Emmanuel Márquez, nos cuenta la historia de El gigante de Altzo

Por: Claudia Magun — 2 de julio, 2016

“Era un querer y no poder: quería ser niño y se hacía árbol, pero no un árbol de verdad. Cerezo sin cereza, ni hoja ni corteza…”

Como ya es tradición desde hace ocho años, El Centro Nacional de las Artes presenta La ópera es puro cuento… y el ballet también, una invitación para disfrutar de las vacaciones de verano que cumple ocho años de complacer al público infantil, el más exigente, pues ante todo busca divertimento, pero también se sorprende con propuestas de calidad que se sustenten en contenidos que van más allá de la simplicidad y la facilidad de proyectar en la escena historias trilladas sin ningun insentivo literario.

Asi, durante julio y agosto el Cenart lleva a cabo esta fiesta que invita a los pequeños a las artes escénicas, un ciclo que inicia hoy sábado 2 de julio con El gigante de Altzo, ópera para titeres, cantantes y un coro de niños escrita por el español David Azurza con dirección de escena de Emmanuel Márquez, que fue estrenado, en versión euskera, en septiembre 2015, en el Festival Internacional de Títeres en Charleville, Francia.

Un espectáculo de gran calidad que presume de unos un elenco titiritero creado por uno de los artifices del arte contemporáneo Néstor Basterretxea ((1924-2014), gran personaje del arte moderno cuya creatividad llevó su imaginario a multiples expresiones del género contemporáneo como la pintura, la escultura, así como en la fotografía, el arte multimedia y cinematográfico.

El gigante de Altzo, entreteje una historia basada en la vida de Mikel Joakin Eleizegi (1818-1861), quien fue un niño diferente (por padecer de la enfermedad de Acromegalia creció desmesuradamente hasta su muerte, llego a medir 2 metros y 40 centímetros) que llegó a ser gigante. Era tan grande, pero tan grande, que fue llevado como atracción por las cortes de Europa y vivió grandes aventuras, pero él sólo quería volver a su casa, con sus amigos, a sus montañas… ¡Él sólo quería ser un árbol!

En su traslación a México, El gigante de Altzo, se presenta hoy sábado 2 y mañana domingo 3 de julio en el Teatro de las Artes del Cenart, una producción de Figurat Teatro que lleva a los pequeños por una conmovedora historia que aborda temas como la soledad, el respeto, la tolerancia, el amor por la naturaleza y la nobleza del espíritu.

Además, de El gigante de Altzo, el ciclo La ópera es puro cuento… y el ballet también, presentará (9 y 10 de julio) Hagamos una gran ciudad, un texto de Haydée Boetto, inspirado en original de Robert Seitz con la dirección artística de Aquiles Morales y escénica de Ricardo Jara, musicalizado por David Hernández Ramos y Paul Hindemith; el tercer espectáculo (16 y 17 de julio) lleva el título de El niño que creció muy rápido de Gian Carlo Menotti, una producción con la dirección escénica de Yanick Betancourt Santoscoy, el apartado musical a cargo de Oscar Espinoza y Alejandro León Islas en la parte coral.

Para cerrar esta edición 2016 de La ópera es puro cuento… y el ballet también danza, la Compañía Nacional de Danza presenta Blancanieves, una propuesta innovadora basada en el cuento de los hermanos Grimm con la coreografía de Irina Martano en un espacio escenográfico diseñado por Jorge Ballina. Blancanieves con música de Bach, Dukas, Grieg, Mussorgsky, Ponchielli y Rossini, interpretada por la Sinfonietta de las Artes, bajo la batuta de José Luis Castillo, se presentará 6, 7, 13 y 14 de agosto, en el Teatro de las Artes del Cenart.