipe preguntón es una alternativa distinta a la realidad virtual a la que pueden acceder los peques. Por ello, si quieres descubrir si en este cuento brilla más el sol que la luna, tienes hasta el 15 de septiembre para descubrirlo en el Teatro La Capilla (Madrid 13, Col. del Carmen Coyoacán).
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Solo que el nombre de el actor no es Gerson Martinez sino Fernando Memije