Infantil

La nave, teatro para la infancia… que disfrutarán los grandes a lo grande

Por: Luciana Martínez Suárez — 15 de mayo, 2009

Una apuesta por la amistad, la confianza y la imaginación…

La nave, obra de José Luis Pineda Servín, bajo la dirección de Gunnary Prado se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, mayo 2009 Nando y Yiyo son los mejores y más queridos amigos. Se preparan para el viaje más maravilloso: cruzar el cosmos a la velocidad de la luz y regresar a la hora de la comida para evitar que mamá se enoje… Nando tiene una hermana menor, Catalina, pero le gusta que la llamen Katy. Katy resulta ser un genio de la aeronáutica. Entre los tres construyen una nave espacial que los llevará a su travesía interestelar pero de pronto sucedió algo que no estaba previsto… Yiyo tendrá que hacer este viaje solo. Ahora, Nando sólo puede recordarlo…

A partir de un colectivo integrado por egresados de la Escuela Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en el 2007 surge La nave, una iniciativa de teatro infantil que nace de la fusión del Grupo Espacio Vacío Teatro y Santa Herejía Producciones Escénicas.

Un proyecto con la dirección de Gunnary Prado y la colaboración de Perla Schuzmacher -especialista en teatro para niños y jurado del certamen de dramaturgia que otorgó el premio a la obra- que por su calidad escénica se hizo acreedor al Primer Concurso de Dramaturgia Infantil de Michoacán y a partir de éste inicia con una primera gira de 20 funciones por el estado de Michoacán y posteriormente en diferentes Estados de la República y en la Ciudad de México, hasta llegar a sus primeras 100 representaciones en enero pasado.

Con las actuaciones de Eric Gallardo, Javier Bravo y Valentina Freire, La nave se estrenó en marzo pasado en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque y continúa en temporada todos los sábados y domingos hasta el 12 de julio.

La nave, obra de José Luis Pineda Servín, bajo la dirección de Gunnary Prado se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, mayo 2009 Una obra de José Luis Pineda Servín que como un texto “casi autobiográfico” involucra varias etapas de su vida con personajes extraídos de la realidad, que viven a su alrededor. Porque en cada una de sus actividades como dramaturgo, director, actor, músico o escenógrafo se alimenta de sus vivencias y habla de cosas que le han sucedido en algún momento de su vida.

Un texto que escribió como un viaje a sus recuerdos donde se habla sobre el tema de la muerte, como un parteaguas de un paso natural que para todo ser humano significa tristeza, dolor, abandono… Porque como dice Pineda Servín, “A los niños los hemos sobreprotegidos en un mundo donde nunca los preparamos para la muerte, pero habría que matizar el tema de ¿cómo es que se va una persona? y ¿cómo se lo podríamos decir?”

Porque, La nave cuenta la historia de dos niños – Nando y Yiyo- que viven la fantasía de construir una nave para viajar al espacio y conquistar el universo y así regresar antes de la hora de la comida. Pero sucede que una niña, hermanita de uno de ellos, se involucra en el juego y toma el mando de la nave. El final es un suceso lamentable, pues uno de ellos muere.

La nave, obra de José Luis Pineda Servín, bajo la dirección de Gunnary Prado se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, mayo 2009 Esto genera una serie de sentimientos en Nando que sublima finalmente en su edad adulta al convertirse en astronauta y emprender su primer viaje, con la esperanza ingenua e infantil de encontrar a su amigo en el espacio; esto como una metáfora del amor fraternal.

La nave no es una obra que sólo habla de tristeza, también es un trabajo escénico fresco, lúdico, donde toda la familia se puede divertir apreciando una reflexión que logra momentos entrañables en cada uno de aquellos que han transitado por los buenos y malos momentos de la infancia.

Una parábola infantil para seres pensantes, aquellos que aun siendo niños se puede hacerlos pensar -a veces los que más piensan- porque se imaginan sus propios problemas y ellos mismos los resuelven.

O como dice Gunnary Prado: al reinventar La nave nos hemos topado con las apariencias del mundo, con las cosas verdaderas y con lo que hay detrás de las puertas. Sí nuestras vidas son cadenas de sucesos que nos han traído aquí y somos resultado de nuestras circunstancias, sin la posibilidad de ser otra cosa, así que nos preguntamos ¿Qué sucesos nos han traído aquí? ¿Por qué somos nosotros, ustedes y nosotros, los qué estamos en este viaje? ¿Qué hemos aprendido? ¿A dónde partiremos ahora? ¿Qué somos y que hacemos aquí? . Todas estas preguntas y más, intentamos responder a través de nuestra obra con tal de que no quede ninguna, sin exponer, por lo menos. Y espero que el cielo no nos castigue por tratar de usurpar sus dominios.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.